Lo primero que sorprende de Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro, disponible en Netflix, es que haya un despliegue de color en sus episodios. Un punto singular, si se toma en cuenta que la obra del reconocido mangaka basa buena parte de su personalidad en el blanco y negro. Pero, para su adaptación televisiva, el impacto de varias paletas cromáticas sustituye las sombras. 

El terror del mundo animado surge entonces en los matices, en los largos silencios. Los rostros de los personajes, que contemplan la pantalla con sonrisas maliciosas. Sin duda, la decisión otorga independencia argumental a la producción y la separa de la extensa en papel del artista. Pero, no es la más adecuada para plasmar lo esencial del material del cual proviene.

Tal vez, se trate que cada trabajo de Junji Ito, que incluye un catálogo de enfermizas reflexiones acerca de la naturaleza repulsiva del ser humano, se vincula directamente con el contraste del negro y el blanco. Una metáfora del choque de dos realidades habitual en su temática. Para bien o para mal, la estética, en este caso, es un aspecto a considerar como sustancial para interpretar la versión en pantalla. Después de todo, además de relatos de terror, las narraciones abarcan un tipo de arte cuyo peso visual es de fundamental importancia. La decisión de la producción de Netflix, crea una paradoja. ¿Es más potente al evitar recurrir a los lugares obvios del universo del creador?

Al contrario, ¿toma un riesgo innecesario que compromete la fuerza de la adaptación en conjunto? Sin duda, la recopilación consolida su aire amenazador al conservar, en la medida de lo posible, las imágenes más retorcidas del material del cual procede. No obstante, desde el enfoque de un mundo tan específico como el de Ito, la antología de la plataforma carece de la fortaleza de los originales. Eso, incluso si se le considera un homenaje decente y sobrio a su trayectoria.

Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro

Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro, es una travesía escalofriante a una obra mayor. Desde insinuaciones de canibalismo, hasta la llegada a la pantalla pequeña de personajes tradicionales del autor como Tomie Kawakami y Souichi. La serie es una combinación de lo esencial acerca del Junji Ito y su espíritu de creador de horrores. Pero la mayoría de las veces es incapaz de ahondar en la percepción terrorífica de su mundo en papel. La selección de Netflix de narraciones del icónico autor se queda corta. Los doce episodios, en ocasiones, narran una única historia. Pero la mayoría de las veces relatan dos versiones de la realidad. La adaptación capta el sentido de locura al margen, como si cada fragmento de información fuera una puerta a un mundo irracional.

Puntuación: 3.5 de 5.

Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro, el terror entre líneas y trazos

No obstante, también le resta impacto. Ya sea porque la mayoría de las narraciones de Junji Ito dependen de lo dramático para crear atmósfera o porque los contrastes acentúan la oscuridad implícita. Lo cierto es que la producción es una dimensión inofensiva de un trabajo artístico conocido por su frontalidad. 

Claro está, Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro continúa conservando el poder para encarnar monstruos. Las obsesiones de mangaka por la vida, la muerte y lo sobrenatural se analizan desde un aire casi onírico. Lo terrorífico subsiste, no solo en una colección de imágenes aterradoras (que lo es), sino también de variaciones de lo siniestro.

 

Desde insinuaciones de canibalismo, hasta la llegada a la pantalla pequeña de personajes tradicionales del autor, como Tomie Kawakami y Souichi. Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro es una combinación de lo esencial acerca del Junji Ito y su espíritu de creador de horrores. Pero, la mayoría de las veces, la serie es incapaz de ahondar en la percepción terrorífica de su mundo en papel. A pesar de su cuidada animación y pulcros argumentos, la selección de Netflix de narraciones del icónico autor se queda corta

Los doce episodios de Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro, en algunas ocasiones, narran una única historia. Pero la mayoría de las veces relatan dos versiones de la realidad. La adaptación capta el sentido de locura al margen, como si cada fragmento de información fuera una puerta a un mundo irracional. Criaturas que devoran trozos de hierro, otros cuyo atractivo resulta irresistible y letal.

Cada capítulo ensambla distintas perspectivas tétricas que, no obstante, coexisten en un único universo. Tan depravado, y en ocasiones caótico, que provoca la sensación de que la producción entera se basa en su capacidad para despertar incomodidad

Un viaje a través de lo tétrico

El primer episodio, titulado The Strange Hikizuri Siblings, es la adaptación de parte del libro Horror World. Como en su versión en papel, narra el vínculo de dos hermanos disfuncionales, pero sin la perversa sensación de acecho del original. De hecho, uno de sus mayores problemas es que la tensión agónica del relato del que proviene se diluye en imágenes hermosas pero vacías. Aun así, el episodio de Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro es un abreboca que imita como puede la oscuridad estilizada del libro del cual proviene.

Las conocidas leyendas de fantasmas, apariciones inquietantes y vaticinios terroríficos del autor se incluyen en The Story of the Mysterious Tunnel / Ice Cream Bus. Como en los relatos de los cuales proviene, profundiza en los sucesos sobrenaturales desde lo doloroso.

Pero también en la urgente búsqueda de un sentido a lo que habita después de la muerte. ¿Puede la imaginación abarcar algo semejante? El episodio de Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro insiste en que la posibilidad que lo espera al morir es de naturaleza tan espeluznante como el peor recuerdo.

Hanging Balloon es quizás la fantasía más retorcida de la selección de Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro. Con el miedo convertido en paranoia, el argumento de los globos repugnantes en busca de víctimas se convierte en una alegoría al misterio. Mucho más, cuando profundiza en la idea de la claustrofobia y los terrores primarios bajo una colección de imágenes impactantes. Es, quizás, el fragmento más elaborado y el más semejante al material que adapta.

Las grandes obsesiones de Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro

Sin duda, el terror por las propias penumbras interiores que forma parte de la obra de Junji Ito también está presente en Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro. En particular, el capítulo 7, Tomb Town, profundiza en la idea y la convierte en una sucesión de concepciones sobre una perversa responsabilidad moral.

Un elemento que también está presente en el episodio Layers of Fear, un tributo a la obra del mangaka como exponente del horror. Pero, a la vez, a la idea de cada una de sus historias sobre lo que habita en los espacios más tenebrosos de la mente humana. 

Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro

Quizás, Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro no es la mejor selección para un fanático de vieja data del artista. Pero es una introducción inteligente a un universo mucho más amplio, que resulta fascinante por todas sus implicaciones. Es evidente que la antología está pensada para ser el inicio de un recorrido más meticuloso por los relatos del autor.

De modo que, a pesar de su aire incompleto, inevitable en una obra tan profunda y bien planteada, continúa siendo una exploración suficiente. Lo que anuncia, quizás, que las siguientes entradas serán más elaboradas. Un viaje más preciso al centro de una colección de fantasías de icónica relevancia en el género del terror.

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