El pasado mes de febrero, la sonda japonesa Hayabusa-2 (halcón peregrino-2 en japonés) lograba aterrizar con éxito sobre el asteroide Ryugu, después de algo más de cuatro años de viaje. Previamente, en septiembre de 2018, se convirtió en la primera misión que lograba aterrizar dos rovers, llamados 1A y 1B, en la superficie de uno de estos objetos.

Hayabusa 2 ya está en la superficie de Ryugu

Desde entonces, ha tomado un gran número de datos y fotografías y ha recogido muestras, tanto de la superficie de Ryugu, como de las profundidades de su suelo. De este modo batió otro récord más, pues hasta entonces ninguna sonda había logrado obtener muestras del interior de un asteroide. No cabe duda de que ha hecho un trabajo encomiable, que ahora ha llegado a su fin, pues hoy el halcón ha levantado el vuelo rumbo a casa.

Un largo viaje de vuelta

Si todo va bien, se espera que el próximo 18 de noviembre la sonda se libere de la ligera fuerza gravitacional del asteroide, de modo que ya en diciembre pueda encender sus propulsores y comenzar su viaje hacia la Tierra.

Será un largo periplo, cuyo fin se calcula para finales del próximo año. Para entonces, las muestras, que trae consigo almacenadas en contenedores sellados y con aislamiento térmico, podrán ser analizadas, con el fin de conocer datos sobre el asteroide. Se cree que los objetos como Ryugu conservan algunos de los materiales más prístinos (inalterados) del sistema solar, por lo que estudiarlos a fondo puede arrojar información muy interesante sobre la formación de los planetas y el origen del agua y la vida en la Tierra. Su antecesora, Hayabusa-1, ya lo hizo, trayendo muestras del asteroide Itokawa, pero no obtuvo material subterráneo ni pudo captar imágenes y datos con la misma eficiencia que su hermana más joven.

Mira cómo la sonda japonesa Hayabusa 2 recoge muestras de un asteroide

De cualquier modo, Hayabusa-2 ya ha dado algunas pistas de lo que está por venir. Por ejemplo, desde que llegó a su destino nos ha “contado” que se trata de un asteroide “muy limpio”, sin polvo en su superficie, y nos ha enviado vídeos de su trabajo de recogida de muestras.

Ryugu es un asteroide muy ‘limpio’: desconocen los motivos de por qué no tiene ni una mota de polvo

Habrá que esperar unos cuantos meses para saber más. A su llegada a la Tierra la sonda se quitará “un gran peso de encima”, sin duda, pero posiblemente no descansará, pues se calcula que aún contará con una buena cantidad de combustible, por lo que podría lanzarse de nuevo a analizar otro asteroide. Se convertiría así en una de las pocas naves que han visitado varios objetos del sistema solar. Está claro que este halcón ha nacido para batir récords y que aún le queda mucho que inspeccionar.

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