Aún no ha finalizado la primera semana de 2021; pero, aun así, el anuncio del primer animal declarado extinto del año podría llegar en cualquier momento. En 2020 fue necesario esperar hasta el 3 de enero. Más tarde, en 2019, ocurrió el 1 de enero, aunque se dio a conocer unos días después. En 2018 conocimos la desaparición del gato fantasma (Puma concolor cougar) a finales de enero. Este año aún no sabemos cuál será la desafortunada especie. En cambio, sí que hemos conocido un caso mucho más positivo. El de una tortuga en peligro de extinción que ahora corre un poquito menos de riesgo de desaparecer.

Se trata de la tortuga de caparazón blando de Swinhoe (Rafetus swinhoei). Se la conoce como la tortuga más amenazada del planeta y no es para menos, pues se creía que solo quedaba un ejemplar con vida. Sin embargo, a finales de 2020 se localizó un segundo ejemplar, al que podrían acompañar otros dos que se encuentran a la espera de identificación. Su situación sigue siendo crítica; pero, al menos, ahora sabemos que, con alta probabilidad, su nombre no será el que protagonice ese temido titular que no tardará en llegar.

En busca de la salvación de una tortuga en peligro de extinción

Hasta ahora, se creía que el único ejemplar con vida de esta tortuga en peligro de extinción era un macho que vive en el zoológico de Suzhou, en China. En su día tuvo una compañera; pero, después de no poder concebir de forma natural, murió en 2019 mientras se recuperaba de la anestesia de un procedimiento de reproducción asistida.

Esto suponía todo un reto para la salvación de la especie. Por eso, muchos científicos especializados en estos reptiles han intentado buscar algún otro espécimen que hubiese pasado desapercibido. Bueno parte de esta investigación la han estado llevando a cabo desde el Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural de Ha Noi, en colaboración con el Programa de Tortugas Asiáticas (ATP) de Indo-Myanmar Conservation (IMC) y WCS. En una de sus expediciones, localizaron tres posibles candidatas en Vietnam. Sin embargo, poco después comenzó la pandemia de coronavirus y localizarlas para su estudio se convirtió en todo un reto. Finalmente, en octubre de 2020, lograron localizar a una de ellas.

La trasladaron a un estanque cercano, donde se sometió a un chequeo veterinario, un análisis de ADN y una inspección mediante ultrasonidos. Todo esto permitió corroborar que, efectivamente, era una tortuga de caparazón blando de Swinhoe y algo muy emocionante: se trataba de una hembra. Podría aparearse con el macho del zoológico chino llegado el momento para perpetuar la especie. Sin embargo, por ahora se ha devuelto al lago del que se tomó, con un chip para su seguimiento.

Expectativas de futuro

Los responsables de la identificación de esta hembra han planeado para la primavera de 2021 una nueva expedición. En ella, esperan dar con los otros dos ejemplares de esta tortuga en peligro de extinción.

Si se confirmara que pertenecen a la misma especie, convendría que se tratara de un macho y una hembra. Si no, al menos sería muy positivo que fueran todas hembras y pudieran aparearse con el macho de China. Las cosa aún pinta mal, pero al menos 2021 empieza para ellas con un rayo de esperanza.

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