¿Es peligroso usar corbata? Esta puede parecer una pregunta sin sentido. ¿Por qué iba a serlo? Sin embargo, si lo pensamos, esta prenda de ropa es un lazo atado fuertemente al cuello, que a veces permanece ahí durante horas. Para muchos científicos esto es, al menos, digno de estudio.

Por eso, se han llevado a cabo multitud de estudios, dirigidos a analizar posibles efectos perjudiciales. Los hay que se centran en los efectos de la corbata sobre la presión intraocular o el flujo de sangre al cerebro. Otros analizan su potencial como superficie transmisora de microbios. Y otros se centran en profesionales concretos, como los cantantes o los informáticos.

El resumen de todos ellos es que, en general, no es peligroso llevar corbata. Quizás algunos de esos efectos podrían afectar a personas con patologías previas, pero generalmente no habría nada que temer. No obstante, las conclusiones de estas investigaciones sí que sirven para que, al menos, quienes usan corbata se planteen aflojársela un poco. No se trata de dejar de llevarla, pero quizás sí de no tenerla tan apretada. Así, aunque el riesgo de por sí no sea mucho, será todavía más bajo.

Los peligros de llevar la corbata muy apretada

En realidad, de todos los posibles peligros que se van a mencionar en este artículo los que mayor fundamento tienen son los que se relacionan con el aumento de la presión intracraneal e intraocular. Esto tiene sentido, pues  una corbata apretada supone una compresión continua de las venas yugulares, que se encargan de llevar la sangre de la cabeza al corazón; pasando, por supuesto, por el cuello.

Existen varios estudios que analizan estos efectos. Cabe destacar que ninguno ha usado un número muy alto de participantes; pero que, aun así, los resultados son dignos de mención.

Aunque todos los estudios encuentran un aumento de la presión intraocular, no todos coinciden en que se pueda producir glaucoma

Por ejemplo, en 2018 un equipo de investigadores alemanes reunió a 30 hombres adultos sanos, sin ninguna patología cardiovascular previa. Se les separó en dos grupos iguales de 15 personas, uno control, en el que no usaron corbata, y otro en el que sí que lo hicieron. Todos ellos se sometieron a una resonancia magnética para analizar el flujo de sangre en el cerebro. No obstante, en los del segundo grupo esa resonancia se realizó en tres etapas. Primero, con el cuello de la camisa abierto y la corbata desabrochada. Después, con el cuello cerrado y la corbata atada con un nudo Windsor y, finalmente, con el cuello desabotonado y la corbata también abierta. Entre cada una de estas fases transcurrieron 15 minutos. 

Al analizar las resonancias magnéticas, vieron que en el grupo que llevó corbata el flujo de sangre en el cerebro disminuyó en 13 de los 15 participantes. En cambio, en el grupo control solo ocurrió en 6. De hecho, en este grupo incluso hubo 5 personas para las que el flujo aumentó. En cuanto al resto, de un grupo y otro, no hubo cambios con el paso del tiempo. Lo curioso es que en el grupo que usó corbata el aumento se dio claramente en el momento que se abrocharon la corbata y el cuello y, de hecho, continuó un tiempo después de que se los aflojaran. Y esto es un problema, pues la presión intracraneal es inversamente proporcional al flujo en el cerebro, de modo que podría ser que esta disminución en el flujo estuviese relacionada con un aumento de la presión intracraneal.

Unos años antes de este estudio, en 2012, se había realizado otro de 40 participantes en el que se detectaba un aumento de la presión intraocular en los que usaron corbata. De hecho, el procedimiento era muy parecido y posiblemente inspiró el de 2018. Todos ellos empezaron con camisa y corbata sueltos, después se abrocharon y más tarde se las aflojaron. La única diferencia es que en este caso solo se dejaron 3 minutos entre cada etapa. Pero de nuevo se vieron diferencias claras con respecto al grupo control. En este estudio se concluye que usar una corbata muy apretada de forma periódica podría causar glaucoma. Esta es una afección en la que el nervio óptico se daña cuando se somete a una presión muy elevada. 

Sin embargo, un artículo anterior publicado en 2005 señalaba que, en realidad, precisamente el aumento paralelo de la presión cerebral podría prevenir el glaucoma. Se explica que al aumentar la presión del líquido cefalorraquídeo, que se encuentra bañando y protegiendo el encéfalo y la médula espinal, se podría compensar la presión intraocular que llega al nervio óptico. Habría un equilibrio que evitaría que se produjera el glaucoma. 

Sea como sea, por si acaso, lo recomendable es no apretar excesivamente el nudo de la corbata. Especialmente para personas con problemas vasculares, pero es un buen consejo para todo el mundo. Usar corbata, en general, no es peligroso, pero apretarla demasiado no deja de ser una comprensión en la yugular que es mejor evitar. 

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¿Podrían transmitir patógenos?

Curiosamente, existen también estudios que analizan si llevar corbata puede ser peligroso por la posible transmisión de patógenos. Obviamente, esto no se aplica a toda la población, sino más bien a aquellos que están regularmente expuestos a microbios: los sanitarios.

En el pasado, se consideraba que los médicos deberían llevar corbata siempre. Incluso los pacientes se fiaban más de quienes vestían con ella. De hecho, en un estudio publicado en 1991 en el que se encuestó a un grupo de pacientes, el 67% reconoció que deberían llevarla. 

La percepción que tienen los pacientes sobre el uso de corbata en médicos ha cambiado con los años

Afortunadamente, esto ha cambiado con el tiempo. En 2008 un nuevo estudio, centrado esta vez en pacientes de un servicio de otorrinolaringología, el 76% refirió que no es necesario que la lleven. Poco a poco vamos siendo conscientes de que una corbata no hace a un médico mejor, como un tatuaje no lo hace peor.

Pero es que, además, si tenemos en cuenta que la corbata no se lava tan a menudo como la camisa, podría incluso ser poco higiénico. En una revisión de datos de los departamentos de salud de Reino Unido de 2010, por ejemplo, se detectaron casos de estafilococos coagulasa negativos (CoNS) en las corbatas de 2 de 5 médicos de cuidados intensivos. Además, en un hospital de Escocia se detectó Staphylococcus aureus en 40 corbatas de médicos. Este estudio concluyó que su uso debería desaconsejarse. Sin embargo, en otro publicado ese mismo año se resta importancia, explicando que los niveles de bacterias suelen ser demasiado bajos para causar una infección y que, por lo tanto, no es peligroso que un médico use corbata. 

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¿Es peligroso el uso de la corbata para los informáticos?

Seamos realistas. Si pensamos en un informático lo último que imaginamos es un hombre con corbata. Al menos hoy en día. Pero sí que es cierto que muchas personas que trabajan en un ordenador en oficinas la llevan. Y eso, según un estudio de 2011, podría causar dolor en el cuello.

Lo vieron al realizar diagnóstico de imagen en 30 informáticos que trabajaban regularmente con corbata, pues cuando esta se llevaba muy apretada disminuían significativamente parámetros como la flexión y extensión del cuello y la flexión lateral del rango de movimiento cervical. En resumen, si trabajas con corbata y delante de un ordenador, no la aprietes demasiado. Y levántate regularmente de la silla. No es el tema de este artículo, pero es importante recordarlo, pues el sedentarismo es mucho más peligroso que una corbata demasiado apretada.

¿Qué pasa con los cantantes?

En el canto lírico es bastante habitual ver a los intérpretes masculinos llevando pajarita o corbata. Por eso, en un estudio reciente se midió si su voz puede verse afectada por la presión en el cuello.

En él participaron 30 solistas, de los cuales 19 eran tenores, 9 barítonos, 1 bajo-barítono y 1 bajo. Todos tuvieron que cantar como de costumbre, mientras se les grabó con aparatología específica para detectar posibles cambios en su voz influidos por el uso de corbata. Y sí que los hubo, pues se observaron diferencias estadísticamente significativas en la energía espectral (0-10 kHz) entre actuaciones con y sin corbata, aumentos en las mediciones porcentuales medias de nerviosismo y brillo de los cantantes con corbata y reducción significativa en la facilidad fonatoria percibida al cantar mientras se usa una corbata. 

Además, al preguntarle por sus preferencias, la mayoría manifestaron que preferían cantar sin llevar corbata. Por lo tanto, ¿es peligroso? No, pero sí que podría afectar a su facilidad para cantar.

En definitiva, no debemos temer llevar este complemento de moda. Llevarlo puntualmente no es ningún problema y hacerlo de forma regular por trabajo tampoco debe serlo. Pero, por si acaso, mejor no volverse locos apretando. Y si eres cantante, aprende de Freddy Mercury. La corbata, cuanto más floja, mejor.