El mundo de las redes sociales está alcanzando límites que nunca nadie podría imaginar. Mientras Facebook pasa por sus horas bajas, Instagram se ha convertido en una de las redes sociales por excelencia; también en el sitio donde, con una sola imagen, se pueden decir muchas cosas o ninguna. Definida como muchos por la red social del postureo en su máxima expresión, la realidad es que pocos escapan a la búsqueda de la foto perfecta, en el lugar perfecto y con la compañía perfecta para satisfacer a sus seguidores. Y, no nos vamos a engañar, también a uno mismo.

Bajo el calor de Instagram han surgido millones de empresas y aplicaciones, algunas más extremas que otras. Desde cientos de apps para editar fotos, hasta una que te busca "amigos" para podar en Instagram. Rent a friend, Bla Bla Friend, Rent a local friend o Ameego, además de buscarte a alguien para una actividad social en concreto (sin ninguna connotación sexual), también alimenta el grueso de las fotos de la red social. Porque posar con "amigos" siempre queda mejor, aunque sea de mentira. Otras empresas, como Family Romance, también te buscan una familia al completo. Los usos de la misma ya dependen de cada uno.

Igualmente, cobijada en este paraguas, también ha surgido otra compañía. En este caso made in Spain y asociada a Lanzadera desde enero de este mismo año. Saytrip, fundada por Belén Huerta y Ana Galiana, se fijó en una de las epidemias que sufre el mundo hoy en día: la adicción al móvil y, concretamente, a las fotos.

Ir a un concierto y estar pendiente de grabarlo. Estar en la playa pendiente de la foto perfecta o un paraje idílico donde, si hay una pareja, nunca podrán salir los dos juntos porque alguien tendrá que quedarse fuera. La idea de las emprendedoras fue simple: contratar fotógrafos para quitarse de las fotos y disfrutas del momento, además de luego llevarse la recompensa de las imágenes perfectas.

El funcionamiento es similar al de otras aplicaciones de servicios; ellos se encargan de poner en contacto la oferta con la demanda. Los que buscan fotos solo tendrán que decir fecha y lugar, y ellos te ofrecen todos los fotógrafos disponibles a los diferentes precios ofertados. Desde 18 euros por hora, para los amateur, hasta las magnitudes de los profesionales; la clave es que el fotógrafo es local*, por lo que puede recomendar los mejores lugares para esa foto perfecta. El premio, tras el pago, serán 150 imágenes editadas y listas para publicar en las redes sociales de conveniencia.

Desde Saytrip explican que el único requisito que le ponen a los fotógrafos es "que estén dados de alta como autónomos para poder facturar". Más allá de eso, lo único que hacen es buscar a los mejores candidatos. "Principalmente nos ponemos en contacto por Instagram porque nos gusta el estilo de alguien, y ellos solo tienen que darse de alta", explica Ana a Hipertextual. Otros ya llegan por inercia y Saytrip simplemente hace criba para mantener el estilo uniforme. De momento en la mayor parte de las grandes ciudades en España, la startup ya planea su expansión al extranjero en las principales ciudades europeas –París o Roma, entre ellas–.

Aunque pueda parecer mentira, desde Saytrip aseguran que, si bien es cierto que alguien les ha contactado para hacerse fotos solo, "la mayor parte de los usuarios son parejas y familias que quieren un recuerdo bonito; siempre hay alguien que se queda fuera de la foto y muchos buscan una experiencia y un recuerdo diferente", aseguran.

Aseguran que el hecho de que estas fotos terminen o no en Instagram ya es secundario para ello. Sin embargo, hay algo que está muy claro: la era de las fotos bonitas ha venido para quedarse.

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