Google Cloud Platform ha anunciado nuevas medidas de sostenibilidad. Específicamente, la compañía ha presentado su Carbon Footprint for Google Workspace (Huella de Carbono para Google Workspace). Esta iniciativa llegaría oficialmente a comienzos de 2023, y es una expansión a las medidas que Google presentó el año pasado.

Pero, ¿qué es esta herramienta y para qué sirve exactamente? Pues bien, Google quiere que tengas consciencia y conocimiento del uso que le das a sus herramientas y cómo afecta al medioambiente. Por eso, mientras que su iniciativa del año pasado permitía a los organismos rastrear la huella de carbono de servicios como App Engine, Compute Engine, Kubernetes Engine y más; esta ha sido desarrollada específicamente para las apps de Google.

Esta iniciativa forma parte de la suite Carbon Sense de Google. Así, podrás revisar también las emisiones de carbono de aplicaciones pertenecientes al Workspace. Estas serían Gmail, Drive, Docs, Calendar, Meet, y el resto que complementan a su suite orientada al trabajo y la productividad.

¿Cómo funcionan las emisiones de carbono de Google Workspace?

Google emisiones y huella de carbono

Aunque subir archivos a la nube, redactar en Docs y enviar correos parezca algo hecho por arte de magia, no hay nada mágico aquí. Todos estos movimientos se almacenan en los enormes servidores de Google. Por lo tanto, debe mantener un constante suministro eléctrico para que los usuarios puedan acceder a ellos en cualquier momento. Esto, por supuesto, genera una huella de carbono bastante importante, y a medida que más uses las herramientas de la compañía, el número crece.

En esta ocasión, Google llega para mostrarte cuánto daño haces al planeta al utilizar sus servicios. Entre los beneficios de este programa, tenemos los siguientes:

  • Medir de forma eficaz tu huella bruta de carbono. Estas medidas se basan en la ubicación de las emisiones de tu uso de Google Cloud. Además, proveen transparencia con respecto a las emisiones relacionadas con el uso propio de aplicaciones en la nube.
  • Rastrea el perfil de emisiones en los proyectos en la nube. Podrás supervisar las emisiones brutas de la nube, pudiendo ver las variaciones con el paso del tiempo, la región o el producto empleado. Esto podría ayudarte a mejorar tu huella de carbono.
  • Comparte la metodología con los revisores. De esta manera podrás verificar que tus datos cumplan con el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero.

Por otro lado, aquellas compañías clientes de Google podrán elegir los servidores donde se almacenan sus datos. Así, pueden seleccionar algunos dispuestos por la empresa por ser "ubicaciones de bajo-carbono", mejorando la eficacia de estos esfuerzos por reducir la huella.

En Google, creemos que el camino hacia un futuro sostenible comienza con las pequeñas decisiones que tomamos cada día. Sin embargo, las industrias, los gobiernos y las empresas se enfrentan al reto de tomar estas decisiones sin los datos o la información adecuados.

Incluso una pequeña elección para una organización —qué materia prima elegir para un nuevo producto, cuándo regar proactivamente los cultivos antes de una sequía, en qué fondos ecológicos invertir— requiere comprender información única y a menudo compleja.

Google

El lento avance por salvar el planeta

Aunque se trata de una herramienta interesante que ayudaría a complementar la lucha contra el cambio climático, puede llegar a sentirse bastante estéril a gran escala. Después de todo, no es más que un contador que le indica al usuario la huella de carbono que genera su consumo usando los servicios de Google, pero... ¿qué más?

Por muchos contadores que la compañía incluya, si no se ponen manos a la obra para reducir las emisiones producidas por sus equipos, poco vamos a lograr. Después de todo, que todos los usuarios reduzcan por 10 sus emisiones de carbono no es algo realista; y que una empresa multinacional de un nivel tan monstruoso como lo es Google quiera "dejar el cambio en manos individuales" nos deja un mal sabor de boca.

Lamentablemente, el cambio climático es algo que no se puede solucionar a nivel individual. No solo porque gran parte de las emisiones de carbono se deben a enormes compañías y sistemas de transporte, sino porque tampoco es realista... a menos que puedas controlar las decisiones de cada ser humano en el mundo —algo imposible—.

Sin embargo, los de Mountain View se llevan un punto por pensar activamente en frenar sus emisiones. Además, una de sus metas es la obtención de energía a partir de fuentes libres de carbono para el año 2030. De momento, sin embargo, parece que tendremos que conformarnos con un paso a la vez, aunque nos estemos quedando sin tiempo con cada minuto que pasa.

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