NHTSA

El Tesla Model 3 conseguía el pasado mes de septiembre pasar con una calificación de cinco estrellas todas las pruebas realizadas por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras​ de Estados Unidos (NHTSA), poniéndolo así por delante de cualquier otro vehículo del mercado. La agencia de seguridad estadounidense amplía ahora la información y lo califica como el vehículo en el que uno tiene menor probabilidad de sufrir lesiones en un accidente.

Este es el primer vehículo en bajar del 6 % de probabilidades de lesión en un choque, ocupando el segundo y tercer puesto los Tesla Model S y Model X, respectivamente. Para ponerlo de manifiesto, la comapañía ha publicado una serie de vídeos en los que se muestra cómo reaccionan los diferentes elementos del vehículo ante distintos tipos de choque, además de ofrecer comparaciones con otros vehículos de la competencia.

Las razones de la seguridad en el Model 3

Como añadido a los vídeos, desde Tesla hacen una serie de comentarios acerca de las razones por las cuales el Model 3 ha conseguido pasar de manera tan excepcional las pruebas realizadas por la NHTSA. Entre ellas destacan la equidad en la distribución del peso –con prácticamente el 50 % del mismo en la parte delantera y el 50 % restante en la trasera–, además de estar diseñado para ubicar los componentes más pesados del vehículo cerca del centro de gravedad del mismo.

A pesar de que el Model 3 no tiene motor, su rendimiento es similar al que se describe como un “automóvil con motor central” debido a su paquete de baterías centrado (el componente más pesado del automóvil) y al hecho de que el motor trasero del Model 3 está colocado ligeramente al frente del eje trasero en lugar de detrás de él. Esta arquitectura no solo se suma a la agilidad general y el manejo del automóvil, sino que también mejora la capacidad de control de estabilidad al minimizar la energía cinética de rotación.

Al igual que el Model S y el Model X, el Model 3 se beneficia de su arquitectura completamente eléctrica y diseño del tren motriz, que consiste en un compartimento de pasajeros rígido y resistente, un paquete de baterías reforzado y un centro de gravedad general bajo. Estos fundamentos de seguridad ayudan a prevenir la intrusión en la cabina y los módulos de la batería, reducen el riesgo de vuelco y distribuyen sistemáticamente las fuerzas de choque para alejarlas de la cabina, al mismo tiempo que proporcionan la base para nuestra zona de arrugamiento frontal superior, que está optimizada para absorber energía y aplastarse de manera más eficiente.

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