Las encuestas no lo vieron venir, los analistas tampoco. Cuando Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos en 2016, para muchos fue un resultado inesperado. Semanas antes, encuestas como las publicadas por FiveThirtyEight daban la victoria a Hillary Clinton, mientras que muy pocos estudios se atrevían a afirmar una victoria del republicano. Cuatro años después, Trump puede ganar la reelección, aunque muchos estadounidenses han optado por consultar otras maneras de predecir el resultado de las encuestas de las elecciones de Estados Unidos.

Las redes sociales han empezado a tener un papel clave en la predicción de la opinión de los votantes, sobre todo cuando el actual presidente y candidato a la reelección ha convertido Twitter en su altavoz. Algunos estudios sobre las elecciones han incluido datos de las plataformas para tener un mayor contexto de la situación actual aunque todavía no es una práctica utilizada por encuestadores. En primer lugar, porque es difícil conocer el impacto real de las interacciones en redes sociales.

Donald Trump utiliza las redes sociales para comunicarse con sus electores y es una de las personas con más seguidores en Twitter. El alcance masivos de los tuits podría indicar, por ejemplo, que una mayor actividad y, por ello, una mayor respuesta a sus comentarios, es un indicador electoral. Sin embargo y sobre todo en el caso de Trump, una mayor interacción no significa una mayor aceptación. Es lo que ocurrió en 2016: el republcano fue el candidato más mencionado en redes sociales, aunque la mayoría de comentarios eran negativos. No obstante, ganó las elecciones.

Las redes sociales como reflejo de la sociedad

Ted Allen, experto en procesos electorales y profesor asociado de Ingeniería de Sistemas Integrados de The Ohio State University, indicó a Hipertextual que la mejor encuesta combina diferentes métodos, entre ellos los datos que puedan sacarse de las redes sociales. "Trump tenía una ventaja considerable en las redes sociales (en 2016) y los republicanos continúan gastando más en las redes sociales. Su situación podría ser especial", explicó el experto. "Es posible predecir el futuro y, en general, el uso de más predictores ayuda. Con suerte, FiveThirtyEight incluirá dichos datos en las previsiones futuras. Eso podría ayudarme a sentirme más seguro respecto a las encuestas".

La combinación del método tradicional de las encuestas con la información que puedan dar las plataformas digitales puede ser la nueva apuesta para predecir resultados electorales. A pesar de que es complicado que las redes sociales sean un espejo de la opinión pública por sí misma, sí puede ayudar a dar contexto. Uno de los indicadores son las menciones en Facebook.

Un análisis de Crowdtangle evidenció que Donald Trump tiene un clara ventaja sobre el demócrata Joe Biden en los últimos meses y que la actividad del republicano es hasta cinco veces superior que la de su adversario político. En el último mes antes de las elecciones, esta ventaja ha sido muy clara.

Sin embargo, hay que tener en cuenta también que el número de seguidores de los dos candidatos es muy desigual. Mientras que Trump tiene 30.512.992 seguidores en Facebook, Joe Biden cuenta con 3.336.601. En este punto es importante destacar que un mayor número de comentarios no es sinónimo de una mayor aceptación.

A pesar de que hay varios estudios que analizan las interacciones de los candidatos para saber cuál de los dos tiene más respuestas positivas, estos son sólo aproximativos porque es difícil interpretar millones de mensajes. La ironía, el sarcasmo o algunas expresiones pueden no ser reconocidas por los mecanismos de análisis de estos estudios. Por lo tanto, las opiniones de los usuarios se pueden medir sobre todo ante hechos concretos. Cuando Trump fue hospitalizado por COVID-19, por ejemplo, recibió numerosos mensajes de apoyo. Por el contrario, es importante tener en cuenta que algunas publicaciones han sido eliminadas o marcadas como engañosas por las plataformas por contener información errónea, relacionada sobre todo con la pandemia del coronavirus.

A pesar de que Donald Trump tiene mayor presencia, los últimos datos indican que Biden le pisa los talones en algunos aspectos. Un análisis de Socialbakers citado por SocialMediaToday afirmó que la cuenta de Twitter del demócrata ha aumentado significativamente en 2020.

"En enero de 2020, Biden tuvo 2.657.870 interacciones en total, solo el 8.2% del promedio mensual de Trump de 60.518.463. Después de solo 7 meses, Biden alcanzó un máximo de 32.283.027 interacciones totales en agosto, un enorme 50.34% del promedio mensual de Trump".

Estas afirmaciones coincidieron además con un análisis de Conviva.

La información nos muestra que la presencia de Joe Biden en redes sociales ha aumentado y que esto puede ser un aspecto positivo de cara a su resultado en las elecciones de Estados Unidos. Pero es innegable que Donald Trump sigue dominando el espacio y que estos datos son solamente un aspecto a tener en cuenta como contexto, y no un indicador real para saber quién jurará como presidente de Estados Unidos.

El hecho de que cada vez más encuestadores tomen esta información en cuenta y la incluyan en sus análisis es un signo de que muchas personas han dejado de confiar en las predicciones de sitios con tan buena reputación como FiveThirtyEight. "La verdad es que tienen una tasa de respuesta sorprendentemente baja y la forma en que se realizan los ajustes para crear estimaciones es bastante complicada y es posible que se produzcan errores", indicó Tim Allen. Sin embargo, el experto afirmó que el caso de 2016 fue excepcional porque el resultado de las elecciones fue impredecible pero que, de manera objetiva, las encuestas no se equivocaron tanto con sus análisis hace 4 años.

¿Puñetazos como indicadores en las encuestas?

Un plató de televisión. El entrevistador y los dos candidatos a las elecciones de Estados Unidos. Así empieza el videojuego KO Campaign, en el que los jugadores pueden pegar a los políticos como si fueran un saco de boxeo si no están de acuerdo con sus declaraciones. El moderador lanza preguntas de actualidad como la pandemia del coronavirus y los candidatos responden según sus programas de campaña y antiguas declaraciones.

"A través de los golpes podemos recabar datos sobre las tendencias de voto en Estados Unidos. Queríamos buscar una manera menos analítica pero sí más instintiva y emocional de ofrecer cierta luz sobre los resultados de las elecciones", dijo a Hipertextual Daniel Torrico, Managing Director de Wildbytes.

La agencia de innovación experiencial ha sido la encargada de poner en práctica el proyecto de uno de los clientes estadounidenses que tuvo la idea semilla de gamificar la encuesta electoral. Hasta el momento, Donald Trump está recibiendo el mayor número de golpes, aunque la ventaja entre los dos candidatos no es muy grande. KO Campaign, que fue lanzado este mes de octubre, ha recibido el mayor pico de descargas en los últimos días, a una semana de las elecciones presidenciales.

Torrico indicó en entrevista que el juego está conectado con el servidor para ir actualizando los temas de actualidad. "Es un videojuego pero conectado con un evento en vivo. (...) Es una nueva herramienta de marketing para la captación de datos que permite respuestas más sinceras".

KO Campaign puede ayudar a tener un mayor contexto sobre la opinión pública en función del número de golpes. A pesar de que los datos del videojuego no forman parte de una encuesta oficial, es otra manera de saber cómo los votantes perciben a los candidatos. El objetivo de Wildbytes es que esta estrategia se repita en un futuro y que el concepto KO pueda ligarse a otros eventos en un futuro.

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¿Quién da más?

Para algunos votantes, el resultado de 2016 fue más que una sorpresa, fue una decepción en lo que a encuestas políticas se refiere. Por eso, 4 años después, están buscando otras vías para tener acceso a las predicciones y una de las alternativas va de la mano del dinero. En los últimos meses, miles de estadounidenses han acudido al mercado de las apuestas para hacer su predicción y para tener una visión sobre la situación del tablero político.

Las apuestas en procesos electorales son ilegales en Estados Unidos aunque hay un operador autorizado para estas prácticas. PredictIt tiene el permiso de la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés) y en este momento el mercado de valores le atribuye a Joe Biden más posibilidades de ganar. "Este ha sido el momento en el que más actividad hemos tenido y en el que más personas quieren participar", dijo a Fortune Will Jennings, uno de los ejecutivos de la empresa. PredictIt está sometido a una dura regulación por parte de las usuarios estadounidenses, los cuales no pueden poner en riesgo más de 850 dólares en una apuesta individual y no pueden participar más de 5.000 operadores en una misma apuesta.

Los analistas políticos advierten de que los datos que pueden ofrecer las apuestas no deben ser el único indicador para palpar el pulso político actual aunque este tipo de predicciones se han convertido en una tendencia emergente para tener más información más allá de las encuestas y de los medios de comunicación tradicionales.

Las apuestas parecen estar a favor de Biden y los resultados de la casa británica Smarkets le atribuyen un 70% de posibilidades de convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos. No obstante, el fundador y director de Smarkets interpretó los datos de esta manera.

"En este momento, según nuestro mercado, Biden tiene un 70% de posibilidades de ganar. Pero si Trump gana no es que nuestro mercado estuviera equivocado, es que Trump tenía un 30% de posibilidades de ganar, y sucedió. Es como cuando tenemos un 30% de probabilidad de lluvia".

Tenemos mucha información pero, en realidad, pocas evidencias sobre cuál será el resultado del próximo martes 3 de noviembre. Las encuestas en 2016 no pudieron prever el resultado y se han publicado muchos estudios sobre por qué esa elección tuvo un resultado tan inesperado. La trama rusa, la renuncia de James Comey, los correos electrónicos de Hillary Clinton, la influencia de las redes sociales y las fake news. No fue un solo aspecto, sino la mezcla de muchos los que provocaron que más de un votante estadounidense se quedara con la boca abierta hace 4 años.

Este 2020, entra también en el tablero político la pandemia del coronavirus, que ha puesto contra las cuerdas la gestión del presidente Trump. El que puso en duda la eficacia de las mascarillas como método de prevención fue el mismo que acabó contagiándose de coronavirus. Una sucesión de acontecimientos que no dejaron indiferentes a nadie. Pero, más allá de las opiniones, de los datos que dan una ligera ventaja electoral a Biden y de las diferentes vías para predecir el resultado, una cosa está clara: no estamos libres de sorpresas.

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