Dead Space es uno de los juegos de terror más importantes de los últimos tiempos. Pese a que la saga no cuenta con tantas entregas como Resident Evil o Silent Hill, el trabajo de Visceral Games fue suficiente para catapultarla como una de las mejores del género. Una década más tarde y con un estudio distinto, sus creadores han lanzado The Callisto Protocol, un juego que buscará recuperar el trono de los survival horror.

El nuevo juego de Striking Distance Studios apuesta por una fórmula conocida. Desde fuera podría considerarse como el Dead Space de la nueva generación, o un sucesor espiritual de Dead Space 2 (si omitimos el último juego de la trilogía). Aunque los elementos básicos están ahí, The Callisto Protocol da un paso más y ofrece una propuesta donde los sustos y el combate cuerpo a cuerpo son protagonistas.

La historia se ubica 300 años en el futuro, donde asumimos el rol de Jacob Lee, un piloto al que una situación inesperada lo lleva a un penal de máxima seguridad en Calisto, la luna de Júpiter. La Prisión de Hierro Negro es el centro de la trama, un lugar donde los presos se transforman en criaturas terroríficas conocidas como biophages. Como es de esperarse, nuestro objetivo será escapar del lugar lo antes posible, y de paso, conocer la razón por la que ocurren estas mutaciones.

The Callisto Protocol: un déjà vu constante

En términos prácticos, The Callisto Protocol es un survival horror en tercera persona con cámara al hombro. El ángulo es parecido a juegos como Dead Space, Mass Effect o God of War, mientras que la velocidad es un tanto lenta. Striking Distance propone un ritmo de juego lento para generar mayor tensión, lo que se traduce en movimientos pausados y un personaje que en ocasiones se siente "pesado".

Jacob Lee (el protagonista), es una persona común y corriente, por lo que no tendremos habilidades especiales más allá de la improvisación y las armas que encontramos conforme se desarrolla la historia. El juego te pone de lleno en la acción sin perder tiempo en cutscenes o pantallas de texto. Todo lo que aprendemos se aplica sobre la marcha; es decir, descubres un arma o ítem y el juego plantea una situación para aprovecharla.

Picasso decía 'Los buenos artistas toman prestado, los grandes artistas roban'. Bueno, ¿por qué no robarme a mí mismo?

Glen Schofield, creador de Dead Space y director de Striking Distance Studios

Aunque es evidente que The Callisto Protocol tiene las bases de Dead Space, considerarlo un clon o una versión 1.5 del clásico de terror no sería adecuado. La diferencia más evidente es el combate cuerpo a cuerpo, que genera más tensión al tener de cerca a los enemigos. El sistema de control permite esquivar los ataques y realizar combos con un bastón eléctrico.

El juego no deja de lado las armas de fuego, pero la ausencia de municiones requieren que el usuario alterne entre ambos tipos de ataque. The Callisto Protocol no te pide que mutiles a los enemigos, aunque ocurrirá a medida que propinas disparos o golpes en diversas zonas. La mayoría de los escenarios favorecen el combate cercano, aunque hay entornos abiertos donde podrás explotar otras estrategias.

Pese a que el juego es lineal y los objetivos son fijos, los niveles están diseñados para explorarlos a fondo. El contar con recursos limitados invita a desviarse del camino y recorrer otros pasillos o habitaciones.

Menos no siempre es más

The Callisto Protocol

En una entrevista con Ars Technica, el director de diseño, Ben Walker, declaró que The Callisto Protocol es un juego de supervivencia. Por esta razón, los jugadores sentirán que no tienen suficientes municiones o créditos, aunque si lo necesario para recorrer y completar el juego. Esa frase no podría ser más acertada y en niveles avanzados optimizarás al máximo todo lo que encuentres.

A diferencia de otros juegos, las armas en The Callisto Protocol no se recogen del piso. Primero necesitas conseguir los planos que luego llevarás a una de las decenas de estaciones de impresión 3D. Estas zonas son una especie de cuarto de seguridad, donde se guarda la partida y se toma un respiro. Aquí los usuarios venden ítems que recogen en el juego y a cambio reciben dinero para mejorar su armamento.

Queremos hacer que el jugador sienta que no tiene suficiente de todo, aunque si lo necesario para recorrer el juego

Ben Walker, Director de Diseño en The Callisto Protocol

Si bien existe una tensión constante por encontrar recursos, el inventario a veces se convierte en un enemigo. Los desarrolladores se basaron en un sistema de cuadrícula donde nunca hay suficiente espacio y te hace sufrir durante la primera mitad del juego. En ocasiones encuentras munición, pero no puedes tomarla porque llevas 3 cargas de salud, una batería o un ítem de valor que más adelante usarás para mejorar tus armas.

Algo criticable es la aleatoriedad en la que descubres los ítems. Hay ocasiones en que las que tienes una rayita de salud y buscas un pack de recuperación, pero lo único que encuentras son municiones para una pistola que jamás usas o un maldito enemigo que te salta al cuello como sanguijuela y te mata. En contraste, hay momentos en los que encuentras demasiados objetos de valor, pero no hay impresoras 3D cerca y tienes que prescindir de ellos.

Ambientación y sonido de primer nivel

Una de las características más notables de The Callisto Protocol es su ambientación. Desde los escenarios "limpios" del tutorial, hasta las zonas llenas de sangre, restos humanos y putrefacción. Striking Distance Studios puso especial cuidado en la iluminación y otros efectos especiales para que sea el escenario quien cuente la historia y nos guíe por medio de mensajes sutiles.

Mención aparte al diseño de sonido. El jugador no solo tiene que mirar en todas direcciones, sino también escuchar con atención. Al igual que Dead Space, el sonido es fundamental en este juego, por lo que recomendamos jugarlo con audífonos y sin distracciones. Los cambios de intensidad en la música y los sonidos de fondo pueden servir como pistas, aunque en ocasiones los desarrolladores solo los usan para generar tensión adicional en el jugador.

En términos gráficos, el juego puede disfrutarse en dos modalidades: Fidelity, con mayor resolución y efectos especiales limitada a 30 fotogramas por segundo, o Performance, que promete 60 fotogramas por segundo. Aunque existe un debate sobre si 60 fps debería ser estándar en esta generación, en mi caso no tuve problema en jugarlo en Fidelity con motion blur durante la primera mitad. El modo Performance recorta algunos efectos de post-procesamiento, pero nada que afecte la ambientación general.

¿Vale la pena The Callisto Protocol?

The Callisto Protocol es una de las grandes sorpresas del 2022. El juego es a Dead Space como El Despertar de la Fuerza es a Una Nueva Esperanza. Los veteranos que disfrutaron los títulos originales se sentirán como en casa, mientras que los nuevos usuarios experimentarán un survival horror de buen nivel.

El juego requiere de entre 10 y 12 horas para completarlo en dificultad media y recorriendo todos los escenarios. Lamentablemente, no cuenta con un valor alto de rejugabilidad, ya que al iniciar una partida nueva en dificultad más alta, no podrás usar tu inventario de la sesión anterior. Esto es muy extraño, puesto que en la última misión desbloqueas un arma que no tienes posibilidad de mejorar.

Dos puntos muy criticables son la ausencia de una opción para saltarte las cinemáticas y un sistema de guardado a base de checkpoints. Ambos se vuelven una pesadilla cuando estás por enfrentar a un jefe o enemigo difícil y hay diálogo de por medio. No hay guardado rápido, y si el checkpoint se activó antes de usar la impresora 3D, tendrás que pasar por el proceso de vender ítems o mejorar armas una y otra vez cada que mueras.

En general, The Callisto Protocol es totalmente recomendable si lo tuyo son los juegos de terror. Está disponible a partir de hoy en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S y Windows PC.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: