“¡Basta ya!”: violada en Barcelona. Ana Guerra [...]”. Ese es uno de los titulares que se pueden encontrar en Google Discover. De hecho, uno de los que más éxito tienen. La reciente funcionalidad de Google, que lanzó Discover como una evolución de lo que fue Google NOW y Google Feed a finales del año pasado, ha conquistado rápidamente los dispositivos Android y, sobre todo, ha supuesto un empujón de tráfico para los medios que aparecen en él.

Discover, que funciona como un sistema de tarjetas que muestra noticias destacadas en base a nuestros intereses, se muestra de forma nativa en teléfonos Android al usar Google. En iOS es necesario descargar la app de Google o Chrome para poder tener acceso.

De este forma se genera un feed de noticias que podrían llamar nuestra atención debido a que se basan en la información que Google ya tiene de nosotros gracias a nuestras búsquedas. A quien escribe este texto, por ejemplo, le aparecen un día normal noticias de Star Wars, de la Cumbre del Clima, resultados deportivos, una noticia que habla de que el presentador español Frank Cuesta tendría cáncer y, por alguna razón, un artículo sobre un abrigo de Zara femenino que “pega con todo”, y que sospecho que está ahí después de varias búsquedas para comprar regalos de Navidad para mi pareja.

Sin embargo, mi feed tiene truco. Google Discover permite eliminar de sus sugerencias temáticas completas o medios en concreto, algo que hice tras utilizarlo un par de días y ver que sus recomendaciones se basaban más bien en temas sensacionalistas, morbosos y cuanto menos, con apariencia un tanto fraudulenta. Utilizando las opciones que dan, limpié el feed, pero sino sería algo así, tal y como no han parado de denunciar multitud de usuarios por Twitter.

Titulares entrecortados, amarillismo al cubo y noticias exageradas, cuando no redactadas de forma directamente engañosa. El titular que citábamos unos párrafos arriba “¡Basta ya!”: violada en Barcelona. Ana Guerra [...]”, en referencia a la cantantes de Operación Triunfo, juega con un par de puntos puestos estratégicamente para cambiar su significado. No es, “Violada en Barcelona Ana Guerra”, lo que nos podría empujar a pensar -gracias también a la foto de la cantante llorando- que ha sufrido una agresión sexual, sino “Violada en Barcelona. Ana Guerra [...]”, y si clickamos en la noticia, vemos que se trata de que varias artistas se han manifestado en contra de una violación que se produjo en la ciudad Condal.

Además, el titular en cuestión también utiliza el límite de caracteres que muestra Google en Discover, cortando el titular junto en la parte en la que da lugar a que pensemos que es otro tipo de información, tal y como denunciaba en este tuit la periodista Delia Rodríguez, autora del ensayo sobre viralidad y medios de comunicación Memecracia.

Algoritmos eligiendo entre clickabilidad y rigor

¿Pero cómo funciona el sistema de recomendación de Google Discover? ¿Qué hace que unas noticias aparezcan ahí y otras no? ¿Por qué Google no evita que se muestre contenido falto de rigor o engañoso?

Esteve Castells es uno de los especialistas SEO más conocidos de España y ha escrito una guía sobre Discover. Lo primero que confirma a Hipertextual es que, efectivamente, Discover ha supuesto una revolución a nivel de tráfico. “Para los medios ha sido una vía nueva de captación de tráfico muy importante, pero no solo para ellos, proyectos que no son puramente medios también están logrando aparecer en Discover”.

Aunque no existen datos medios, hay estimaciones que aseguran que algunos portales podrían estar recibiendo entre el 30 y el 50% de sus visitas por esta vía, y hace unos meses el número de usuarios recurrentes ya era de más de 800 millones en todo el mundo. Sobre por qué aparecen unos medios y sobre todo titulares engañosos, tanto Castells como Guillermo Gascón, también especialista de posicionamiento en buscadores y podcaster en Hola SEO y Becarios NO, coinciden en que ahora mismo el algoritmo que funciona en Discover se basa en la clickabilidad (CTR, la tasa de clicks por impresiones) y en el número de usuarios que leen esas noticias.

“El sistema es similar al que hizo que Facebook triunfase hace unos años como plataforma de distribución de contenido. Lo más llamativo, funciona mejor. Pero también ha llegado con parte de sus problemas: el contenido de escaso valor, engañoso, amarillismo y sobre todo click-bait, que parecía que era algo que estaba medianamente controlado o desterrado”, comenta Gascón.

El especialista SEO se refiere a los años dorados de Facebook, entre 2015 y 2018, cuando la red de Zuckerberg hizo que algunos medios incluso llegaran a obtener un 50% de su tráfico gracias a la red social. La época de los vídeos cuadrados virales; grifo que se cerró a comienzos de 2018 cuando se anunció un cambio de algoritmo para potenciar los contenidos de familiares y amigos frente a medios como respuesta al problema de las fake-news.

Más familia y menos noticias: los motivos detrás del cambio de algoritmo de Facebook

Castells también coincide con la asimilación a la época en la que Facebook tenía un peso fundamental en la distribución de contenidos. “Debemos diferencia entre dos tipos de búsqueda, la 'search' clásica en la que el usuario pregunta a Google, y esta, que se puede llamar de 'descubrimiento', donde el usuario simplemente explora de forma pasiva para descubrir contenidos. Es la misma base que en las redes sociales y sus sistema de recomendación a escala más técnica podrían funcionar igual: he leído un articulo, he clickado en él, te va a salir recomendado a ti, al final es un poco un virus, con que cuele con unos pocos acaba llegando a la mayoría”, señala.

Los males de Facebook, ahora en Google

Pese a esto, también creen que hay diferencias con respecto a lo que era Facebook: “Google tiene multitud de datos de nosotros, inmensos, pero en la rama de la viralidad, comparando con Facebook, puede cojear un poco, ya que las redes sociales, al menos hasta los grandes escándalos, eramos proactivos a la hora de mostrar nuestros intereses. Google tiene que obtener esos datos de entretenimiento para mostrar contenido a través del análisis de nuestras búsquedas, no de algo más activo como era dar a like o compartir”, señala Castells, que cree que a nivel de analítica, el tráfico de Discovery es similar al de Facebook, pero no se puede decir que sea social.

Gascón también ahonda en la importancia que Discover está teniendo para los medios: “Lo que se comenta en el sector es que están llegando niveles de tráfico muy importantes. Eso sí, también es verdad que a día de hoy no sabemos todavía muy bien, porque Google no lo ha explicado, que hace que un contenido aparezca en Discover y por qué otro no”.

Lo que está claro es que Google está dejando el 100% de esa recomendación de contenido a sus algoritmos. “Google es una empresa de ingenieros y son 'anti-humanos' por así decirlo. Este tipo de cuestiones las prefieren abordar con algoritmos que van perfeccionando”, cuenta Castells.

El problema es por qué hasta ahora Google no ha hecho nada. “Discover no deja de ser un producto relativamente nuevo, y aunque es verdad que se echa en falta que no se haya actuado ya, yo no tengo duda de que Google acabará eliminado el click-bait más deshonesto de su feed”, opina Gascón. Castells, por su parte, también confía en que Google consiga esto, y apunta el valor que puede tener además de la propia acción del buscador que los usuarios rechacen y eliminen de su feed aquellos medios que les resultan poco rigurosos.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: