La costumbre de dejarnos huevos de pascua a los espectadores, es decir, mensajes más o menos sutiles, normalmente con guiños o referencias a otras obras culturales, se ha propagado por el cine comercial como la pólvora. Disney se afana con ello en las franquicias más rentables que posee, Star Wars (desde 1977) y el Universo Cinematográfico de Marvel (desde 2008). Sin olvidar los filmes de animación de Pixar. El estadounidense Matt Groening, por su parte, ya dio rienda suelta a esta práctica en Los Simpson (desde 1989) y en Futurama (1999-2013). Y lo ha vuelto a hacer en (Des)encanto (desde 2018).
En el episodio “A Princess, an Elf and a Demon Walk Into a Bar” (1x01), por ejemplo, el príncipe Guysbert (David Herman) acaba ensartado en un trono de espadas como el de Juego de tronos (David Benioff y D. B. Weiss, 2011-2019). En “For Whom the Pig Oinks” (1x02) hay una peluca muy parecida al pelo de Lisa Simpson y otra semejante al de Fry en Futurama. Y un huevo de pascua muy gordo sobre esta última serie lo encontramos en “Dreamland Falls” (1x10), cuando el demonio Luci (Eric André) proyecta un segundo con la bola de cristal la imagen de Fry, Bender y el profesor Farnsworth en su máquina del tiempo.
Un mirón en la coronación de Bean
Y una de las referencias más llamativas de la temporada tres de (Des)encanto, estrenada recientemente en Netflix, la descubrimos en “Bean Falls Down” (3x10). La protagonista, la princesa Tiabeanie (Abbi Jacobson), va a ser coronada para sustituir a su padre enloquecido, el rey Zøg (John DiMaggio). Y, en la ceremonia para tal efecto, nos revelan que Alva Gunderson (Richard Ayoade), el magnate de Vaporlandia, ha puesto una cámara oculta en la corona real que transmite por su diminuta antena. Y, contemplando la emisión, dice: “Ah, la corona; mi show favorito”. O sea, The Crown (Peter Morgan, desde 2016), una de las series más valoradas y reconocidas de Netflix.