A la hora de hablar de los efectos de la salud del pan, no debemos meterlos a todos en el mismo saco. No es lo mismo uno horneado a base de harina integral, que otro que se ha preparado con harinas refinadas. Del mismo modo que no es lo mismo rellenarlo de humus y aguacate que de chorizo. Además, no es lo mismo tomar un poquito que ingerir grandes cantidades. Por eso, un equipo de científicos del Instituto Quadram, de Reino Unido, ha llevado a cabo un estudio en el que analiza una nueva harina, mucho más saciante.

Está elaborada a base de legumbres y, según ellos, no solo ayuda a reducir las raciones de pan de los consumidores. También reduce los niveles de azúcar en sangre, previniendo la obesidad y enfermedades metabólicas como la diabetes.

Además, basta con una dosis baja de esta harina en la preparación total del pan para obtener esos efectos beneficiosos. Sin duda, se trata de una harina ventajosa en muchísimos sentidos. Y libre de Cordyceps, por supuesto.

La harina que te deja lleno mucho antes

Para la elaboración de esta harina, los autores usaron una mezcla de legumbres que incluía garbanzos, lentejas y frijoles. Por supuesto, se utilizan granos enteros, par ralentizar la absorción del almidón y disminuir los picos de glucosa en sangre. De hecho, esa es exactamente la razón por la que es mucho más saludable la harina integral.

No obstante, estos científicos tenían la hipótesis de que, más allá de todo eso, esta harina podría simular los efectos de las hormonas que promueven la saciedad. Esto significa que, con su ingesta, aumentaría el envío de señales del intestino al cerebro que indican que ya hay un aporte suficiente de nutrientes y no es necesario seguir comiendo. 

Por lo tanto, el pan horneado con esta harina no solo sería más saludable, también sería necesario comer menos. Con todo lo que eso conlleva.

harina

Pan para controlar los niveles de glucosa

Para comprobar si estaban en lo cierto con su hipótesis, estos científicos cocinaron pan con tres porcentajes diferentes de esta harina de legumbres. Uno que no tenía nada, otro que contenía un 30% y otro con un 60%. Después, tomaron rebanadas untadas con mermelada sin azúcar y se las dieron a probar a 20 individuos sanos.

Estos tuvieron que autoinformar su nivel de saciedad después de probar el pan. Pero, además, se les midieron sus niveles de azúcar en sangre. Así, se vio que los que habían tomado la harina de legumbres se mostraron más saciados y con una reducción de sus niveles de glucosa en sangre de hasta un 40%. Además, no hubo mucha variabilidad entre los que tomaron pan con un 30% o un 60% de esta harina.

Por otro lado, en las muestras de sangre que se tomaron a los voluntarios se comprobó que se había generado una mayor cantidad de hormonas responsables de la sensación de saciedad. Todo esto indica que el pan cocinado con esta harina podría tener muchas ventajas. Ahora bien, también se debe tener en cuenta que el estudio se ha llevado a cabo con muy pocos participantes y que el nivel de saciedad fue autoinformado.

Esto puede conllevar ciertos sesgos, aunque se complemente con los niveles medidos de hormonas. La cantidad de voluntarios sí sería interesante aumentarla en una futura investigación. De cualquier modo, parece que esta harina se presenta como una herramienta prometedora para luchar contra obesidad y enfermedades metabólicas.

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