La historia de robos de secretos comerciales y patentes no es una novedad en el sector de los vehículos autónomos.

Una de las grandes batallas, desatada en los juzgados en cuanto al hurto de esta información, terminó enfrentando a dos grandes del mundo tecnológico: Google vs. Uber. La primera acusaba a la compañía de transporte de haberse hecho con un gran parte de información referente a la tecnología LiDAR. Cuando Anthony Levandowski dejó el proyecto Waymo, en Google, se llevó consigo los datos que terminarían en las bases de datos de Uber. Finalmente, y tras meses de amenazas millonarias, se cerró un acuerdo que supondría el pago de una participación del 0,34% de Uber a Waymo; el equivalente a 245 millones de dólares. Un acuerdo muy ventajoso para Google, ahora que ese pequeño porcentaje formará parte de una de las salidas a bolsa más grandes de la historia de los mercados.

La guerra entre Waymo y Uber termina en acuerdo, millonario eso sí

En cualquier caso, la historia del momento, aunque centrada en coches autónomos, enfrenta a dos compañías muy diferentes. Tesla, hasta hace no mucho liderada por un polémico Elon Musk, y Zoox, la startup de tecnología autónoma. Esta última, aunque pueda resultar desconocida, ha conseguido contratar a más de 100 empleados que anteriormente habían estado operando para otras grandes tecnológicas. Esta situación ha sido cuanto menos incómoda para muchos en el sector. Sea como fuere, Tesla ha presentado una demanda contra un grupo de ex empleados, que ahora se encuentran en Zoox.

Según Tesla, estos trabajadores habrían estado robando información patentada y secreta que luego terminaría en la sede de Zoox. De esta manera, para la pequeña compañía habría una ventaja en años de diseño y producción. Concretamente, Tesla acusa en el tribunal del norte de California a Scott Turner, Sydney Cooper, Christian Dement y Craigh Emigh de fugarse "con documentos exclusivos de propiedad de Tesla útiles para su nuevo empleador", habiendo terminado al menos uno de ellos en manos de Zoox.

Turner, gerente en un centro de Tesla, fue el primero en salir de la compañía. Poco después, este reclutó a Cooper y Dement. El último fue Emight. A partir de este momento comenzaron los problemas para Tesla. Según Tesla, Cooper podría haber admitido el envío de documentos confidenciales Turner antes de dejar la compañía, pero ya sabiendo de su incorporación a Zoox.

Para llevar a cabo este proceso, los supuestos culpables enviaron información sensible a sus correos personales; entre ellos, datos sobre inventario, datos personales y organigramas de Tesla. Esta, finalmente se dio cuenta de la situación cuando uno de esos correos terminó por error en el mail de otro de los empleados de la tecnológica, el cual dio el aviso de la situación. En el mencionado correo se hablaba de un documento interno de Tesla, pero modificado con el branding de Zoox.

Secretos del Autopilot

Además de la demanda que afecta a la filtración de los secretos de gestión de Tesla, también se ha presentado una en cuanto a la tecnología del Autopilot.

Esta misma semana. Tesla ha cargado contra Guangzhi Cao, el que fuese miembro del equipo de equipos autónomos de la compañía. De hecho, una de las pocas personas que ha tenido acceso a esa información. Poco después de la renuncia de este empleado, Tesla supo que comenzó a trabajar para XPeng; dedicada a la misma actividad.

Al igual que el caso de la información de patentes, Tesla considera que Cao realizó copias de más de 300.000 archivos antes de salir de la tecnológica.

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