El Mundial de Qatar 2022 transita su primera semana de acción, y ya ha entregado grandes emociones. Desde los debuts aplastantes de Francia, Inglaterra y España, hasta las sorpresas de Japón y Arabia Saudí tras sus triunfos sobre Alemania y Argentina, respectivamente. Sin embargo, también ha habido lugar para la controversia de la mano de la tecnología, con el estreno del sistema de fuera de juego semiautomático.
La nueva herramienta, que funciona como complemento del ya conocido VAR, ha protagonizado algunos de los momentos más controversiales de los primeros partidos de la fase de grupos. Sucedió en el partido inaugural entre Qatar y Ecuador, cuando ni bien comenzó el partido se le anuló un gol a los sudamericanos porque uno de los futbolistas que participó de la jugada estaba en offside por, literalmente, un pie.
Pero la polémica quedó rápidamente en el olvido porque los ecuatorianos de Gustavo Alfaro terminaron ganándole a los dueños de casa por 2 a 0. Sin embargo, un nuevo episodio protagonizado por el fuera de juego semiautomático tuvo lugar el martes, en el cruce entre Argentina y Arabia Saudí.
La albiceleste lo ganaba 1 a 0, pero durante los primeros 45 minutos le anularon otros tres tantos por posiciones adelantadas marcadas con la tecnología. De todas las jugadas, una despertó los mayores enojos en la afición argentina: la del gol de Lautaro Martínez. El atacante del Inter de Milán definió de gran manera ante el arquero saudí, pero el fuera de juego semiautomático dictaminó que el futbolista estaba en offside por la posición de su hombro. Algo imperceptible para el ojo humano.
Y la polémica fue mayor cuando se conoció un análisis de Nacho Tellado, quien desarrolló la tecnología del fuera de juego que luego copió FIFA. El arquitecto español reveló que el VAR comparó la posición del argentino contra el jugador saudí equivocado, puesto que otro estaba ligeramente más retrasado y validaba la jugada.
Claro que esta situación generó un revuelo mayor por el resultado final, que terminó con un histórico triunfo 2 a 1 de Arabia Saudí. Esto marcó la primera derrota en 32 años para Argentina en un estreno mundialista —la última vez había sido ante Camerún en Italia 90—.
¿Cómo se utiliza el fuera de juego semiautomático de Qatar 2022?
Técnicamente, la tecnología detrás del fuera de juego semiautomático es muy interesante. Cada estadio del Mundial Qatar 2022 tiene 12 cámaras en su techo, que siguen tanto al balón como a los 22 futbolistas. En el caso de los jugadores, detectan 29 puntos específicos de su cuerpo que se tienen en cuenta a la hora de sancionar el offside. Y toda esa información se envía 50 veces por segundo para calcular sus posiciones exactas.
Por otra parte, el balón Al Rihla, de Adidas, tiene un sensor llamado Unidad de Medición Inercial. Este puede detectar exactamente el momento en que un futbolista lo toca, y envía los datos 500 veces por segundo.
Toda esta información se procesa con inteligencia artificial, para enviar una alerta a los réferis del VAR si se detecta una posición indebida. Pero como bien lo dice su nombre, el fuera de juego semiautomático aún requiere de la participación del juez asistente, quien debe levantar la bandera para invalidar la acción tras recibir la notificación de sus colegas.
También es importante mencionar que este sistema genera animaciones en 3D que se utilizan para demostrar más fácilmente la invalidez de las jugadas. Las mismas se muestran tanto en las pantallas de cada estadio, como en las transmisiones televisivas internacionales. No obstante, la FIFA ha recibido fuertes críticas por la demora en la aparición de estos gráficos, que en algunos casos recién se han podido ver varios minutos después de sucedidas las acciones.
La entidad madre del fútbol mundial también ha sido apuntada por no probar este sistema con más tiempo antes de Qatar 2022. Tengamos en cuenta que, hasta el comienzo del certamen, solo se había utilizado en el Mundial de Clubes y la Copa Árabe de 2021; dos certámenes muy alejados de la magnitud de la Copa del Mundo que hoy paraliza al planeta fútbol.