La compra se anunció en julio de este mismo año, y su cierre oficial ha correspondido a los últimos días de agosto. La compañía de telecomunicaciones AT&T anunciaba la adquisición del 100% de Alien Vault por un monto que se mantenía bajo la más absoluta confidencialidad y que, hasta la fecha, promete seguir siendo secreto. Lo único que ha trascendido es que, hasta la fecha, esta operación se posiciona como una de más grandes de la historia de España.

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Ahora, una vez cerrada la compra, hablamos con uno de los inversores incondicionales de la compañía de ciberseguridad con sede en Silicon Valley, pero con ADN español. Adara Ventures, inversores en la tecnológica desde 2008, de la mano de uno de sus socios, Alberto Gómez, explica cómo ha sido el proceso de entrada y salida.

Un fondo que ha visto la evolución del sector del emprendimiento desde su entrada en Alien Vault hace casi 10 años. Su actual inversión en 4iQ, nuevo emprendimiento de Julio Casal, el creador de Alien Vault, Stratio o Seedtag cuentan con un futuro prometedor que podría alcanzar el de el reciente exit cerrado por Adara Ventures. Desde entonces, se ha producido "una evolución tremendamente positiva. Hay mucho más emprendimiento, muchas empresas, hay más emprendedores que se lanzan y la calidad ha mejorado en órdenes de magnitud", explica Alberto. "También hay más apetito por tratar de tener una posición global, una mayor aceptación al riesgo y, especialmente, más aceleradoras y fondos dispuestos a arriesgarse", añade.

Un largo recorrido

La compañía se fundaba en 2007, en España, con el objetivo de competir en el sector de la ciberseguridad open source. Tardó solo un año en lograr la entrada de Adara Ventures en su capital con el objetivo de alcanzar un modelo más escalable basado en sus productos para grandes empresas. Lograr esos primeros usuarios y descargas era necesario. Desde entonces, analiza Alberto, el retorno ha sido enorme:

El resultado financiero no es lo único. Esto representa muchas cosas que nosotros valoramos en los emprendedores. Ha sido un recorrido que ha tomado 10 años; no ha sido solo escoger la compañía correcta y ya está. Hemos dado muchos giros, pivotes y cambios a lo largo del tiempo. Este conjunto de factores nos hace sentirnos orgullosos".

Rondas A, B, C, D y E, está última únicamente de forma nominal, que fueron soportadas por Adara en conjunto con los nuevos inversores norteamericanos que garantizaban un gran futuro para la tecnológica. La Serie D, de 26 millones de dólares, y la E de 52 millones, se salían de sus posibilidades financieras. Kleiner Perkins, actuales inversores de Saptahome, Jackson Square o IVP serían algunos de los interesados a lo largo del tiempo en la compañía. Por su parte, Adara siempre se mantuvo en el consejo de la compañía.

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A base de pivotajes, la compañía ha superado los cambios uno a uno. El primero de ellos, explica el socio de Adara, fue el de escalar su producto y convertir a los usuarios en miembros de pago. La migración a Estados Unidos fue, quizá, el paso más importante para la compañía. Diferencias culturales y de idioma que trajeron nuevos inversores. Pero, sin duda, "el paso de un producto de licencia perpetua a uno por suscripción fue uno de los más grandes, analiza Alberto.

Alberto Gómez, socio de Adara Ventures

El Dorado o Estados Unidos

Alien Vault entendió que el mercado era mucho más grande de lo que España, por aquel momento podía ofrecer. "Un contrato en España con Telefónica o Metro de Madrid llegaba a los 500.000 euros, luego mirabas los titulares en Estados Unidos y una empresa había cerrado un contrato por 10 millones de dólares", explica Alberto. Con esta situación, Alien se dio cuenta de las grandes oportunidades que tenía en el país norteamericano: "si los 10 millones de la noticia eran para el Departamento de Salud, también habría opciones con el de Justicia, Defensa o cualquier otro". Y aún así, analiza, "había mucho riesgo y grandes posibilidades de que saliese mal".

Y llegó la compra... ciertamente agridulce

El silencio ha sido una de las máximas de Alien Vault. Quizá, lo complicado a la hora de explicar su trabajo, les ha mantenido lejos de los focos. Pero sí que había trascendido la posibilidad de que la compañía saliese a bolsa en Estados Unidos a lo largo de 2019. "Las métricas y los resultados financieros apuntaban a ello", argumenta Alberto, "pero el objetivo de estas empresas es proporcionar salida a los inversores y una propuesta de compra se colocó como la más viable". Unas cuantas opciones de compra, de hecho; sus nombres se mantienen confidenciales, pero fueron varias las compañías que llegaron a una due diligence para posicionarse como los compradores de Alien Vault. La oferta, tanto económica como de futuro, se fue del lado de AT&T. Una relación que, desde ningún punto era casual. "Al nivel de Alien Vault te codeas con mucha gente y a los tamaños de AT&T las decisiones toman mucho tiempo", explica el inversor.

"Comparada con una salida a bolsa que hay que esperar un año y medio para la salida, luego tienes que esperar para vender porque tienes que aguantar y que en el mercado pueden pasar mil cosas… fueron importantes para decirse por la oferta en cash".

Igualmente, comenta el inversor, aunque es bueno para la compañía es una situación agridulce "porque siempre queda la duda de qué habría pasado de salir a bolsa".

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