El uso de mascarilla — o cubrebocas — para protegernos de la COVID-19 es un tema que desde hace meses lo abordan organizaciones de salud. Hoy un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. determinó que una combinación de mascarilla de tela y quirúrgica reduciría los contagios.
Los CDC realizaron pruebas con mascarillas de tela y quirúrgicas con el fin de mejorar el ajuste. Las mascarillas quirúrgicas no se adaptan bien a los contornos del rostro por lo que los experimentos buscaban medir la eficacia ante las fugas de aire.
En estas pruebas se descubrió que la combinación de una mascarilla de tela sobre una quirúrgica reduce la exposición hasta en un 82,2 % para una persona sin protección. Cuando ambas personas utilizan doble mascarilla existía un bloqueo de hasta 96,4% de partículas, protegiéndonos así de un posible contagio del virus SARS-CoV-2.
Las pruebas se realizaron con una mascarilla quirúrgica de tres capas y una de algodón de tres capas. Se utilizaron cabezas elastométricas y, para simular la tos de una persona, los investigadores se valieron de una boquilla que emitía partículas de cloruro de potasio de 0,1 a 7 μm. El estudio midió la eficacia de diez combinaciones usando mascarilla doble, sencilla y modificadas con nudos adicionales en escenarios de dos personas.
Sujetar una mascarilla quirúrgica con una de tela redujo los contagios de COVID-19
Una mascarilla quirúrgica bloquea el 44,3% de partículas, mientras que la de tela bloqueaba 44,3%. Según los CDC, las primeras están destinadas para mantener la esterilidad de un campo quirúrgico y bloquear salpicaduras. Debido a su diseño pueden haber filtraciones de aire alrededor de los bordes laterales.
Los investigadores afirman que estos hallazgos no deben generalizarse a todas las mascarillas quirúrgicas o de tela, así como en otros escenarios con niños o personas con barba.
No es necesario usar dos mascarillas
Desde que Anthony Fauci recomendó en Estados Unidos el uso de la doble mascarilla, multitud de expertos se han lanzado a hacer aclaraciones al respecto. No es necesario usar dos mascarillas, simplemente deben estar ajustadas. Eso es lo que han demostrado desde los CDC, pero en ningún momento han dicho que usar una sobre otra proteja más.
De hecho, puede traer casi más inconvenientes que perjuicios. Por un lado, puede ser incómodo y afectar a la respirabilidad. Esto ya de por sí es un problema; pero, además, supone más inconvenientes, ya que el usuario podría tocarse la cara más frecuentemente, con todo lo que eso conlleva. Por otro lado, se humedecerían más deprisa, haciendo necesario cambiar las mascarillas más a menudo.
Por todo esto, se recomienda optar por ajustadores elásticos o un anudado en la base de las orejeras para mejorar la eficacia. Así, se obtienen los beneficios de un mejor ajuste, sin los perjuicios de la doble mascarilla.
Entonces, ¿por qué los sanitarios usan doble mascarilla?
Desde que empezó la pandemia de COVID-19, es bastante frecuente ver a los sanitarios usando doble mascarilla.
Concretamente, ellos suelen llevar una quirúrgica encima de una FFP2. Pero no lo hacen por un supuesto aumento de la eficacia, sino por cuestiones prácticas. Concretamente, porque así se protege la de dentro de posibles salpicaduras, que la harían inservible incluso antes de que terminara su vida útil de 8 horas.
Las mascarillas son recomendadas como estrategia de prevención para frenar la propagación del virus SARS-CoV-2. En algunos países como Estados Unidos o México, donde las cifras de contagio y muertes van a la alza, todavía hay personas que siguen renuentes a utilizarlas.
El uso correcto de un cubrebocas es importante y cuando no se puede tener acceso a una FFP2 o N95, buscar formas de optimizar el ajuste de la quirúrgica podría salvarnos de un contagio.