Durante la disputa por el destino final de Call of Duty, una vez se cierre la compra por parte de Microsoft ante el regulador británico, nos estamos enterando de algunas cosas curiosas. La primera de ella, y más importante, es que Microsoft quería llevar Xbox Game Pass a la PS4 y PS5. Y Sony lo bloqueo.
Aunque es un movimiento lógico teniendo en cuenta que en los tiempos de los juegos como servicio son competencia directa (tanto en catálogo como en posibilidades), la llegada de Game Pass a PS5 acabaría de un plumazo con las dudas sobre el futuro de Call of Duty.
Y es que si está disponible a través del servicio de Xbox, y este a su vez está disponible en PlayStation ¿Cuál sería el problema? Para los jugadores quizás ninguno, para Sony supondría abrir la puerta a un servicio, el de Microsoft, que ya es referente en la industria, no solo por catálogo, también por lo bien que funciona.
No obstante, no parece que a Sony le convenza que Call of Duty siga es PlayStation pero en los términos planteados, es decir, sin acceso directo a través de la tienda de Sony y dentro del ecosistema de Microsoft. Recordemos que Call of Duty no es solo uno de los juegos más vendidos en PlayStation año tras año, también uno de los que más ingresos le genera a PlayStation, amén de los micropagos tras la llegada de Warzone. De los que, como es lógico, Sony también se lleva su parte.
Call of Duty es una pieza fudamental en la industria del videojuego, tanto para Xbox como para PlayStation
Es un juego tan importante que, como os adelantábamos ayer, está suponiendo una disputa sin precedentes entre ambas compañías en los alegatos de cada ante el regulador británico. Todo pese a que, aunque todos los jugadores se mudasen de una consola a otra por el juego, PlayStation seguiría siendo la ganadora:
La Decisión de referencia se basa incorrectamente en declaraciones interesadas de Sony que exageran significativamente la importancia de Call of Duty y no tienen en cuenta la clara capacidad de Sony para responder competitivamente. Si bien es posible que Sony no acepte una mayor competencia, tiene la capacidad de adaptarse y competir. Los jugadores se beneficiarán en última instancia de esta mayor competencia y elección.
De hecho, no es solo que Sony haya bloqueado el lanzamiento de Game Pass en PlayStation. Tom Warren también apunta a que la compañía no estaría de acuerdo con el lanzamiento de nuevo juegos a través de su servicio de suscripción, algo que de lo que ya hemos hablado en el pasado.
Independientemente de lo que pase al final, parece que la llegada de Xbox Game Pass a PlayStation es, a día de hoy, imposible. Y eso que supondría no solo el acceso a todos los juegos de Microsoft, también acabaría de un plumazo con las dudas sobre el futuro de Call of Duty en la consola de Sony. Quizás no disponible de forma nativa (algo en lo que perdería Sony), pero sí abierto, para todos los jugadores, independientemente de la plataforma en la que jueguen.