Aún queda bastante para que podamos grabar lo que vemos al más puro estilo de Black Mirror. Lo que sí puede hacerse ya es captar los movimientos de los ojos, con el fin de saber dónde está centrándose la vista. Hasta ahora era posible hacerlo gracias a unos electrodos pegados en la cara, bastante incómodos y poco estéticos. Lógicamente, esto no era muy agradable para las personas que debían usarlo. No obstante, gracias a un nuevo dispositivo, consistente en un antifaz para rastrear la mirada, en un futuro no muy lejano podremos hacerlo casi con la vestimenta de un superhéroe.

El invento, bautizado como Chesma, ha sido desarrollado por un equipo de científicos de la Universidad de Massachusetts Amherst, cuyos resultados se presentan hoy en Matter.

Superhéroes con antifaz para rastrear la mirada

El movimiento de los músculos del ojo, analizado en paralelo con la frecuencia cardíaca, aporta información muy interesante sobre un individuo, tanto a nivel fisiológico como psicológico.

Se utiliza especialmente para el estudio de los trastornos del sueño, ya que la velocidad a la que se mueven los ojos indica en qué fase del mismo se encuentra una persona. No hay más que ver que el término “sueño REM” hace referencia a las siglas de Rapid Eye Movement, que significa “movimiento rápido del ojo” en inglés.
Actualmente se recurre a una tecnología conocida como electrooculografía (EOG), que consiste en medir los cambios del potencial eléctrico del ojo a través de electrodos pegados a la cara.

Con el fin de obtener una opción menos molesta de llevar, estos científicos recurrieron a nuevos electrodos, fabricados en hidrogel. Para ello utilizaron unos polímeros, cultivados sobre tela y unidos a su vez a un sensor de pulso. Este último capta la frecuencia cardíaca a través de la arteria situada en el hueco del ojo. De este modo, confeccionaron un antifaz para rastrear la mirada capaz de obtener los mismos datos que la EOG, de una forma más cómoda para el usuario.

Duradero y eficaz

Las primeras pruebas de Chesma han demostrado que es capaz de mantener su funcionalidad incluso con la acumulación de maquillaje, desechos de la piel y otras formas de suciedad.

Además, los electrodos resisten hasta quince ciclos de lavado y conservan la humedad durante seis horas. Como su propio nombre indica, el hidrogel requiere una rehidratación frecuente, pero en este caso puede estar hasta 6 horas sin ella. Incluso tarda 40 horas en secarse por completo.

El siguiente paso será dotar al antifaz para rastrear la mirada de una mayor autonomía. En estos momentos sus baterías requieren cargarse cada 8 horas, pero el equipo espera poder modificarlas para que se pueda posponer la carga a una vez cada tres días.

¿Para qué más sirve?

Este antifaz para rastrear la mirada puede tener múltiples aplicaciones en el entorno sanitario, tanto para temas relacionados con el sueño como para el estudio de trastornos en los que se vea afectada la atención.

No obstante, también puede tener otras aplicaciones ajenas a la salud. Por ejemplo, sería interesante su uso en publicidad, ya que serviría para comprobar si un anuncio realmente capta la atención del público.

Incluso podría usarse en entornos más lúdicos, relacionados con la realidad virtual, para seguir con mayor eficacia la mirada de los jugadores, haciendo la experiencia mucho más inmersiva. Y todo eso en un aparente trozo de tela.

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