Pfizer ha anunciado hoy los resultados del ensayo clínico de sus vacunas del coronavirus para niños con edades entre los 5 y los 11 años. Aún se encuentra a la espera de la aprobación por parte de agencias reguladoras, como la FDA o la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). No obstante, ya pueden anticipar que los resultados han sido muy similares a los obtenidos con adultos.

Concretamente, según han descrito en un comunicado, se concluye que es una vacuna segura, bien tolerada y con una respuesta robusta de anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2.

¿Pero qué más sabemos sobre ella? ¿Son los resultados comparables con los que hemos visto en adultos todo este tiempo? Afortunadamente, los resultados indican que no hay nada que temer.

Una puerta abierta a las vacunas del coronavirus para niños

Aunque varias compañías habían anunciado que comenzarían a probar sus vacunas del coronavirus en niños, Pfizer ha sido la primera en publicar resultados.

La dosis es más baja que en adultos, pero por lo demás se trata de la misma vacuna

Lo ha hecho tras la finalización de un ensayo clínico en el que han participado 2.268 niños de 5 a 11 años.  También se encuentran en marcha otros dos ensayos clínicos, uno con bebés de 6 meses a 2 años y otro con niños de 2 a 5 años. No obstante, se espera que los resultados de estos dos no lleguen hasta finales de año.

De momento, sabemos que la única diferencia con respecto a las vacunas del coronavirus de Pfizer para adultos ha sido la dosis. Si bien las personas de 12 años o más han recibido dos dosis de 30 microgramos, a los niños se les han administrado dos dosis de 10 microgramos. En cuanto al distanciamiento entre dosis, ha sido el mismo: 21 días.

Los resultados obtenidos al medir los anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 han sido equivalentes a los de los adultos de 16 a 25 años. Y lo mismo ocurre con los efectos secundarios.  

Sin cambios en la vacuna de Pfizer

Estas vacunas del coronavirus de Pfizer para niños siguen siendo las mismas que en adultos. Por lo tanto, se mantiene la tecnología del ARN mensajero, que favorece que nuestras propias células fabriquen una proteína del SARS-CoV-2, con el fin de engañar al sistema inmunitario y conducirlo a generar anticuerpos contra el patógeno.

Ya sabemos que la inmunidad de grupo, tal y como se describió en un principio, es imposible de conseguir, más aún tras la aparición de las últimas variantes. Por eso, es importante vacunar al mayor porcentaje posible de población. Y eso es algo que también incluye a los niños. Especialmente ahora que ha empezado el curso, se trata de una población vulnerable por no estar vacunada. Por eso, una vez que la FDA, la EMA y el resto de agencias den el visto bueno, es previsible que los gobiernos no tarden en incluir a los pequeños de la casa en las campañas de vacunación. Pero para eso habrá que esperar todavía un poco. Seguiremos atentos a las noticias. 

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