2021 prometía ser el año de las consolidaciones y, muy posiblemente de las compras. Y así ha empezado: MásMovil compra Lucera para seguir profundizando en el sector de la energía en España. Concretamente en el negocio de la comercialización de energía renovable a un precio altamente competitivo respecto a las grandes compañías del sector.
No es la primera incursión de MásMovil en el ecosistema. La teleoperadora ya era socia de la compañía de energía fundada por Emilio Bravo desde hacía varios meses. Juntas habían impulsado el lanzamiento de EnergyGo el 14 de diciembre de 2020. Una marca adicional a PepeEnergy a través de PepePhone –marca propiedad de MásMóvil–. Servicio por el que ya han alcanzado los 100.000 clientes y que, a grandes rasgos, sería una versión integrada de la propia Lucera.
Sin demasiados detalles sobre la compra de la que no sabemos ni importe ni porcentaje de adquisición, MásMóvil sí que ha comunicado que la participación adquirida le da el control de Lucera; a la que no cambiarán de nombre por el buen impacto que tiene en el mercado. Es, dicho de otro modo, de su propiedad. Meinrad Spenger, Consejero Delegado del Grupo MASMOVIL, dijo:
“Con la adquisición de Lucera damos un paso más en nuestra apuesta por ofrecer a nuestros clientes servicios de energía en las mejores condiciones potenciando el uso de energía renovable en España. Queremos ser un operador multiservicios añadiendo nuevas propuestas comerciales a nuestros servicios de conectividad que resulten útiles a nuestros clientes y que les aporten beneficios y ahorros concretos”.
MásMovil compra Lucera, pero esto empezó en 2014
Creada en Valencia en 2014 por Emilio Bravo, Lucera han funcionado como una de las pioneras dentro del sector de la comercialización de energía renovable en España. Fue, de hecho, una apuesta de negocio que iba muy en contra de la tradición de las grandes marcas del sector. Lo que definieron como gamificación de la energía.
En pocos años, Lucera se granjeó un importante éxito gracias, en parte, a sus bajos precios y a la confianza de sus clientes con un modelo de negocio transparente. Un modelo que, de hecho, no es único. Es tal la competencia del sector que otras compañías, como Ava Energy o Bulb –que aterrizaba en España por el atractivo del mercado–, intentan coger su parte del pastel de la comercialización de la energía renovable.