Parecía que había muchas fintech, pero siempre hay hueco para alguna más. De hecho, España es uno de los terrenos más fértiles para este ecosistema. Según El Referente, existen 400 compañías dedicadas a este negocio –50 de ellas extranjeras– dejando a España como el sexto ecosistema más potente del mundo. Ahora nace una más que, además, busca competir con uno de los grandes del fintech para empresas. Divilo, de capital 100% español, quiere quitar del mapa a Stripe, el gigante de las pasarelas de pagos con sede en Estados Unidos y operaciones en toda Europa. En segundo nivel también quieren competir contra Quonto, una versión similar pero con origen en Francia.
Divilo, fundada por Juan Guruceta, quiere conquistar al conjunto más potente empresarial en España: las pymes. Prácticamente la totalidad del tejido empresarial en el país. También a los autónomos –más del 3 millones en España–. Es precisamente el grupo que ya Stripe identificó hace unos años, agregando también pasarelas de pago para grandes players: Deliveroo, Booking o Asos entre otros muchos.
¿La ventaja de Stripe? El largo histórico que llevan detrás desde su fundación en 2010 y su valoración de 95.000 millones de dólares. Divilo ahora tiene que convencer con su reciente creación, un equipo que nace de las grandes consultoras y entidades financieras, con una ronda de financiación de 5,2 millones de euros y una valoración de 24 millones de euros.
Divilo apunta al 0,45% más 0,06 céntimos para las operaciones a través del móvil
De momento, y como la mayor parte de las compañías de su entorno, entra ahora en el segmento por la vía de la competitividad de las comisiones y la gestión móvil de los servicios. Porque hay algo claro en este segmento es que el modelo de negocio sigue fundamentado en los sistemas de comisiones. Si una Stripe ya consolidada cuenta con una tarifa del 1,4%, más 0,25 euros por transacción, Divilo apunta al 0,45% más 0,06 céntimos para las operaciones a través del móvil. Es decir, aquellas en las que el teléfono móvil opera como un datáfono a través de la tecnología NFC –por costes operativos, apuntan–.
Es precisamente el uso del sistema de pagos a través del móvil –desarrollado a través de los propios dispositivos móviles– lo que la compañía quiere explotar para su diferenciación de la competencia. Principalmente de las grandes entidades financieras y sus datáfonos.
Para las pasarelas de pago, las habituales en cualquier plataforma, solo se llevarán el porcentaje de comisión del 0,55% de la compra. Aún así, asumen que son precios competitivos que subirán con el paso del tiempo una vez estén consolidados en el sector y acabe el periodo de oferta.
De momento, y sin salir aún al mercado, su intención es la de tener 2.000 clientes de aquí a diciembre. Así como salir a conquistar Europa y Latinoamérica, regiones en las que Stripe también cuenta con una posición dominante.