Estos días está circulando por muchos medios de comunicación el caso de Henrik Kriegbaum Plettner, un hombre danés que ha muerto recientemente por una infección causada por la mordedura de un gato, hace cuatro años. Todo fue por una buena obra, pues en 2018 el ahora fallecido decidió recoger a una gata abandonada que acababa de tener cachorros. Al manipularlos, uno de ellos le mordió, sin apenas causarle herida. Sin embargo, con el tiempo la mano se inflamó tanto que tuvo que correr al hospital. Una vez allí, se sometió a varias intervenciones, que terminaron con la amputación de la mano. Desde entonces, ha tenido algunas recaídas y problemas de salud que han terminado con su muerte, el pasado mes de octubre.

La familia no había hecho pública la historia. Sin embargo, finalmente han decidido darla a conocer para advertir a otras personas del peligro que puede suponer el simple mordisco de un gato.

Ahora bien, ¿es realmente tan peligroso? ¿Hay precauciones que podamos tomar para evitar que nos pase lo mismo que a este hombre? Lo cierto es que sí hay algunas. Y eso es algo que debemos tener claro antes de demonizar a los gatos; pues, lógicamente, no es para nada culpa suya.

La mordedura de gato que terminó muy mal

Según explican desde ABC, inicialmente el hombre no se preocupó mordisco y tardó varias horas en llamar al hospital. Después, una vez que lo hizo, no le dieron mucha importancia, así que le citaron al día siguiente.

Para cuando llegaron, la mano se encontraba ya muy mal. Comprobaron que tenía una infección que no solo le estaba destrozando los tejidos de la mano. También había pasado a la sangre. Se le pautaron antibióticos y se intentó salvar la extremidad, pero no fue posible. Desde entonces ha ido enfermando cada vez más, hasta que finalmente ha muerto, cuatro años después, a causa de la infección.

La bacteria causante de la infección

Según cuentan desde Daily Mail, el medio que publicó inicialmente la noticia, la infección la causó una bacteria llamada Pasteurella multocida. Esta forma parte de la microbiota habitual de la boca de los gatos, pero también de otros animales de compañía, como los perros. Se suele transmitir a los humanos a través de mordeduras, lametones o arañazos, tras los que la infección por celulitis se da en un periodo corto, de 3 a 6 horas. Es importante tener en cuenta que esta no es la celulitis por acumulación de grasa, sino una infección bacteriana que se da en el tejido subcutáneo. Tras esta infección, puede aparecer un eritema nudoso. Es decir, una lesión de la piel caracterizada por la presencia de nódulos dolorosos.

Todo esto suele revertirse con antibióticos. No obstante, a veces, si la infección llega al torrente sanguíneo, pueden darse complicaciones como neumonía, meningitis o sepsis. Es algo mucho más habitual en personas inmunodeprimidas o con comorbilidades. Es decir, que tienen previamente otras enfermedades que podrían complicar aún más la situación.

¿Se puede prevenir?

Por todo esto, hay medidas que se pueden tomar para prevenir complicaciones. Por un lado, según ha explicado a Hipertextual la veterinaria experta en felinos Fátima Blanco, la principal forma de prevención es “evitar mordiscos y arañazos, no jugando con las manos, ni molestando a los animales”. Cita por ejemplo el caso de gatas que acaban de tener cachorros y están mucho más susceptibles. O también de gatitos pequeños, que no controlan tanto los dientes y pueden reaccionar más bruscamente.

Pero supongamos que, incluso con precaución, no podemos evitar un mordisco o arañazo. En ese caso, Blanco aconseja “lavar inmediatamente con agua y jabón, limpiar a continuación con un antiséptico e ir al médico porque posiblemente paute un antibiótico”. 

Recordemos que este hombre fue atendido 24 horas después del mordisco, por lo que la infección estaba ya muy extendida. Además, la madre del fallecido ha declarado a Daily Mail que el gato mordió directamente en un vaso sanguíneo y, al tener los dientes pequeños, el agujero se cerró después, dejando las bacterias fluir por la sangre. Esto, igualmente, no habría sido tan grave si se hubiese desinfectado la herida rápidamente y se hubiese pautado antibiótico cuanto antes. 

Por otro lado, cabe destacar que Pasteurella multocida no es la única bacteria presente en el organismo de los gatos que puede causar infecciones en humanos. También se dan casos con Bartonella henselae, que provoca lo que “en literatura médica se conoce como enfermedad por arañazo de gato”. En esos casos, la manera de proceder es la misma.

Unsplash

No es culpa de los gatos

En definitiva, sí es cierto que los gatos pueden transmitir enfermedades con mordiscos o arañazos. También pueden hacerlo los perros. La clave está en evitar las lesiones y, en caso de que se den, desinfectarlas adecuadamente. Millones de personas tienen gatos en casa y no tienen el triste final de este paciente danés. Aun así, su familia tiene razón en el comunicado que ha hecho a través de Daily Mail. Lo mejor es buscar ayuda cuanto antes, aunque solo sea una pequeña herida causada por un gato. Hecho eso, no hay razón para no compartir nuestras vidas con ellos. 

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