Un hombre de Australia se ha declarado culpable de acosar a su ex-novia de todos los modos posibles, incluso de monitorear su auto y tener el control de encenderlo o apagarlo vía remota por medio de una aplicación en su smartphone.
De acuerdo con ABC, el acosador, un mecánico de 38 años de Tasmania, utilizó el VIN (número de identificación de vehículo) de su víctima para rastrear todos sus movimientos. Esto fue posible ya que él fue quien le ayudó a comprar una Land Rover cuando se encontraban en la relación, lo que le dio acceso a los datos necesarios para poder espiarla.
Por medio de la aplicación InControl de Land Rover, que posee una función llamada Remote & Protect, el hombre accedió a múltiples características del auto a distancia. Esta app permite a los propietarios saber en dónde estacionaron su coche, tener acceso a los niveles de combustible o descargar un registro detallado de todos los viajes.
Con el VIN en su poder, el acosador pudo crear una cuenta para monitorear a su ex-novia. Sumado a esto, también se introdujo en su recámara a mitad de la noche para contemplarla mientras dormía, no sin antes decirle que debería sentirse agradecida que era él y no un ladrón o alguien que buscara hacerle daño.
La víctima pudo darse cuenta del acoso al descubrir correos electrónicos con evidencia de que el hombre llevaba meses espiándola al recopilar toda clase de datos de sus movimientos. Lo más escalofriante, según la mujer, fue conocer que su ex-pareja tuvo control sobre el auto, lo cual la hizo temer por su vida.
Al ser presentado en la corte de Hobart, el acusado también declaró haber usado spyware y pagar una cuota mensual para monitorear la ubicación del teléfono de su ex-novia. En su domicilio, la policía encontró una libreta con detalles de los lugares que frecuentaba la víctima, así como una lista de armas y costos.
Un fallo en WhatsApp permitió espiar las conversaciones e instalar ‘spyware’ tanto en iOS como en Android
La sentencia será dictada en diciembre y para mala fortuna del acusado, las leyes en Australia consideran el acoso como un delito serio.