La insatisfacción corporal se define como una evaluación negativa del tamaño o la forma del cuerpo. Esta definición también se puede extender a facetas específicas de la imagen corporal, como el tamaño muscular, el tono muscular, el peso y el porcentaje de grasa corporal.
En los últimos años ha habido un mayor enfoque en la insatisfacción del cuerpo masculino debido a su asociación clínica con síntomas de trastornos alimentarios, obesidad y dismorfia muscular. Estas asociaciones son de particular preocupación cuando se considera la alta incidencia de insatisfacción corporal reportada entre los hombres.
La imagen del “cuerpo ideal”
La autoestima corporal es multidimensional y consiste en la autoevaluación, así como la percepción de los demás sobre el peso corporal y la apariencia general.
De manera previsible, la autoestima corporal está fuertemente relacionada con la autoestima general, ya que las imágenes del “cuerpo ideal” presentadas en los medios de comunicación ejercen presión para que las mujeres tengan un cuerpo muy delgado y los hombres tengan cuerpo grande y musculoso.
Si bien este aspecto ha sido ampliamente estudiado en mujeres, investigaciones han demostrado que la insatisfacción corporal es un predictor importante del bienestar psicológico en los hombres.
En este sentido, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Queensland en Australia, encontró que muchos hombres piensan que hablar sobre la insatisfacción corporal es socialmente indeseable y lo asocian con una sensación de vergüenza.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigación realizó siete grupos focales que incluyeron un total de 40 estudiantes universitarios varones, con edades comprendidas entre los 17 y los 53 años.
Igual de común
El análisis de los datos reveló que los participantes percibían la insatisfacción corporal y la expresión de angustia emocional como socialmente indeseables, lo que hace que la discusión sobre el tema se asocie a conductas contrarias a lo que creen que significa ser masculino.
Los participantes del estudio creían que la insatisfacción del cuerpo masculino era menos común que la insatisfacción del cuerpo femenino y se asociaba con un menor riesgo para la salud física y mental de los hombres.
Como explica la investigadora Beth O’Gorman, académica en la Escuela de Psicología de la Universidad de Queensland y autora principal del estudio:
“En nuestra investigación, pudimos observar que los hombres percibieron la imagen corporal como un problema femenino, pero la insatisfacción corporal masculina es igualmente común y los niveles extremos de insatisfacción corporal en los hombres se asocian con resultados negativos similares a los de las mujeres”.
Sobre la base de estas observaciones, los autores del estudio sugieren fomentar una conciencia ampliada de las preocupaciones de la imagen corporal masculina, así como desafiar la noción de que las preocupaciones de la imagen corporal son un problema exclusivamente femenino y normalizar la experiencia y la divulgación de las preocupaciones de la imagen corporal en los hombres.
En última instancia, los hombres deben ser alentados a hablar entre ellos sobre sus preocupaciones, y los médicos también deben considerar preguntarles a sus clientes sobre su relación con su apariencia física, incluso si la insatisfacción corporal no es el motivo de la visita.
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