Puede que la narración lineal de The Mandalorian (Jon Favreau, desde 2019), cuya segunda temporada se está estrenando en la plataforma de Disney Plus al ritmo de un episodio cada viernes, resulte típica y nos prive una estructura de mayor complejidad y, así, algo más satisfactoria. Pero también es completamente honesta y cumple con la ya larga tradición estilística en ese sentido de toda la saga de Star Wars. Y, al margen de ello, nos permite descubrir sin ningún tipo de confusión ciertos detalles evidentes a toro pasado, semillas de las que pudiera surgir algo útil, que sus responsables han ido plantando en sus episodios.
Por ejemplo, en “The Passenger” (2x02) nos han presentado formalmente a dos personajes alienígenas: primero, al insectil doctor Mandible, un killik que juega a las cartas con Peli Motto (Amy Sedaris) en la cantina de Chalmun en el espaciopuerto de Mos Eisley y, además, le ofrece a Din Djarin (Pedro Pascal) un contacto que puede conducir a nuestro cazarrecompensas con otros compañeros mandalorianos; y luego, a la Dama Rana (Misty Rosas y Dee Bradley Baker), a la que el protagonista escolta de Tatooine a la luna estuario de Trask para que su esposo fertilice los huevos que lleva en un tanque a modo de mochila.
Pero no supone la primera vez que los dos aparecen en pantalla. Durante el episodio “The Gunslinger” (1x05), Din Djarin entra en la misma cantina de Mos Eisley a buscar algún trabajo de su profesión y, entre la concurrencia, se hallan el doctor Mandible y la Dama Rana por separado. Así, no parece difícil acertar si uno piensa que Peli Motto los conoció a ambos en ese mismo sitio, “tan lleno de escoria y villanía”, en palabras de Obi-Wan Kenobi (Alec Guinness) en Una nueva esperanza (George Lucas, 1977). Y seguro que la de “The Passenger” no será la última ocasión en la que los veremos en The Mandalorian.
