SpaceX quiere que la segunda generación de satélites de Starlink —bautizada Starlink 2.0 por el propio Elon Musk— comience a funcionar antes de que se termine el 2022. Así lo ha revelado una reciente solicitud de la firma aeroespacial a la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC).

SpaceNews recoge que SpaceX solicitó una autorización temporal especial de 60 días, con el fin de comenzar a conectar a los clientes de Starlink ya existentes a sus satélites de segunda generación. Al menos hasta que el organismo apruebe definitivamente el despliegue de Starlink 2.0.

Los documentos regulatorios presentados ante la FCC indicaban que SpaceX anticipaba comenzar a lanzar sus satélites Gen2 "antes de que finalice diciembre de 2022". No obstante, no se han mencionado fechas más específicas para cumplir con este objetivo, y no existe demasiado margen antes de que comience el 2023.

La solicitud se llevó a cabo el pasado 16 de diciembre, de modo que la empresa de Elon Musk ha decidido trabajar en una ventana de tiempo bastante ambiciosa. Un día más tarde, SpaceX informó el lanzamiento y despliegue de 54 nuevos satélites, aunque no especificó si se trataba de los de Starlink 2.0.

En su pedido a la FCC, la compañía explicó que el otorgamiento de la autorización temporal especial permitirá que los usuarios de Starlink accedan a los beneficios de la versión 2.0 del servicio de internet satelital, "tan pronto como se desplieguen sus satélites". De todos modos, el organismo aún no ha dado a conocer si piensa aprobarlo o no.

Starlink 2.0 | SpaceX

Para que quede bien claro. Lo que SpaceX está solicitando es que la FCC le permita comenzar a conectar a sus clientes a Starlink 2.0. La autorización para lanzar y operar los satélites de segunda generación ya la había obtenido a comienzos de diciembre.

Por entonces, la FCC aprobó que la firma estadounidense ponga en órbita 7.500 nuevos satélites. Es decir, un 25% de la constelación pretendida por Elon Musk, que es de casi 30.000.

La intención tras el lanzamiento de Starlink 2.0 no solo es brindar una mayor velocidad de navegación y un servicio más confiable a los clientes que ya pagan por él, sino también expandir su alcance global. A esto hay que sumarle la expansión de la plataforma de internet satelital para proveer de conectividad a aviones, barcos y vehículos terrestres, y hasta a dispositivos móviles.

SpaceX asegura que Starlink ya cuenta con un millón de usuarios activos, pero debe fortalecer su infraestructura para llegar a más personas. En Estados Unidos y Canadá, la expansión del número de clientes ya ha provocado caídas en las velocidades medias de descarga.

En cuanto a los satélites de segunda generación, son bastante más grandes que los originales. Los nuevos equipos miden 7 x 3 metros, contra los 2,8 x 1,4 metros de sus predecesores, sin contar los paneles solares desplegados. Además, son cuatro veces más pesados; pero también más eficientes. "Solo piensa en cuántos bits útiles puede hacer cada satélite. Starlink 2.0 en términos de bits de datos útiles es casi un orden de magnitud mejor que Starlink 1.0", aseguró Elon Musk.

La intención original de SpaceX era lanzar los satélites de segunda generación de Starlink utilizando la Starship, y no el cohete Falcon 9. Sin embargo, el vehículo pesado todavía no ha podido realizar su primer vuelo orbital de prueba, lo que complica bastante el panorama. "Necesitamos que el Starship funcione y que vuele frecuentemente, de lo contrario Starlink 2.0 quedará varado en tierra", indicó el magnate.

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