La colocación de retratos de los fallecidos sobre los ataúdes de las momias era una tradición muy extendida en el periodo grecorromano. A día de hoy se han analizado muchos de estos retratos, reconstruyendo la imagen a partir de los huesos mediante las técnicas digitales actuales. Así se ha comprobado que algunos se parecían sorprendentemente, mientras que otros no tenían absolutamente nada que ver. Sin embargo, nunca se había reconstruido el retrato de una momia perteneciente a un niño. Hasta ahora.

Finalmente lo ha hecho un equipo de científicos alemanes y austríacos, trabajando con la momia de un niño de entre 3 y 4 años, que se encontraba expuesta en el Staatliches Museum Ägyptischer Kunst, de Münich. El resultado es una cara con un parecido asombroso al del cuadro, pero con una característica que podría apuntar a una curiosa costumbre desconocida de la época.

retrato de una momia
Nerlich AG et al.

Analizando el retrato de una momia

La momia en cuestión es una “vieja conocida” del museo, cuyos científicos ya habían estudiado el motivo de su muerte, posiblemente a causa de una infección respiratoria. También poseían radiografías del cráneo, tomadas en 1984. Estas, junto a una tomografía computarizada moderna, fueron las que permitieron reconstruir la cara de aquel pequeño.

Una vez que obtuvieron los rasgos, solo quedaba añadirle el peinado que aparece en el retrato de la momia. El resultado es increíblemente similar, salvo por una excepción: el niño de la reconstrucción sí aparenta la edad que se sabe que tenía en base a sus restos, pero el del cuadro no. En este la boca y los ojos son más pequeños, con lo cual le puede llegar parecer el rostro de un niño, pero no de 3 o 4 años.

Por eso, al ser la primera vez que se analiza un caso como este, los autores del estudio, publicado en PLOS One, se preguntan si envejecer las imágenes de los niños fallecidos sería una costumbre común.

Esperan poder estudiar otros retratos pertenecientes a infantes, para resolver esta duda. Por ahora, una de las teorías a las que apuntan es que se realizara el cuadro en base a bocetos del niño antes de su muerte, pero que luego se añadieran rasgos pictóricos comunes de la época. Lo que está claro, al menos en base a este caso concreto, es que los pintores de la era grecorromana tenían una gran destreza y que los métodos digitales de reconstrucción dan en el clavo con sus imágenes.

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