Obi-Wan Kenobi, de Disney+, llegó a un penúltimo capítulo en el que remontó algunos de sus problemas. Fue el más compacto y sólido a nivel argumental de los estrenados hasta ahora. También el más sólido y con una dirección más precisa. Como si eso no fuera suficiente, respondió varias de las preguntas más apremiantes del guion. Todo en menos de una hora y con una ejecución fluida. Lo que plantea una inevitable pregunta. ¿Pudo ser Obi Wan Kenobi una película? O al menos, ¿pudo ser menor su número de episodios? Los cuestionamientos parecen tocar un punto sensible en una de las producciones más controvertidas de Star Wars del último lustro. ¿Qué falla en el show?
El penúltimo capítulo de la serie demuestra que la historia de Obi-Wan Kenobi es mucho más débil de lo que podría suponerse. Tanto como para que su premisa central — el gran choque moral y espiritual entre Maestro y Padawan — pueda resolverse de forma secuencial y práctica. Lo más notorio de un capítulo que subsanó las blanduras de narración y el centro mismo de la historia es que hay material añadido sin verdadero valor. O al menos, sin la cohesión necesaria para narrar un argumento a través de seis capítulos.
Bajo el dominio del Imperio, Obi-Wan Kenobi emprende una misión trascendental
Ya disponible en Disney+
El nudo central acerca del inevitable enfrentamiento entre Kenobi y Vader se profundizó de manera apropiada con algunos flashbacks. También el conflicto de la Inquisidora Reva e incluso, los hilos conductores de Tala y su necesidad de reivindicación. El capítulo cinco de Obi-Wan Kenobi demostró que cada uno de los giros argumentales podrían analizarse por separado de forma sencilla. O al menos, de una manera mucho más reducida, e incluso sin la necesidad de cualquier otro añadido que pudiera ampliar la premisa.
¿Pudo ser la historia de Obi-Wan Kenobi una película? La pregunta es inevitable al comprobar lo prescindible que fueron la mayor parte de las secuencias de la serie. Desde el rescate de la pequeña Leia, hasta las demostraciones de poder de la Tercera Hermana. La producción avanzó entre una buena cantidad de líneas narrativas sin la menor profundidad. O en el mejor de los casos, que podrían ser analizadas por diálogos o escenas más específicas. De hecho, lo que demuestra el capítulo cinco es lo endeble de la estructura general del show como medio de exploración sobre Obi-Wan Kenobi. Lo que plantea muchas más dificultades al argumento y en especial, a la justificación misma de su existencia como parte del universo añadido Star Wars.
El Jedi, el recuerdo, el dolor
En el 2013, el rumor que una producción que narraría los acontecimientos posteriores a Star wars: episodio III — La venganza de los sith, comenzaron a circular. De hecho, según Entertainment Weekly, la premisa incluía un enfrentamiento entre Vader (de nuevo interpretado por Hayden Christensen) y el Kenobi de McGregor. El conflicto entre el Padawan reconvertido en el más poderoso Sith y su antiguo maestro se plantearía como contexto alrededor de la historia de ambos. Y además, una batalla entre el bien y el mal en el escenario de un Imperio fuerte y la creación de los Inquisidores.
Pero la idea evolucionó y entró en un hiatus de casi cinco años. Después se replanteó desde la premisa de una serie. Una que entraba en los planes de Disney con una plataforma streaming. Para la productora Kathleen Kennedy, la idea de reformular el film fue casi “natural”. Y según la misma entrevista en EW, al final permitió unificar criterios “sobre el futuro del proyecto Kenobi” como se le conocía por entonces. Pero incluso en ese momento, la producción atravesó una nueva complicación. Con buena parte de los guiones escritos y algunas lecturas previas, el resultado resultó tan poco convincente que volvió a la mesa de trabajo.
Siempre según el artículo de EW, el argumento sufrió una segunda reescritura y al final se llegó a un resultado final satisfactorio. Para entonces, el salto entre el formato cinematográfico a uno de serie permitió explorar diversas ideas. Y después de los resultados de The Mandalorian, el objetivo parecía claro: analizar la figura de Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker desde lugares nuevos. En especial, uno que pudiera mostrar los primeros y angustiosos años de Skywalker y las consecuencias de su traumática batalla en Mustafar. La idea central sería profundizar en la forma en que Vader lidiaba con los conflictos, todavía recientes, después de su caída en el lado oscuro. Eso por supuesto, además de mostrar todo lo relacionado con el tránsito hacia el aislamiento y el dolor de Kenobi.
No obstante, la serie Obi-Wan Kenobi no logró — hasta ahora — analizar ambos punto de manera suficiente. Tampoco pudo construir un argumento que justificara seis capítulos para contar un conflicto específico que se disolvió entre una narración más amplia. El argumento de la serie es un gran homenaje a la nostalgia tan anclado a la idea central que se desvanece al profundizar en otras miradas y cuestionamientos. El guion, estratificado en capítulos, carece de verdadera coherencia. Y a pesar de sus ambiciones, resultó un recorrido endeble por puntos tan desgastados de la saga galáctica, que decepcionó a buena parte de la audiencia.
Como si eso no fuera suficiente, Obi-Wan Kenobi adolece de unidad temática. La ausencia de un motivo central que justifique recorrer el posible enfrentamiento de Obi-Wan Kenobi y Vader desde la periferia pesa en la frágil premisa.
El quinto capítulo demuestra los fallos en Obi-Wan Kenobi
El penúltimo capítulo de la serie es el más rápido, ágil y elocuente de la serie. El argumento está lleno de dobles discursos morales y una exploración brillante sobre el dolor y la culpa. Pero la forma orgánica en que logró construir una razón sustancial para justificar el discurso sobre la búsqueda de redención, demuestra los fallos del programa. No solo el capítulo englobó todas las luchas y batallas — visibles e invisibles — de sus personajes. También, elaboró un sostén creíble acerca de sus debilidades y dualidades.
Date de alta en Disney Plus ahora y ahorra gracias a la suscripción anual, con la que podrás disfrutar de todo su catálogo de series y películas. Acceso a los últimos estrenos, al catálogo de Star y a los mejores documentales de National Geographic.
Todo en menos de una hora y bajo la construcción de una idea más contundente sobre su propósito. ¿Pudo ser la premisa de Obi-Wan Kenobi mucho más efectiva, elegante y emocional como largometraje? Para su final, la serie ha dejado clara la respuesta. Lo que hace que sea inevitable cuestionar el sentido central de un proyecto con más fallos que aciertos. ¿Era necesaria Obi-Wan Kenobi?