Si eres fanático de The Mandalorian de Disney Plus, ya lo habrás notado: la serie tiene una indudable mezcla de referencias, que van desde el Western más norteamericano, hasta las antiguas películas de Samurais. La combinación, dio como resultado una historia sobria y adulta, que además juega con los principales elementos de la mitología, con una sobriedad y sofisticación que brindó un nuevo aire a la saga galáctica más querida del mundo del cine.

La magia de la serie reside además de su cuidado apartado visual y un pulcro guion, en su música y la forma como esta influye en la manera en que el argumento fluye en medio de batallas, enfrentamientos y los grandes silencios de la frontera más allá de la galaxia conocida.

Parte del mérito, es del compositor sueco Ludwig Göransson, ganador de un Oscar y que combinó con efectividad el score films de samuráis, spaghetti westerns y John Williams para una nueva visión musical acerca de la batalla moral y real de Mando por encontrar su redención.

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Se trató de una experiencia nueva para el compositor, que ya antes había trabajado en la partitura incidental de Black Panther y que en The Mandalorian propone una nueva versión sobre las ya clásicas notas que muchas veces protagonizan los grandes momentos de la franquicia. Göransson ha declarado que se trata de una oportunidad de canalizar “su niño interior” mientras trataba de captar la potencia de la historia del Mandaloriano que debe enfrentar a sus enemigos en busca de la paz de su conciencia. Su partitura exótica y profundamente personal captura a la perfección la soledad del cazarrecompensas Mando (Pedro Pascal), así como su determinación de proteger a The Child (Baby Yoda) de The Client (Werner Herzog). La combinación de notas y acordes, logra además que la historia tenga una personalidad propia que se refleje en cada una de los inspirados fragmentos musicales que forman parte de la producción.

“Lo que es interesante es que se trata de un jinete solitario, un pistolero”, dijo Göransson, cuyo trabajo también escucharemos de Christopher Nolan “Y hoy, en cualquier película o programa de televisión, hay tantas historias sucediendo a la vez que crear una partitura para un programa en el que solo estás siguiendo a un hombre y su perspectiva todo el tiempo, es una excepción. No conoces sus expresiones porque lleva un casco. Entonces sabía que había mucho terreno que cubrir con música diferente, que esencialmente tenía que transmitir eso”.

Göransson se reunió con Jon Favreau para la preproducción y tuvo la oportunidad de admirar de cerca el asombroso arte conceptual visual de Industrial Light & Magic,, mientras discutía el concepto musical del show, lo cual fue toda una experiencia sensorial a varios niveles. Eso le permitió a Göransson combinar tonadas poco conocidas de Masaru Sato y Ennio Morricone para este mundo distópico de Star Wars, encontrando sus propios sonidos característicos.

“Después de hablar con Jon y estudiar las imágenes y el guión, me encerré en mi estudio durante un mes con solo un montón de instrumentos”, dijo Göransson. “Quería alejarme un poco de las computadoras porque deseaba volver a cómo creaba música cuando era niño, y lo divertido que es. Y quería instrumentos que pudiera tocar físicamente”.
La combinación incluía flauta dulce (un instrumento de viento de madera que podría simbolizar la rudeza hostil del entorno de Mando) y también, algunos acordes de piano, guitarra, batería y el bajo. A partir de la combinación, Göransson creó la base de los temas. “Necesitaba tener el sonido del mundo con una paleta única”, dijo. “Mi objetivo para el tema principal era crear esa magia que recuerdo haber sentido cuando era niño, al crecer amando Star Wars y la música [de John Williams]”. Para transmitir la intimidad de la historia de Mando, comenzó con la grabadora de bajo para emular la flauta.

“Después de ese mes, fui al set y visité a Jon, quien estaba filmando, creo, con Bryce [Dallas] Howard”, dijo Göransson. “Tenía mi teléfono celular conmigo y toqué el primer tema para Jon, y, después de escuchar las dos primeras notas de la flauta dulce, dijo: ‘¡Eso es! — ¡ese es el sonido!”

Además de todo lo anterior, Göransson desarrolló un enfoque de la música de The Mandalorian que dividió la partitura en tres instrumentos orgánicos, sintetizadores y el estilo romántico de una orquesta sinfónica. Además, todos los instrumentos fueron tratados con delay y reverb, lo que dificulta su identificación, y Göransson quería que la partitura también sonara futurista o al menos que fueran imposibles de identificar por separado. “Cada episodio es una película corta”, dijo Göransson “Sabía que el alcance y el sonido de la música tenía que llevarnos a muchos lugares diferentes”.

Pero la cualidad exótica del score, no acaba allí. Göransson utilizó tambores africanos exóticos, arpa de mandíbula y platillos en el agua, todo combinado bajo un ritmo acompasado que recuerda en cierta forma, cierta cualidad metálica. Las escenas de acción involucraron numerosas peleas con droides y robots, lo que lo inspiró a encender su “botón de producción moderno y realmente comenzar a tocar con instrumentos electrónicos y [otros] elementos interesantes que se unen para brindar la sensación de lucha futurista”, agregó.

Para el tema The Child, quizás el más conocido del programa, el compositor tomó la sugerencia de Favreau de comenzar desde la perspectiva de Mando, por lo que comenzó con la grabadora. “La idea de Jon era que al comienzo, la relación entre El Niño y Mando no fuera tan cercana”, dijo Göransson. “Pero luego, una vez que la relación comienza a acercarse, el Niño tiene un impacto en él y te lleva a un lugar más emocional. Al final del último episodio, el tema se convierte en una gran suite [orquestal].

La segunda temporada de The Mandalorian, se estrenará en otoño de este año y las expectativas de los fanáticos son cada vez más altas: ¿logrará Disney Plus sostener la calidad de la primera? ¿Habrá respuestas para varias de las interrogantes fundamentales del guion? Por ahora, todo parece indicar que el canal por suscripción streaming, tiene toda la intención de mantener el formidable nivel de los primeros capítulos de la serie, convertida ya en un hito en la historia de Star Wars.