Se dice que los ojos son el espejo del alma, pero ¿y si en realidad son una ventana para saber cómo de saludable está nuestro cerebro? Una nueva investigación explica que la clave de la detección precoz del alzhéimer podría estar en la retina. Pero veamos qué dicen los investigadores sobre todo esto.

El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa para la que, todavía, no tenemos una cura. No obstante, cada vez se puede diagnosticar en fases más tempranas. "La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente", explican en la Clínica Mayo. A pesar de ser una enfermedad progresiva sin cura, los tratamientos "pueden mejorar temporalmente los síntomas o retardar su progresión", añaden.

¿Y cuáles son los síntomas de la enfermedad de Alzheimer? El principal es la pérdida de memoria. Por ejemplo, olvidarse de conversaciones recientes o no recordar eventos. Más adelante puede colocar objetos personales en lugares que no les corresponden o llegar a perderse en lugares que conocen. En ocasiones puede ser confundido con la demencia, que en realidad engloba tanto a esta enfermedad como a otras que conllevan pérdida de la memoria.

La retina, ¿clave para detectar el alzhéimer?

Ahora que ya sabemos un poco más del alzhéimer, hablemos de la nueva investigación publicada en la revista científica JAMA Ophthalmology.

Y es que esta nueva investigación sugiere que el adelgazamiento de la retina, es decir, del tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo, en la mediana edad está relacionado con el rendimiento cognitivo en su vida adulta, apuntan desde Science Alert.

En el futuro, una sencilla prueba ocular que podría predecir el riesgo de que una persona sufra afecciones como la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia

A pesar de las buenas noticias que esto supone, serán necesarias más investigaciones sobre la relación entre el adelgazamiento de la retina y el alzhéimer para estar completamente seguros de que dicha asociación existe. No obstante, hay que ser optimistas porque si es así este es un gran paso para la detección precoz de la enfermedad de Alzheimer. Y es que con una sencilla prueba ocular se podría ver si una persona tiene riesgo de padecer demencia.

"Dado que no hemos podido tratar el alzhéimer avanzado y que la prevalencia mundial de la enfermedad va en aumento; es realmente importante poder identificar a las personas en la fase preclínica, cuando aún podemos intervenir", afirmó la investigadora sanitaria Ashleigh Barrett-Young, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda).

No es el primer estudio que asocia el estado de la retina con la enfermedad de Alzheimer

Como hemos dicho ya, harán falta más investigaciones sobre si el adelgazamiento de la retina puede ser una señal de que habrá algún tipo de demencia, como el alzhéimer, en el paciente. Sin embargo, esta no es la primera vez que se apunta en esta dirección. Es más, ya hace más de una década que se encontraron proteínas beta-amiloides, una de las claras señales del alzhéimer en el cuerpo, en las retinas de enfermos. Y otros estudios posteriores han revelado que estos pacientes tienen retinas más delgadas. Y en 2018 ya hubo otro estudio que encontró vínculos entre la enfermedad de Alzheimer y tres condiciones oculares (incluidas glaucoma y degeración macular).

Todas estas investigaciones apuntan en una misma dirección. Sin embargo, harán falta muchos otros estudios para establecer una fuerte asociación entre la salud ocular y el padecimiento de alzhéimer.

Así fue la nueva investigación

Pero volvamos a la recientemente publicada investigación. Para entender mejor esta posible asociación hay que observar cómo se ha realizado el estudio y lo que han visto en él.

En esta investigación se han usado los datos del Estudio Dunedin, en el que se ha seguido a unos 1.000 niños nacidos al principio de la década de 1970 en Nueva Zelanda. Esto es lo que se conoce como estudio de cohorte porque se sigue a los participantes a lo largo de su vida. De esta manera se pueden ver, entre otras cosas, vínculos entre los estilos de vida y las enfermedades que van desarrollando.

De entre todas estas personas, al final se seleccionaron solo a 865 adultos a los que se les hizo un escáner ocular y otras pruebas neuropsicológicas a los 45 años. Estas se habían hecho con anterioridad también durante su niñez. Para su investigación, el equipo de la doctora Barrett-Young exploraron el grosor de dos zonas de la retina. Estas partes de la retina fueron sus capas de fibras nerviosas y las capas de células ganglionares. ¿El resultado? Los pacientes con capas de retina más finas obtuvieron puntuaciones más bajas de rendimiento cognitivo, tanto de niños como una vez ya siendo adultos.

Los pacientes del estudio con capas de retina más finas obtuvieron puntuaciones más bajas de rendimiento cognitivo

Esto no tiene por qué significar que padecerán demencia o alzhéimer. De hecho, el adelgazamiento de la retina a los 45 años se ha vinculado con un deterioro cognitivo; pero simplemente puede ser un signo de envejecimiento. Y no tiene por qué ser un síntoma más de que el paciente padecerá alzhéimer. Sin embargo, hay que tenerlo en cuenta y seguir observando esto.

Aunque la investigación sí que ha dejado claro que el adelgazamiento de la retina puede ser un indicador de la salud del cerebro puesto que, como hemos visto, las personas con retinas más gruesas tienen mejores puntuaciones en las pruebas de rendimiento cognitivo. Así lo refleja la investigadora principal: "Los resultados sugieren que [el grosor de la retina] podría ser un indicador de la salud general del cerebro".

Todavía queda mucho camino que recorrer en el campo de la enfermedad de Alzheimer; pero este nuevo estudio demuestra que las investigaciones son fundamentales. No solo para entender cómo funciona o cómo podemos tratarlas. La ciencia está aquí para ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida y este solo es un ejemplo más de todo lo que puede hacer por nosotros. No sabemos si algún día habrá cura, pero un diagnóstico precoz ayudará a muchos pacientes.