No es que sea el plan de la semana, pero en este momento de confinamiento cualquier idea es bienvenida especialmente si Elon Musk tiene algo que ver. En este caso, el tema tiene que ver con los satélites del empresario que, durante algunas horas, pasarán justo por encima de la Península y podrán verse a simple vista.
Sin necesidad de telescopios, aquellos que estén en su ruta podrán ver los famosos destellos blancos –uno tras otro– surcar el cielo. Brillos que ya crearon profundos problemas en México hace unos meses, cuando los satélites de Elon Musk se confundieron con OVNIS.
Hoy es otro de esos días en los que Starlink, que justo acaba de sumar 60 nuevos satélites– surcará el cielo del país, como se puede ver en See a Satellite Tonight; que que informa de la ruta de los satélites por hora y lugar dependiendo de tu geolocalización. No es la primera vez que desde España se pueden observar los satélites luminosos: ya a principios de año surcaron el cielo de La Palma.
Entre Extremadura y cruzando de lleno Andalucía sobre las 22:20 de la noche se podrán ver 39 de ellos, de un total de 420. El próximo sábado, y solo para los más madrugadores, habrá una nueva oportunidad a las 6:15, momento en el que la red de satélites –en este caso solo 15– cruzará la Península de lleno. La noche del sábado, a las 22:49, 16 de ellos se dejarán ver por algunas regiones de Galicia. Starlink pasará dos días más rodeando la Península, pero lejos de zonas pobladas.
Aunque como entretenimiento no está mal, el hecho de que puedan verse a simple vista es el mayor de sus problemas. Al menos para el mundo científico. Una de las problemas de Elon Musk en el momento de anunciar el lanzamiento de la red de satélites, aún incompleta, era que esta no molestaría a la comunidad científica en su tarea de estudio de cielo nocturno. La realidad es que los problemas llegaron el primer día, con solo unos cuantos modelos ya en órbita. Ya en ese momento, Musk advertía de que para que Starlink fuese útil –en su misión de aumentar la conectividad– se necesitarían al menos 700 satélites orbitando. La astrofotografía y la observación de las lluvias de meteoritos son ya, según la comunidad científica, los campos más afectados.
Recorren la Tierra a una altitud relativamente baja, de ahí la posibilidad de verlos sin necesidad de instrumentos específicos. Y el material con el que están fabricados refleja la luz del sol, de ahí su característico brillo. Estas dos circunstancias afecta a la observación del cuelo y la toma de fotografías de astros lejanos por las interferencias que genera. Ante esta situación, el propio Elon Musk prometió rebajar el brillo que emitían estos satélites con un tamaño no mucho mayor que el de una nevera modificando el ángulo de los paneles solares; una medida complementaria al parasol de espuma oscura que usan para no hacer interferencia con las radios y al cambio de material reflectante de los satélites.