Hasta ahora, se pensaba que los planetas con anillos tenían todos características en común con Saturno. Puede que la composición, tanto del planeta como de los anillos, sea distinta, pero todos se encuentran más o menos a una misma distancia entre sí. Sin embargo, un nuevo estudio demuestra que estábamos equivocados, ya que se ha descubierto en el Sistema Solar un planeta enano cuyos anillos se sitúan mucho más alejados.

Esto es interesante por dos motivos. En primer lugar, porque los planetas con anillos son muy poco frecuentes en nuestro sistema planetario. Encontrar uno más, aunque sea un planeta enano, es realmente interesante. Y, por otro lado, porque esa lejanía entre los anillos y el planeta plantea que, quizás, las ideas preexistentes sobre el origen de estas estructuras podrían estar equivocadas.

Su estudio podría ayudarnos mucho a entender mejor cómo se originan los planetas con anillos, incluyendo Saturno. Y todo gracias a HiPERCAM, un instrumento desarrollado por científicos de la Universidad de Sheffield e instalado en el Gran Telescopio de Canarias

¿Qué sabemos de los planetas con anillos?

Hasta ahora, se conocían en el Sistema Solar dos planetas menores y cuatro planetas con anillos. Los primeros son Chariklo, ubicado entre las órbitas de Saturno y Urano, y Haumea, más allá de Neptuno. En cuanto a los planetas con anillos conocidos, son Saturno, Urano, Neptuno y Júpiter. Todos ellos son planetas gaseosos, aunque sus anillos tienen composiciones muy diferentes. Mientras que en Saturno predomina el hielo de agua, en el resto son más habituales los silicatos o polvo helado.

También es distinta la cantidad de anillos en cada planeta. Pero hay algo que no varía demasiado: la distancia. En todos ellos, los anillos se encuentran más o menos a la misma distancia. En el caso de Saturno, el planeta con los anillos mejor estudiados, está a tres radios planetarios y en el resto aproximadamente igual.

Esto se debe a que los anillos se mantienen en su lugar por encontrarse antes del límite de Roche. Esta es la distancia mínima que puede mantener un objeto orbitando a otro y manteniendo su forma gracias a su propia gravedad, sin que lo desintegren las fuerzas de marea del otro. La teoría de los científicos hasta ahora era que las fuerzas de marea de los planetas mantienen los anillos en su sitio durante un tiempo. Si estuviesen más allá del límite de Roche, el material se organizaría de otra forma y acabaría formando lunas alrededor del planeta.

saturno
Fuente: NASA.

No todos son como Saturno

Además de los planetas antes mencionados, ahora sabemos que hay otro planeta enano que los tiene: Quaoar. Sus anillos son muy débiles, por lo que no se pueden ver directamente en las imágenes tomadas por telescopios.

Sin embargo, gracias a HiPERCAM se pudo detectar su presencia por cambios en la luz de una estrella de fondo. Se vio que, mientras esta orbitaba alrededor del Sol, el planeta enano bloqueaba su luz momentáneamente, pero repetidas veces. El patrón de esos bloqueos se correspondía con la presencia de anillos. Sin embargo, los anillos estarían a una distancia de siete radios planetarios, muchísimo más lejos de lo esperado.

Esto lo cambia todo. Ahora sabemos que los planetas con anillos podrían mantener estas estructuras de alguna forma desconocida. También Saturno y los demás. Será necesario seguir estudiándolos para saber más. Pero, al menos, hemos vuelto a descubrir algo que en ciencia es cada vez más imperativo. Debemos tener mucho cuidado antes de dar algo por sentado.

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