Tras anunciar la pasada semana que dejaba Apple, la compañía en la que ha pasado sus últimos casi treinta años, Jony Ive se ha convertido en el foco de muchas historias que pretenden comprender el trasfondo de la situación y cuáles han sido los hechos acaecidos entre bambalinas para, finalmente, detonar en su salida de la compañía de Cupertino. Si hace unos días era Bloomberg quien contextualizaba que el aún máximo responsable de diseño de la tecnológica llevaba preparando su marcha durante los últimos cuatro años, ahora es The Wall Street Journal quien hecha un vistazo a la intrahistoria de uno de los movimientos más significativos dentro de la cúpula directiva de la empresa de los últimos años.

Tal y como lo hiciera el medio anteriormente citado, el WSJ recoge algunas de las actitudes que han marcado una etapa de Jony Ive que comenzó en 2015 con su nombramiento como Chief Designer Officer (CDO), momento a partir del cual comenzó a adoptar una posición más relajada en las tareas diarias en lo que al equipo de diseño respecta. Su implicación en los proyectos disminuyó y comenzó a acudir esporádicamente al campus en Cupertino, quedándose en San Francisco, donde vide, la mayor parte de los días.

Jony Ive anuncia que deja Apple después de 30 años para formar su propio estudio de diseño

Una de las anécdotas más interesantes que recoge el artículo es la que se dio en las últimas fases del desarrollo del iPhone X, el modelo llamado a marcar "la senda de la tecnología para la próxima década", en palabras de Tim Cook durante su presentación oficial. Según recoge el diario, un grupo formado por los 20 mejores diseñadores de software de la firma tenía programada una reunión con Ive en un club de San Francisco en la cual mostrarían a su jefe las nuevas funciones del terminal, incluida la interfaz por gestos que ha pasado a ser una referencia en todo el ámbito de los smartphones.

Dicho grupo tuvo que esperar más de tres hora a que apareciera Ive, según recoge el WSJ, citando a uno de los asistentes a la misma. Cuando terminaron, el diseñador se habría ido sin proporcionar ningún feedback para las cuestiones clave del desarrollo. "Muchos de nosotros estábamos pensando: ¿Cómo se ha llegado a esto?", expresa dicha persona. "Jony se había ido, pero rehusaba entregar las riendas".

El Ive frustrado y desanimado

En los últimos años, los dos proyectos clave de Jony Ive dentro de Apple han sido el Apple Watch y el Apple Park, y durante este tiempo ha ido aumentando, según se relata, un creciente descontento con la poca atención que Tim Cook, CEO de Apple, prestaba a la parte del desarrollo del diseño de los productos. Cook ha sido una de las personas más relevantes a la hora de escalar los niveles de producción y distribución de los productos de la firma a lo largo de sus años en la empresa.

Al mismo tiempo, Ive también habría estado observando con "frustración" el creciente número de nuevos directivos provenientes de las áreas de las finanzas y la operaciones, en lugar de otras más cercanas a la tecnología. En 2017, él y Cook habrían acordado terminar con sus responsabilidades diarias dentro de la empresa, razón por la cual habría disminuido sus apariciones en el Apple Park a unas dos veces por semana.

Jony Ive llevaba años preparando su salida de Apple

La desconexión total se producía el pasado jueves con el anuncio de su marcha y la creación de un estudio de diseño independiente llamado LoveFrom, que tendrá a Apple como uno de sus principales clientes. "La compañía pagará a su nueva empresa millones de dólares al año para continuar trabajando con Apple", recoge el mencionado medio, de acuerdo a una persona cerca al acuerdo.

El equipo de diseño queda ahora "descabezado", al menos por el momento. Apple no ha nombrado a un sustituto que ocupe el puesto de Jony Ive y comande en conjunto las decisiones de los diferentes grupos que componen el desarrollo de los distintos productos. En su lugar, estos reportarán su trabajo de manera directa a Jeff Williams, responsable de Operaciones.