El Gobierno, presidido por Pedro Sánchez, acaba de presentar el llamado Plan de Choque para la ciencia y la innovación con el objetivo de virar la economía a la ciencia del conocimiento. Un plan que, apuntan, lleva gestándose desde el inicio de la legislatura con Pedro Duque a la cabeza, pero que se ha acelerado por la crisis sanitaria –y ahora también económica– del coronavirus.

Un texto que se presenta en uno de los momentos más sensibles para el sector I+D+i en España, el mismo que se manifestaba hace solo unos días bajo el lema "Sin Ciencia no hay Futuro" pidiendo el fin de los recortes en el sector. Mantenidos desde la crisis de 2008 y dejando a España a la cola de la inversión en Europa. Solo el 1,2% del PIB del país se destina a la ciencia, muy lejos del 3% fijado por la Unión Europea.

Con los pilares de la economía española, liderados por el turismo, en horas bajas, la ciencia ve la crisis como una oportunidad para la definitiva reactivación del sector como garante de puestos de trabajo de calidad.

Dicho plan de choque tiene el objetivo, precisamente, de relanzar la innovación con el apoyo de todos los partidos de la oposición. Para ello, y según ha explicado Pedro Sánchez, se han creado medidas a corto plazo para la financiación en 2020 y 2021. Concretamente 1.056 millones de euros en ayudas directas más 508 millones en créditos. Una diferenciación importante, puesto que históricamente gran parte de la inversión en ciencia queda desierta al estar enfocada en créditos a la innovación.

Primer eje para la investigación

Dentro de esas ayudas directas, el objetivo del Gobierno aportará recursos al Instituto de Salud Carlos III –el que ha llevado el peso de la gestión del coronavirus durante estos meses– junto a una Ley de Investigación Biosanitaria, congelada desde 2007.

De esos casi 1.000 millones, se han destinado 53,6 millones a un plan urgente de investigación de vacunas y proyectos vinculados con la Covid-19. Pese a las casi 12 vacunas que España está estudiando en este momento, se ha denotado la necesidad de reforzar la capacidad humana y material en este área de investigación; una de las más perjudicadas tras los recortes de los últimos 10 años.

Otros 77,3 millones estarán destinados al big data para la salud, medicina genómica, investigación en terapias avanzadas, medicina productiva y un plan de formación en medicina de precisión.

Además de ello, otros 29 millones irán directamente al refuerzo de las infraestructuras de seguridad biológica dirigidas a la experimentación preclínica dentro de España con la idea de reforzar la presencia del país respecto a la competencia internacional.

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Segundo eje: atraer y retener el talento

"Nos gusta nuestro país y queremos hacer ciencia en España", ha comentado Nerea Luis, del colectivo de Jóvenes Investigadores.

Este sería el segundo foco que quiere abordar el Plan de Choque para la ciencia y la innovación para "reducir la precariedad y retener el talento" que se centre en los jóvenes científicos y en el mantenimiento de los centros de investigación aplicada. Tras la primera Ley de la Ciencia en 1986, mejor periodo para el sector en el país, la investigación ha sido la asignatura pendiente; especialmente tras la crisis económica de 2008 que redujo la inversión drásticamente y con ellos la innovación.

Para ello, proponen la reforma de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación para crear la figura estable del personal investigador acompañado de un incremento de las convocatorias de proyectos –dotados con 100 millones de euros– entre este año y el próximo. Y la compra de material científico por valor de 180 millones. Se busca, con ello, no solo mantener el talento, sino atraer el que durante años ha emigrado a países más competitivos.

Asímismo, se anuncia que casi 3.200 investigadores se verán beneficiados de la prórroga de los contratos temporales entre 2021 y 2023. Para ello, se destinarán 20 millones de euros que buscan alargar la estabilidad de los equipos de investigación.

Tercer eje del Plan de Choque para la ciencia y la innovación: colaboración público-privada

Sin sector público no hay sector privado, y a la inversa. El segundo, de hecho, es el que crea riqueza. "Los países más ricos no son los que más invierten en investigación, son ricos porque invierten en investigación", explica el Ministro de Ciencia Pedro Duque.

En este punto, Luis Enjuares, experto virólogo apunta a un hecho importante: "Para las vacunas, tenemos investigación básica en España, pero no tenemos industria para desarrollarlas". Un llamamiento a la empresa privada en la colaboración en el desarrollo de un nuevo tejido industrial.

En el Plan de Choque, en su tercer punto, busca reforzar el tejido productivo privado para los sectores estratégicos. Todo a través de 115 millones en subvenciones y 333 millones en créditos para la empresa innovadora y un programa de transferencia del conocimiento.

Una Ley de Startups, pendiente desde hace varios años, una nueva Ley de Universidades que, a través del CDTI, promocione la inversión privada a la innovación. Y también la compra pública con más de 100 millones de euros centrados en movilidad, aviación y a la investigación –vía financiación– de startups novedosas.

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