Antena 3 nos cita para su nueva apuesta por la ficción, la serie Perdida, cada martes 15 minutos antes de las once de la noche. Atresmedia arranca la nueva temporada con este thriller sobre la desaparición de una niña y la consiguiente búsqueda desesperada de su padre. Pero ¿merece la pena darle una oportunidad

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Perdida parte de una premisa vastamente explotada en la ficción televisiva con el objetivo de enganchar al espectador por el camino gracias al viaje de un padre abocado a reencontrarse con su hija. Los guionistas tienen claro desde el primer momento que están escribiendo para una serie en abierto, por lo que el primer episodio está enfocado casi exclusivamente en crear la tensión necesaria para que tengamos ganas de continuar viéndola; y lo consiguen.

Lo interesante de la serie es el “cómo” y no el “qué”. Lo que más importa es atender a la estrategia de Antonio (Daniel Grao) para recuperar a su Soledad, 13 años después de perderla en una playa colombiana. El primer vistazo, promete una aventura provocadora, intrigante y llena de acción que, con suerte, acabará en final feliz. Tanto la estética como el ritmo son elementos fundamentales para mantener la atención del público y, en ese aspecto, se nota que la serie está muy cuidada.

Lo hace desde el principio, con un arranque misterioso que nos muestra el inicio del plan casi suicida de Antonio para recuperar a la niña, en el que lo vemos ingiriendo bolas de cocaína para provocar su arresto en el aeropuerto. La historia de este padre desesperado se complementa con una subtrama centrada en la Península ibérica y el papel de una abogada a la que da vida la mexicana Adriana Paz (Vis a vis).

El problema de la ficción en abierto

Por interesante que les parezca la premisa de una serie, cuando hablamos de la televisión en abierto, los espectadores se enfrentan a una disyuntiva complicada: disfrutar de la calidad de la ficción elegida, o cumplir con un horario de sueño decente. El retraso en los horarios de emisión pasan factura a las series españolas, de por sí caracterizadas por tener una duración bastante larga.

En el caso de Perdida, los capítulos duran una media de 45 minutos, bastante menos que la mayoría. En términos de visibilidad y oportunidades en la emisión semanal, esto es una ventaja para la serie de Natxo López (Allí abajo, 7 vidas), frente a otras que pueden extenderse entre una hora y una hora y media. En cualquier caso, no nos podemos olvidar de sumarle a este tiempo las interminables pausas publicitarias.

perdida antena 3

Para un público audiovisual que está cada vez más acostumbrado a los servicios del streaming, es casi inconcebible volver a los tiempos en los que teníamos que esperar una semana para ver el siguiente capítulo y, mucho menos, resistir despiertos a medianoche durante una pausa de casi diez minutos para los anuncios.

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Estas rutinas ineficaces han dañado la popularidad de muchas series españolas que han encontrado el éxito al retransmitirse después en plataformas de pago. Es el caso de Estoy vivo, Mujeres del (h)AMPA o Pequeñas coincidencias que, tras hundirse sus datos de audiencia paulatinamente, encontraron una segunda oportunidad para brillar en Amazon Prime Video. ¿Terminará siendo también el caso de Perdida?

Los retos de 'Perdida'

Por el momento, la serie de Antena3 cosechó unos buenos datos de audiencia, en la media de lo que suelen alcanzar las series de esta cadena. Conectó con más de 1.700.000 espectadores y logró sobrepasar el 11,5% de share. Eso sí, no comenzó a emitirse hasta casi las once de la noche, 15 minutos más tarde del horario programado. Esto le supuso a El Hormiguero ganar el minuto de oro aquel día, un pico de audiencia que registró justo a las 22:45h con más de tres millones de espectadores y un 18.8% de share.

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Perdida no solo se enfrenta a la problemática frente al streaming. La temporada de series en abierto ha comenzado bien fuerte con títulos asentados como Vivir sin permiso, y nuevas propuestas, entre las que destacan Néboa y La Valla. La segunda temporada de Vivir sin permiso se estrenó el pasado lunes en Telecinco como líder de audiencia durante el prime time, captando al 16,4% del público de esa noche.

Por su parte, Néboa, cuyo primer episodio llegó el miércoles 15 a La 1, no fue la favorita de la audiencia, a pesar del bombo que la cadena lleva meses dándole a la que es una de sus producciones más ambiciosas. Se quedó en un escaso 10,3% de cuota de pantalla que palideció frente al espectacular tirón de El Pueblo. A pesar de haberse emitido ya en Amazon Prime Video, su estreno en Telecinco captó a casi el 20% de los espectadores.

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