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En una conferencia de la industria automotriz celebrada en Wolfsburgo, Volkswagen reafirmó su compromiso de apostar por los vehículos eléctricos en el futuro próximo. La firma alemana confirmó que su próxima generación de coches de combustión será la última. Michael Jost, jefe de estrategia de la marca, dijo que reducirán gradualmente los motores de gasolina y diesel al mínimo absoluto, un movimiento que podremos ver a partir del 2026.

Pasarán varias décadas hasta que se olviden por completo de este tipo de autos. Su objetivo es abandonarlos en el 2040, sin embargo, estiman que en el 2050 seguirán disponibles algunos modelos de gasolina en lugares donde no existe la infraestructura suficiente para coches eléctricos. Jost dejó claro que la próxima generación seguirá recibiendo mejoras durante una década, como disminuir las emisiones de CO2 que contribuyen al calentamiento global. A pesar de sus escándalos en años recientes, mostraron compromiso en cumplir los objetivos del acuerdo climático de París.

Volkswagen adaptará tres plantas en Alemania para producir coches eléctricos

Será a finales del 2019 cuando Volkswagen comience con la producción de su primer coche 100% eléctrico, el hatchback Neo. Invertirá 1.200 millones de euros para capacitar a sus trabajadores y adaptará tres plantas para lograr una producción diaria de 1.500 unidades, lo suficiente para cubrir la demanda inicial. Su plan es tener en marcha la fabricación de seis modelos para finales del 2020. Esperan que en 2030 sus 300 vehículos tengan versiones totalmente eléctricas o híbridas.

Las 12 filiales del grupo automotriz seguirán pasos similares. Porsche, por ejemplo, prepara el lanzamiento del Taycan el próximo año, mientras que Audi ya ha presentada varios prototipos eléctricos. El último fue el e-tron GT Concept durante el Salón del Automóvil de Los Ángeles. En total el grupo alemán invertirá 50 mil millones de dólares en los próximos 5 años para transformarse por completo.

Volkswagen vivió un auténtico escándalo en 2015. Admitieron que 600.000 vehículos vendidos en los Estados Unidos tenían un software que alteraba los resultados de emisiones contaminantes. La situación involucró a los más altos directivos y la imagen de la empresa quedó muy afectada en los primeros meses. Estiman que el problema les costó 29.000 millones de dólares.

Claramente están buscando un cambio de ideología que al mismo tiempo les permita enfrentarse a nuevos competidores. Tesla está dominando el sector de los coches eléctricos en la actualidad, sin embargo, no termina por explotar debido a su poca capacidad de producción. Si bien ha mejorado en los últimos meses, aún no es suficiente para cumplir con la demanda. La próxima década será un periodo clave para que las automotrices interesadas luchen para ganarse el mercado del futuro.