Hace apenas unos meses que nos llegaban las primeras noticias sobre reinfecciones del SARS-CoV-2. Si bien algunas personas habían alertado en redes sociales de haber pasado por esta situación. El primer caso registrado fue un hombre de 33 años de Hong Kong, que volvió a dar positivo en la PCR entre finales de julio y principios de agosto, cuatro meses después de un primer contagio. Tras el suyo se hicieron públicos otros casos similares, en diferentes países del mundo; pero, por suerte, todos superaban la segunda infección al igual que lo hicieron durante la primera. Desgraciadamente, el sistema inmunitario de una mujer holandesa de 89 años no ha logrado superar su segundo encuentro con la enfermedad, por lo que se ha convertido en la primera muerte por una reinfección de coronavirus.

Su caso se ha hecho público hoy tras el comunicado de la profesora de virología Marion Koopmans, transmitido inicialmente por medios de comunicación de los Países Bajos.

Edad avanzada y una enfermedad grave, tras la primera muerte por reinfección de coronavirus

La mujer fallecida fue diagnosticada con COVID-19 durante la primera ola de contagios. En esos momentos acudía regularmente al hospital para someterse a un tratamiento de quimioterapia. Padecía la enfermedad de Waldenstrom, un tipo “raro” de cáncer, que afecta a la médula ósea y, con ello, a la producción de glóbulos blancos. Esto, lógicamente, supone un claro deterioro en su sistema inmunitario.

Por eso, cuando comenzó a experimentar fiebre y un cuadro intenso de tos y dificultad para respirar, los sanitarios optaron por ingresarla, para controlar su situación. Pero no fue tan mal como se temían y en cinco días pudo ser dada de alta. Posteriormente, dos PCRs negativas confirmaron que se había librado del virus.

Pero cuando dos meses más tarde comenzó una nueva ronda de quimioterapia todo se torció. Los síntomas comenzaron de nuevo y una nueva PCR confirmó que el SARS-CoV-2 había vuelto a infectar sus células. Junto a esta prueba se le realizaron dos serologías, que demostraron que, a pesar de haber pasado por la COVID-19, no presentaba anticuerpos contra el coronavirus. Sin armas en su organismo con las que volver a combatir al patógeno, falleció dos semanas más tarde. La suya, era la primera muerte por reinfección de coronavirus.

¿Qué implica todo esto?

En la actualidad, se han reportado en todo el mundo 25 casos de reinfecciones por SARS-CoV-2.

Estos son datos importantes, tanto de cara a la producción de vacunas, como de la implementación de medidas de seguridad. Muchos expertos advierten que estos son casos raros. Sin embargo, sirven para mostrar que la inmunidad no es tan duradera como se pensaba y que alguien que ha pasado ya la enfermedad debe seguir usando mascarilla y siguiendo el resto de instrucciones para evitar contagios.

En la actualidad no se sabe con exactitud cómo reacciona el sistema inmunitario de los pacientes a medida que pasa el tiempo desde la infección. Es algo que se está estudiando paralelamente al desarrollo de vacunas y tratamientos. Conocer estos casos es vital para no errar en los procedimientos. Hoy tenemos que lamentar la primera muerte por reinfección de coronavirus, pero también otro millón de fallecimientos tras un primer contagio. Conocer hasta el más mínimo detalle del modus operandi del virus es esencial para que, a pesar de las batallas perdidas, finalmente la ciencia logre ganar esta guerra.

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