La 'guerra fría tecnológica' entre las distintas potencias mundiales, como algunos la llaman, sigue avanzando posiciones hacia la independencia en sectores estratégicos como la inteligencia artificial, la fabricación de chips o el despliegue de redes. Tras las presiones sobre Huawei, China busca doblar los esfuerzos y acelerar el desarrollo de su tecnología propia de múltiples formas.

La primera de ellas fue anunciada la pasada semana, cuando daba la orden de sustituir la totalidad de sistemas informáticos actuales en los organismos directamente dependientes del gobierno por otros en cuya fabricación no intervengan empresas externas. Una de las cartas para lograrlo es Zhaoxin, uno de los fabricantes de chips respaldados por el Estado chino y que ahora renueva sus CPUs para la próxima generación de equipos informáticos y servidores propios.

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Independencia tecnológica frente a Intel y AMD

Roadmap Zhaoxin
Imagen: WikiChip

China ya cuenta con infraestructura tecnológica suficiente en varias de estas áreas. Zhaoxin, establecida en 2013, es tan solo uno de los cuatro fabricantes de semiconductores que se ganaron el pasado año beneplácito del gobierno chino como proveedores de los silicios a incluir en sus equipos.

Zhaoxin ya es capaz de producir junto a TSMC y desde el pasado verano, procesadores de hasta 8 núcleos en 16 nanómetros, con frecuencias capaces de alcanzar los 3 GHz y gráficos integrados en el propio chip.

Ahora, de acuerdo a WikiChip, presenta grandes novedades en sus procesadores x86 –el estándar utilizado por Intel y AMD en sistemas de escritorio–. Estos tendrán soporte a los últimos estándares de memoria DDR5, así como al protocolo PCIe 4.0, aunque estará dividido en dos grandes líneas.

La primera estará conformada por los procesadores KH-40000, que sustituirán a la oferta actual para servidores. A diferencia de los más avanzados procesadores de escritorio, estos permanecerán en el proceso de 16 nanómetros, junto a soporte DDR4 y PCIe 3.0. No obstante, elevarán el número hilos simultáneos máximos gracias a sus hasta 32 núcleos disponibles.

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Por su parte, serán los KX-7000 los que avancen en el proceso de fabricación hasta el nodo de 7 nanómetros de TSMC, equivalente a la propuesta de Intel en 10nm. Según avanzan en WikiChip, la generación actual todavía se encuentra muy por debajo de la oferta de Intel y AMD en términos de rendimiento y eficiencia, aunque el salto a este nuevo proceso podría mejorar estas cifras.

Será difícil que este fabricante novel alcance a los más veteranos en estos términos pronto, especialmente tras confirmarse la agresiva hoja de ruta de Intel, que espera volver a subirse al carro de las grandes actualizaciones periódicas de cara a los próximos ejercicios. En cualquier caso, se trata de una propuesta ya más que funcional y sobre la que pueden todavía activar una de las bazas que mejor sabe exprimir China: el coste.

Algo más que un experimento

Zhaoxin, cuyo nombre ya significa "millón de núcleos", ya saca pecho de algunos de los productos que pone en el mercado interno chino. Entre estos se encuentran algunos de sus procesadores: "estos productos de computación son usados en las organizaciones y armada del gobierno de China, oficinas de información, otros sistemas nacionales clave y proyectos de ingeniería".

Socios y partners de Zhaoxin
Zhaoxin

Una de las claves del potencial de Zhaoxin es su compatibilidad con un gran abanico de sistemas operativos, así como su gran número de socios a lo largo de China, entre los que se encuentra el fabricante de PC más grande del mundo, Lenovo.

No parece que sea una prioridad llevar este tipo de componentes más allá de las fronteras del gigante chino, por lo que no esperaría ver estos procesadores en las tiendas occidentales a corto o medio plazo. Al menos, de momento, cuando las alternativas de los dos principales fabricantes occidentales son todavía muy superiores. No obstante, no descartaría leer a cerca de este y otros fabricantes chinos y sus progresos de aquí a un par de años.

Como referencia se encuentra el caso de Huawei, cuyo founder HiSilicon echó a rodar en 2004, y quince años más tarde ya se encuentra bajo el capó de uno de los smartphones más llamativos a nivel mundial, el Mate 30 Pro. Si bien en este caso se apoyan en los estándares occidentales de ARM, los diseños de Zhaoxin [se basan en los diseños y el trabajo previo de Centaur Technologies), fundada en 1995.

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