Amazon hace tiempo que dejó de ser un e-commerce y nada más. El gigante de las ventas en Internet ha pasado también a los comercios físicos con la apertura de tiendas y la compra de otras, también se ha convertido en supermercados de última milla, es un servicio de streaming, música, libros, servicios digitales para empresas y, ahora también, un gigante de la telemedicina. ¿Detrás de todo ello? Una gran cantidad de datos que hacen de Amazon un monstruo que todo lo sabe.

De esta manera, Amazon acaba de anunciar la adquisición de One Medical por la friolera de 3.900 millones de dólares. Es, de forma histórica, la tercera operación más grande que hace la compañía fundada por Jeff Bezos. Justo detrás de Whole Foods –su entrada a los supermercados físicos– de 13.700 millones y después de MGM – lo que les convierte en los reyes del cine– de 8.450 millones de dólares.

Con One Medical, Amazon se convierte en uno de los líderes del sector de la telemedicina en Estados Unidos. Y acompaña a los otros movimientos que de la tecnológica ha venido haciendo para entrar en un sector altamente rentable. La compañía lanzaba Amazon Pharmacy en 2020, una suerte de farmacia online para pedir medicamentos con receta. También suma al Amazon Care, su propio servicio de telemedicina lanzado recientemente y expandido por el país como forma de atención primaria privada.

El problema de las Big Tech y Amazon entrando en la telemedicina

El nuevo servicio de telemedicina y atención primaria que Amazon ha adquirido no se queda en un simple acto altruista por la salud de sus usuarios. El servicio, que funciona como una suscripción a Prime Video, tiene un claro objetivo detrás. Junto a su sistema de farmacia online, sumado al ecosistema en la nube de Amazon Web Service, el objetivo es recopilar tendencias y datos de los pacientes. De esta forma, la detección de tratamientos o sugerencias a los mismos alcanza un punto más elevado.

En cualquier caso, ya hay dudas sobre la adquisición de One Medical, que aún tiene que ser aprobada por las autoridades pertinentes. Esta entrada por todo lo alto de Amazon en el mundo de la telemedicina y la salud entra en conflicto con uno de los discursos que Joe Biden ha mantenido desde el inicio de su candidatura: el monopolio y poder que las big tech habían ido acumulando –sin control– durante años.

De hecho, ya se apunta al acuerdo como un reto para el Departamento de Justicia del país para evitar que Amazon, en este caso, tenga el control del sector médico. Algo que ya ocurriese con Facebook después de su posición dominante en el mercado de la publicidad online o las plataformas a través de Instagram o WhatsApp. También Microsoft, a los que catalogó como lobistas. Lo mismo con Google o Apple. Una posición que viene manteniendo Estados Unidos desde hace algunos años y que les acerca a uno de sus mayores rivales. China también viene ejerciendo un control férreo sobre sus grandes tecnológicas y el poder que, tras muchos años, han ido acumulando lejos del poder del Partido Único.

Tanto poder, incluso, como para ejercer presión en las decisiones gubernamentales a su antojo y beneficio. De hecho, One Medical ya ha sido señalada por saltarse algunas reglas del sector: ofrecer vacunas contra la Covid-19 a personas a las que no les tocaba por edad o patología o cobrar por las mismas cuando estas siempre fueron gratuitas.

En España, en negocio es cosa de telcos

La irrupción de las tecnológicas en el mundo de la telemedicina no es solo cosa de Estados Unidos y sus políticas de atención privada. Tampoco es una cuestión únicamente de Amazon. De aquí a un tiempo, los servicios de atención primaria online de carácter privado han sido la tónica. Especialmente desde la llegada de la pandemia por Coronavirus. Por un lado, la atención en farmacias es algo que el sector lleva tiempo reivindicando con sus propias aplicaciones y sistemas de reparto. Amazon ha absorbido gran parte del negocio que correspondía a esos establecimientos en lo llamado parafarmacia. Además, encontraron en Glovo otro rival con su recogida de medicamentos con receta para usuarios.

En cuanto a la telemedicina más pura, en España, a falta de grandes tecnológicas del corte de Google o Amazon, el papel ha recaído en las telcos. La fibra y el 5G no era suficiente para un negocio que lleva tiempo intentando reinventarse. Y que, aunque rentable y esencial, ha visto acotada su innovación por los elevados costes de infraestructura. El sector telco vio la oportunidad en el negocio eHealth. Con una atención pública altamente saturada, era una forma de aprovechar el pico de negocio. De hecho, las últimas encuestas demuestran que la opinión de los españoles sobre la atención primaria ha descendido puntos y 1 de cada 4 ciudadanos iría primero a un centro privado en vez de a uno público. Del desplome de lo público, llega el momento de lo privado.

También es un negocio interesante por su vinculación a las plataformas y a uno de los dorados de los próximos años: los datos. La información sobre salud, proporcionada por la digitalización de los datos, es uno de los puntos más interesantes para el ecosistema.

De esta manera, y además de los seguros privados que llevan años creciendo, no hay telco sin su servicio de salud. Telefónica con su Movistar Salud, Orange con Orange Salud y MásMóvil con DoctorGo. Todos servicios de telemedicina disponibles en su ecosistema de productos.

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