Aunque a simple vista quizá no sea una serie que genere interés, bastarán un par de episodios para querer verla completa. Son un total de ocho y son cortos, poco más de veinte minutos. Lo necesario, en un contexto saturado por los contenidos, para acompañar al espectador en distintos momentos, sacar alguna carcajada y, en ese viaje, invitar a alguna reflexión sobre la sociedad contemporánea. De eso se trata El idiota preferido de Dios, de Netflix.

Melissa McCarthy, a través de su empresa productora y de su actuación, comanda un relato orientado a parodiar distintos tópicos religiosos; desde las ideas asociadas con Dios y Satanas, hasta los diversos relatos relacionados con el pulso entre el bien y el mal. Ella interpreta a Amily Luck, quien se convierte en el interés sentimental de Ben Falcone, el otro protagonista, y quien interpreta a Clark Thompson. Esta conexión amorosa se produce en el mismo momento en el que Dios lo elige como uno de sus mensajeros.

Clark es un empleado común que, de un momento a otro, comienza a recibir toda la atención pública que nunca tuvo. Mientras tanto, Amily es una compañera de trabajo con problemas con el alcohol y una irritabilidad evidente. Mientras uno es calma el otro es tormenta. Eso alimenta buena parte de El idiota preferido de Dios, un relato que no es romántico pero se alimenta de ese vínculo para reírse de distintas perspectivas religiosas.

El idiota preferido de Dios, humor estadounidense para disfrutar

El relato es sostenido por la camaradería y amistad que se produce entre Amily, Clark y sus compañeros de trabajo. De forma progresiva, unos y otros van asumiendo que su compañero es una suerte de representante de Dios en la tierra, a la vez que conocen los peligros que enfrenta el protagonista. A través de ellos se explora la memoria, la familia, algunas de las teorías relacionadas con la religión y el peso de esta en la sociedad contemporánea. 

YouTube video

Todo esto desde una perspectiva bastante distendida. El idiota perfecto de Dios es una parodia a las corrientes que se atribuyen mensajeros, a la incapacidad de unos y otros en encontrar respuestas, a la fe entregada a distintas figuras (religiosas o no) para que influyan en distintos sectores de la sociedad, incluyendo parte de la cultura pop, con referencias a Harry Potter y el Thor, por ejemplo. Aunque la mezcla de elementos pueda resultar extraña, sirve para construir un relato entretenido.

Leslie Bibb, interpretando a Satán, sirve de contraste a los protagonistas, Una villana manipuladora y cruel que no desentona con el tono de humor marcado por el relato. Se une a él de forma natural. El hecho de que sea una mujer quizá es otro de los mensajes implícitos de la serie, que se ríe de que el mal se asocie con un género en particular aunque no sea exclusiva de uno u otro. Entre ellos se plantea la esencia del relato: otra representación de la lucha entre el bien y el mal, con varios momentos estimar. Como los cuatro jinetes del apocalipsis corriendo dentro de un supermercado y una referencia a El señor de los Anillos.  

El “pero” de la serie de Netflix

Asumiendo que es una serie repleta de humor estadounidense, un talk show marcado por distintos detalles románticos, los capítulos intermedios de El idiota preferido por Dios se desconectan del ritmo inicial de la serie. Hasta los últimos dos, cuando recobra un ritmo más parecido al del comienzo. Son tramos en los que otros personajes tienen más espacio de desarrollo.

El idiota preferido de Dios, la nueva serie de Netflix

Quizá lo último se produjo pensando en que será información necesaria para una segunda temporada. Más allá del freno en el ritmo, el crecimiento de los personajes secundarios es conveniente para evitar que todo se resuman en Amily y Clark. El idiota preferido de Dios apunta a ser una narración que se ríe de múltiples cuestiones. En ese sentido, otros caracteres dan margen de acción; dentro de ellos destaca Kevin Dunn, interpretando a Gene, el papá de Clark.

El final abierto invita a pensar en que habrá una segunda temporada. Una buena noticia.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: