Los exigentes requisitos de hardware de Windows 11 podrían perjudicar su despliegue en el ámbito empresarial. Según una investigación de Lansweeper, más de la mitad de las estaciones de trabajo encuestadas no están en condiciones inmediatas de ejecutar el sistema operativo de nueva generación de Microsoft.

El estudio, que incluyó unos 30 millones de dispositivos en más de 60 mil empresas, reveló que los requisitos de procesador y el Módulo de plataforma segura (TPM) son los principales culpables de que Windows 11 no pueda ejecutarse en una gran cantidad de ordenadores que actualmente corren Windows 10 o versiones anteriores.

Los detalles indican que solo el 44,4% de las estaciones de trabajo cumplían con los requisitos de CPU. En las pruebas de TPM 2.0, el panorama es algo diferente. El 52,55% contaba con un módulo seguro compatible con Windows 11; el 28,19% tenía un modelo no compatible o no habilitado y el 19,25% no superó la prueba.

El requisito que pasó la mayoría de los equipos es el de la memoria RAM. Un 91,05% de las estaciones de trabajo contempladas contaban con el mínimo (4 GB) o más de memoria requerida por Windows 11. Solo el 8,95% no se encontraba en condiciones de ejecutar el nuevo software de Microsoft.

Windows 11
Crédito: Microsoft

Windows 11 y las máquinas virtuales

El estudio de Lansweeper reveló que el requisito de TPM 2.0 es el más complicado para Windows 11 en máquinas virtuales. Solo el 0,23% tenían esta característica disponible. Esto podría tener cierto sentido ya si bien Microsoft venía recomendado el uso de la el Módulo de plataforma segura, no lo hizo completamente obligatorio.

Algunos podrían pensar en que, como se trata de una máquina virtual, TPM 2.0 se podría emular con el objetivo de esquivar ese requisito. No obstante, Microsoft dejó claro en una publicación de su blog que los sistemas virtualizados deberán cumplir con los mismos requisitos que los ordenadores físicos.

TPM es, básicamente, de un chip criptográfico diseñado para llevar a cabo varios mecanismos de seguridad físicos y así evitar que software malintencionado pueda comprometer el sistema. El nuevo sistema de Microsoft requiere la versión 2.0.

En cuanto al procesador, los de Redmond exigen que sea de 64 bits y tenga un mínimo de 1 GHz de velocidad con dos o más núcleos. Y piden que sean iguales o superiores a los Intel de 8ª generación o AMD Zen 2, con algunas excepciones. Los detalles de los requisitos se encuentran en este documento de soporte. También es posible consultar más detalles en el siguiente enlace.

Windows 11 se lanzará al público el próximo 5 de octubre. Será gratis para usuarios de Windows 10 y se distribuirá con base en un sistema de prioridad basado en hardware, las métricas de confiabilidad y la antigüedad del dispositivo.

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