Cuando Goya pintó su famoso cuadro Saturno devorando a su hijo en su mente se encontraba la leyenda del titán Crono, quien se dice que se comía a los hijos recién nacidos de su esposa por miedo a ser destronado por uno de ellos. Es una pintura escalofriante, que representa claramente una atrocidad que a los humanos nos resulta horrible, pero que en el mundo animal es mucho más común de lo que podríamos llegar a creer.

Son muchas las especies que pueden recurrir a comerse a sus crías, algunas de forma habitual y otras en casos extremos, pero casi siempre con el mismo motivo: optimizar los recursos para perpetuar su especie.

La selección del oso perezoso

En 2013, una hembra de oso perezoso, residente en el Zoológico Nacional del Smithsonian, se comió a dos de sus tres cachorros, bajo la sorprendida mirada de sus cuidadores. Apenas había dado a luz cuando, sin aviso aparente, engulló al primero. Poco después repitió la operación con el segundo, por lo que los trabajadores del centro decidieron retirar rápidamente al tercero antes de que corriera la misma suerte que sus hermanos.

Curiosamente, cuando lo llevaron al hospital veterinario para revisarlo, descubrieron que el animal estaba enfermo y que posiblemente sus hermanos también lo estaban. Esto aportaba una explicación a la sorprendente reacción de su madre, pues se sabe que las hembras de muchas especies deciden sacrificar a los hijos que llegan al mundo tan enfermos que no podrán sobrevivir mucho tiempo. De este modo, se optimizan los recursos de los que disponen para su crianza y se dejan disponibles para poder cuidar de otros cachorros que sí puedan ayudar a perpetuar la especie.

El hecho de que se los coman y no decidan sacrificarlos sin más es precisamente para evitar que su cuerpo atraiga la atención de depredadores cercanos, según explicaba un trabajador del zoológico a National Geographic en 2014.

Leones imitando al oso

Recientemente, se dio en un zoo de Leipzig, en Alemania, un caso similar al de la osa del Smithsonian, aunque esta vez la protagonista fue una leona, que se comió sin previo aviso a los dos cachorros que había traído al mundo solo tres días antes.

No se conocen las causas que la empujaron a comportarse de ese modo, pues no había noticias sobre el estado de salud de sus crías y tampoco se pudo realizar una autopsia, ya que también se comió sus cuerpos.

‘El rey león’ (2019): como la original, pero peor

Aun así, sus cuidadores creen que es probable que el motivo fuese el mismo. Sin embargo, no es la única razón por la que los leones a veces matan a sus crías. También es habitual que lo hagan los machos, aunque ellos lo hacen con un motivo un tanto diferente. En su caso, se comen a los cachorros de otros machos, para dejar a las hembras libres para procrear de nuevo. Por lo general pasan largos periodos de tiempo amamantando a sus pequeños, de modo que se vuelcan tanto en ellos que no están listas para volver a copular con un macho. Por eso, si se eliminan los cachorros las madres vuelven a estar disponibles y ellos se garantizan su descendencia.

Babuinas promiscuas por el bien de sus hijos

La costumbre de los machos de león es común en otras especies, entre ellas algunos primates. Por eso, las hembras de babuino de Chacma tienen una curiosa costumbre, consistente en copular con un gran número de machos, de modo que se generen dudas con respecto a la paternidad de las crías y ningún macho se atreva a sacrificarlas.

Control de natalidad roedor

Puede que quienes hayan tenido alguna vez como mascotas a una pareja de hámsteres hayan observado aterrados cómo la hembra optaba por comerse algunos de sus ratoncitos después de parirlos.

Esto es algo que ha llamado la atención de muchos investigadores. Por ejemplo, en 2017 un grupo de científicos de la Universidad de Estrasburgo comprobó que las hembras que solo se alimentan de maíz tienen un déficit nutricional que les altera el comportamiento y, además, les lleva a comer a parte de sus crías, a las que almacenan junto a sus reservas de grano, como un alimento más. Esto es algo que se está haciendo muy frecuente en las zonas en las que los monocultivos intensivos de este cereal impiden que puedan tener una dieta más variada.

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Pero no es la única razón que les lleva a engullir a sus hijos, pues estudios anteriores han mostrado que también lo hacen como una forma de controlar su natalidad, de modo que en las camadas de ocho o nueve crías se comen solo a dos. De hecho, si los investigadores añadían otras dos la respuesta de las madres era comerse cuatro.

Pájaros que se comen sus huevos

Es habitual ver a muchas aves domésticas comiendo sus huevos. Los foros de ornitología están repletos de dudas de personas que se preguntan por qué su periquito, su canario o incluso sus gallinas se comen los huevos antes de que eclosionen.

Por lo general, hay varias respuestas para esta cuestión. Para empezar, puede deberse a algo similar a lo ocurrido con los hámsteres alimentados a base de maíz. Si el pájaro tiene, por un motivo u otro, un déficit nutricional, podría optar por recurrir a comerse los huevos, especialmente si la carencia es de calcio, ya que este es un elemento muy abundante en ellos.

Del huevo y la gallina

También se conoce que puede ser por motivos accidentales. Si el animal mientras incuba los huevos los pica y saborea sin querer su contenido, puede descubrir un rico manjar en su interior y comerlos sin tener en cuenta que eso supone la pérdida del polluelo.

De hecho, los huevos son uno de los alimentos predilectos de algunas aves, como el cuervo o la gaviota, aunque por lo general estos se alimentan de los de otras especies, no de los suyos.

Finalmente, los ambientes estresantes también pueden llevar a que la madre elimine a parte de su descendencia, de nuevo para garantizar la supervivencia de unos pocos concentrando en ellos todos sus recursos.

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