Con frecuencia, las grandes conmemoraciones del catolicismo crean un inevitable clima de recogimiento y espiritualidad. Uno, que incluso incluye a buena parte de la cultura pop. Ya es tradicional que buena parte de la televisión y en algunos países del mundo, el cine se llene de nombres de grandes películas religiosas. Éxitos que narran, para bien o para mal, la connotación de lo divino en nuestras vidas. El streaming es terreno libre para otro punto de vista. En especial, uno que puede resultar chocante y escandalizar. Las películas y series de Netflix son perfectas para este contenido.

¿Qué ocurre si deseas ver contenido blasfemo o herético? Se trata de una decisión curiosa que además tiene una relación complicada, extraña y singular con cierto pensamiento subversivo. ¿Y qué mejor lugar para encontrar algo semejante que en las grandes plataformas online? Se trata de un recorrido por lo mejor y más extraño en la manera de entender el lenguaje cinematográfico sobre la fe. También, su forma de profundizar acerca de lo humano y lo divino.

Te dejamos cinco sugerencias de contenido blasfemo que puedes ver en Netflix esta Semana Santa. Desde películas que se harán burlarte de los grandes nombres de la religión, hasta una serie que utiliza lo religioso para fines sorprendentes. Te desconcertará todo lo que puede mostrarte el catálogo de Netflix sobre ese lado oscuro de lo religioso, que quizás, todavía no conoces lo suficiente.

La monja guerrera

Ava (Alba Batista) tiene una misión. O al menos se tropezó con ella después de morir y resucitar en medio de un conflicto apocalíptico. La serie, basada en el cómic del mismo nombre de Ben Dunn, cuenta la historia de la eterna lucha del bien y el mal. Pero lo hace desde un ángulo distinto, gamberro y, sí, la mayoría de las veces blasfemo

Buena parte de la efectividad de la serie de Netflix, se basa en la manera en cómo usa los símbolos del catolicismo en escenas de lucha y muerte. También, en su capacidad para transformarlos en una extraña combinación de versiones sobre armas, métodos de defensa y singular versión del bien. 

Como si todo lo anterior no fuera suficiente, incluso las órdenes religiosas y el mismo cielo salen malparados en la imaginaria del programa. Los ángeles son algo más que enviados celestiales y las aureolas símbolos de divinidad. Al final, todo lo relacionado con la fe, termina por convertirse en una combinación entre lo psicodélico, lo singular y lo violento.

La vida de Brian

Los clásicos comediantes británicos Monty Python se han burlado de prácticamente todo. Y por supuesto, también de la religión. La vida de Brian, disponible en el catálogo de películas de Netflix, es una parodia cínica y brutalmente honesta sobre los orígenes de la religión. También demuestra el elemento infalible que hizo famoso a los Monty Python: su capacidad para encontrar chistes incluso en situaciones dramáticas. 

Y La vida de Brian no se detiene por nada. La historia del otro mesías, Brian, recorre los principales pasajes de los evangelios desde lo disparatado y el sarcasmo. Desde una María que notoriamente es interpretada por un hombre, hasta la crucifixión convertida en número musical. La vida de Brian abarca un sentido de la blasfemia tan brillante como retorcido. Hay momentos para todos los gustos. Poncio Pilato haciendo reír a una multitud burlona con su forma de hablar, las pintadas con errores gramaticales (y en latín) en las paredes. Las largas discusiones sobre la divinidad de Brian e incluso el sermón de la montaña, con una línea de oyentes al fondo desconcertada. 

Si los Monty Python son conocidos por su capacidad para hacer reír, en esta ocasión utilizan su ingenio para convertir la historia católica en una colección de absurdas. ¿Heréticos? Sin duda. ¿Divertidos? Por supuesto. 

El código Da Vinci

¿Muy inofensiva para parecer blasfema? Te sorprenderá saber que la adaptación del superventas literario tuvo un largo trayecto a los cines. Uno envuelto en la polémica, las protestas del Vaticano y el Opus Dei, además de los reclamos de historiadores católicos por su imprecisión. ¿El motivo de tanto escándalo? La blasfema idea sobre la posibilidad que Jesús hubiera contraído matrimonio con María Magdalena para engendrar una larga línea de sangre divina. 

La película disponible en el catálogo de Netflix, al igual que el libro, explora la premisa y además reflexiona sobre la religión desde un ángulo que buena parte de la iglesia consideró herético. En especial, gracias a sus personajes que incluían un miembro del estamento vaticano capaz de enviar un asesino a sueldo. Más allá de eso, el argumento se atrevió a mostrar a una supuesta descendiente de Cristo recorriendo el camino para comprender su origen.

Tal vez ahora mismo la película no parezca del todo escandalosa. Pero en el momento de su estreno fue una batalla entre titanes. El Vaticano contra la cultura pop. Una de esas raras ocasiones en que la historia a marras de una película es incluso más interesante que la que cuenta. 

Noé

El Antiguo Testamento se reinventa desde un punto de vista blasfemo gracias a la dirección de Darren Aronofsky. Se trató de un riesgo monumental que no salió del todo bien, pero que dejó para la historia una épica oscura desconcertante. Cuando Noé (Russell Crowe) recibe el mandato divino de salvar parte de la creación ante una inminente catástrofe se encuentra con la imposibilidad. 

¿Cómo llevar a cabo una misión de semejante envergadura? La película, disponible en el catálogo de Netflix, reflexiona a un nivel blasfemo sobre la idea inquietante de las grandes pruebas bíblicas y sus obstáculos. Pero más allá de eso, sobre la figura de Noé, que de patriarca generoso llega al cine como impaciente, casi violento y obsesionado.

Como si eso no fuera suficiente, la película toma las líneas de una película de terror en sus momentos más extraños. Desde convertir a los ángeles en criaturas temibles, hasta las dudas de la familia de Noé sobre la empresa sobrenatural a llevar a cabo. Poco a poco, la película se transforma en una combinación de rarísimas versiones sobre el bien y el mal. También, una larga sucesión de singulares miradas a la oscuridad humana. Todo a través de cierta escala monstruosa.

La cabaña siniestra

Grace (Riley Keough) tiene un pasado oscuro a cuestas. Uno, además, que le dejó profundas heridas emocionales. Pero como si eso no fuera suficiente, también una noción distorsionada y violenta sobre la religión. Cuando sus hijastros Aidan (Jaeden Martell) y Mia (Lia McHugh) comiencen un juego malintencionado, los horrores en la mente de Grace se convertirán en algo monstruoso. Y todo relacionado con una visión blasfema y temible de la religión. 

La película disponible en Netflix es inquietante, incómoda y con un final desconcertante que deja sin aliento, es una versión terrorífica sobre la religión. También, un tránsito elocuente sobre la forma en que las distorsiones de la fe, puede crear sus propios monstruos. La película, que por momentos incluso hace uso del humor para narrar momentos terroríficos, es una sutil crítica al dogma. A la vez, a las formas como la religión puede manifestarse y la manera en que el miedo, es una forma de control religioso. 

Oscura, temible y violenta, la blasfemia en La cabaña siniestra es también una rara versión sobre la naturaleza humana enfrentada a lo imposible. 

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