Los primeros fueron los Italianos, justo hace unos días. Un Tribunal daba su visto bueno a la actividad de Glovo en el país vecino el juez determinaba que los riders de la plataforma de repartos con origen en España, no operaban bajo la figura ilegal de falsos autónomos.
Espaldarazo en Italia al modelo de negocio de Glovo
Ahora, un juzgado de primera instancia de Madrid ha resuelto la misma decisión que su homólogo italiano. Los repartidores de la startup no son falsos autónomos, por lo que reconoce su independencia en lo que a la relación con Glovo se refiere. El texto legal afirma que “la relación que había entre ambas partes no reúne las notas características propias de una relación laboral”.
De momento, la sentencia afecta a la demanda individual de uno de los riders de la plataforma. “El demandante no tenía jornada ni horario. Él decidía la franja horaria en la que deseaba trabajar, elegía los pedidos que le interesaban y rechazaba los que no quería, decidía con libertad la ruta a seguir hasta cada destino, no tenía obligación de comenzar o finalizar su jornada en una determinada hora, la Empresa no le imponía la clase o número de pedidos que tenía que hacer ni la ruta para llevarlos a cabo, el pedido se realizaba siguiendo las instrucciones dadas por el cliente final", exponen. Lo que implica que no existe un sometimiento efectivo a la actividad del rider respecto a Glovo. Empleado bajo el modelo de trabajo TRADE, que implica que el 75% de los ingresos tengan origen en la misma compañía, el juez ha estimado que todas las condiciones de trabajo se ajustan a la normativa del formato.
¿Qué ocurre con el famoso sistema por puntos? Lo que para algunas plataformas de riders supone un forma de control y sanción a la fidelidad respecto a la tecnológica, para el juez es un mecanismo para incentivar la actividad de los mismos.
"El hecho de que se acumulen más puntos por prestar servicios en horas de mayor demanda no es una sanción sino un incentivo, no debiéndose confundir un concepto con otro”.
En el aire queda, de momento, la solicitud de una nueva Inspección de Trabajo solicitada por varios sindicatos en Barcelona. Una nueva investigación, después de la cerrada en 2016, que buscaría tener unos resultados similares a los de Deliveroo.