Como en todos los capítulos anteriores de The Mandalorian (Jon Favreau, desde 2019) que hemos visto en Disney Plus, no es una excepción “The Passenger” (2x02) en cuanto a los huevos de pascua. Y no nos referimos al reciclaje de la cabeza de un droide IG detrás de la barra de la cantina en Mos Eisley, ni a que Peli Motto (Amy Sedaris) y el insectil doctor Mandible estén jugando allí al sabacc, ni al droide WED-15 Treadwell que asa la carne del dragón krayt con un llameante motor de carreras de vainas, ni al director Dave Filoni otra vez como Trapper Wolf, piloto de Ala X de la Nueva República, ni a Richard Ayoade poniéndole voz a la testa del droide Zero de nuevo.
Para empezar, entre los asaltacaminos con los que se enfrenta Din Djarin (Pedro Pascal) al comienzo de “The Passenger”, nos encontramos a un pequeño teedo, la especie de Scrapjaw Motito, que fue a tocarle las narices a Rey Skywalker (Daisy Ridley) en el mercado de Jakku durante Star Wars: El despertar de la Fuerza (J. J. Abrams, 2015); y a un cornudo nikto, a cuyos compatriotas de Kintan contemplamos por primera vez en El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983). Y el reservado de la cantina de Mos Eisley en el que juegan Peli Motto y el doctor Mandible es el mismo en el que Han Solo (Harrison Ford) dispara a Greedo (Paul Blake y Larry Ward) en Una nueva esperanza (George Lucas, 1977).
En la barra misma de ese antro vemos a un peludo gigorano, una criatura cuya primera aparición fue en el videojuego Star Wars: Commander (Disney Interactive, 2014), y a la que nos hemos topado en las películas Rogue One (Garreth Edwards, 2016) y Han Solo (Ron Howard, 2018). Y la Dama Rana, en cuyo interior está Misty Rosas, se expresa a través de Dee Bradley Baker, que ya se ha encargado de la misma labor para Ilco Munica en El despertar de la Fuerza y otros personajes del filme y la serie de The Clone Wars (Filoni, Lucas, 2008, 2008-2020), Rebels (Simon Kinberg, Carrie Beck y Filoni, 2014-2018), Forces of Destiny (Filoni, Beck y Jennifer Muro, 2017-2018) y La resistencia (Beck, Filoni y Kiri Hart, 2018-2020).
Por otro lado, para intentar comunicarse con la Dama Rana, nuestro cazarrecompensas pronuncia unos cuantos palabros en huttés, el idioma de la especie de Jabba, el Hutt, que oímos en El retorno del Jedi. Y cuando dice a los pilotos de Ala X: “Que la Fuerza os acompañe”, los buenos deseos de los caballeros Jedi, nos deja verdaderamente petrificados. Además, estos dos aeronautas logran identificarle como uno de los implicados en la fuga del prisionero X-6-9-11, el difunto Qin (Ismael Cruz Cordova), de la cárcel espacial Bothan-Cinco durante el episodio “The Prisoner” (1x06). Y el nombre de dicha cárcel honra el sacrificio de muchos bothanos, provenientes del planeta Bothawui, que sirvieron de espías a la Alianza Rebelde contra el Imperio Galáctico de Star Wars.
Y el último pero más notorio huevo de pascua de este capítulo de The Mandalorian lo constituye la multitud de arañas blancas nudosas de las que Din Djarin, Baby Yoda y la Dama Rana huyen en las cuevas sombrías del mundo helado, después de que el enano orejudo dé rienda suelta a su gula con uno de sus huevos. Las habríamos conocido en El Imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980), pero las desecharon en los primeros momentos de la producción cinematográfica. No obstante, el escritor Kevin J. Anderson las aprovechó para su novela Darksaber (1995), y “The Passenger” es su estreno canónico de imágenes en movimiento de la saga galáctica.
