2019 es una prueba de fuego para la división móvil de Samsung. Tras un 2018 en el que no se alcanzaron los objetivos de venta propuestos debido a las tibias ventas de los Galaxy S9, los nuevos Galaxy S10 suponen el principal halo de esperanza para una compañía que tiene que recobrar el favor del consumidor. Y la cosa no pinta mal.
Según ha revelado la propia compañía, en España la recepción inicial de estos terminales –Galaxy S10+, S10 y S10e–, que se ponían hoy a la venta, ha sido la mejor de la historia de la firma en el país. Aunque no se han ofrecido cifras de venta específicas, desde la casa surcoreana afirman que las preventas de los dispositivos han sido un 30 % superiores a las de la anterior generación, siendo este un certero indicativo del interés inicial con el que comienzan su andadura.
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Esta misma semana la tecnológica hizo lo propio para su mercado local, Corea del Sur, afirmando que allí la preventa había ascendido también un 20 % de un año a otro, y para Reino Unido, donde ha ocurrido lo mismo que en España, batiendo el récord de preventas. En este último caso, además, dan un dato interesante: el 57 % de las ventas totales fueron Galaxy S10+, el modelo más caro de la firma.
Un mejor año
Todo indica que Samsung podrá respirar tranquila en el que se espera que sea un año de buenas ventas. No solo por estas primeras cifras, que no reflejan una amplia visión de la situación, sino porque la propuesta de los teléfonos buque insignia de la compañía este año es más innovadora e incorpora, además, una tercera opción bautizada como Galaxy S10e que, gracias a su más ajustado precio, puede ser uno de los pilares de venta a través de operadoras. A esto hay que añadir también la llegada del esperado modelo 5G, que se producirá más adelante.
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El conocido analista Ming-Chi Kuo ofrece unas predicciones de entre 40 y 45 millones de unidades del Galaxy S10 vendidas a lo largo de 2019, lo que supone un aumento de entre el 30 y el 40 % respecto al anterior año.