En los últimos meses, con la llegada del Redmi Note 5 y el Xiaomi Mi A2, creíamos estar viviendo de nuevo algo similar a lo que en su día trajeron el Nokia Lumia 520 y el Moto G original. Sin embargo, en paralelo, también estamos viviendo de nuevo una guerra por encima en argumentos técnicos, como en la que pugnaron el OnePlus One y el Nexus 5, ahora protagonizada por el Pocophone F1 y el Honor Play.
Cuando ya parecía que el valor de la gama media de Xiaomi no tenía parangón, la propia compañía, sin que la canibalización de productos le parezca un problema en absoluto, se dio un autogolpe con el Pocophone F1. Más grande fue el golpe para Honor, que se habla de que tuvo que cambiar el precio del Play para que fuera competitivo en el nuevo escenario.
En teoría, y por ello esta comparativa, son dos terminales que van enfocados al mismo público, joven que quiere jugar a los títulos más potentes durante muchas horas sin que importen tanto otros factores como el diseño o el grosor.
El cuerpo
En la parte física exterior encontramos diferencias cruciales. El Honor Play en diseño es lo que habríamos caracterizado como producto premium hasta el regreso del cristal y de los bordes cromados, elementos que pueden encontrarse en sus hermanos mayores en Huawei. Su cuerpo de aluminio se siente muy equilibrado y compacto, nada gordo ni demasiado grande para tener 3750 mAh y una pantalla de 6,3".
El Pocophone es todo lo contrario. Un terminal igualmente grande, con buenos acabados para ser de plástico, pero nada refinado en cuanto a diseño. Se agradecen los 4000 mAh, pero se siente muy tosco. Tanto que, tras usarlo intensivamente los primeros días, desarrollé un dolor en la mano derecha, por querer llegar a todos los puntos del terminal con una mano. Los Xiaomi que encontramos por debajo del Pocophone tienen mejor diseño, por lo que podemos decir que este ha sido el punto de ahorro de la compañía respecto a esos modelos y a otros como el Mi 8 y Mi Mix 2s.
En la parte frontal también se aprecia mayor refinamiento en el Honor Play. Ambos terminales comparten diseño con notch y barbilla, pero en el Honor Play los dos elementos son considerablemente más pequeños, a la vez que tiene una marcos laterales más reducidos. Así, el Pocophone F1 aprovecha el 82,2% del frontal con pantalla, y el Honor Play lo hace al 93%.
La experiencia
La experiencia de uso entre ambos terminales es muy parecida. Por los resultados que he tenido con gama media de Honor (7X) y Huawei (P10 Lite y P20 Lite), pensaba que el Honor Play dejaría que desear, pero nada más lejos de la realidad. Por sus 329€, no hay, junto al Pocophone F1, terminal que ofrezca mayor velocidad y fluidez. Tras comparar después de varios días, he mantenido el Honor Play en uso, y no echo de menos nada en lo que a velocidad se refiere.
Aun así, el Snapdragon 845 del Pocophone F1 le da un punto de velocidad extra en todos los sentidos. Moviendo la interfaz va mejor, y en juegos, también. Aun así, a día de hoy no es algo preocupante, pero como smartphones para juegos, hay que pensar a largo plazo, y ahí los benchmarks cuentan una historia poco favorable a Honor. HiSilicon sigue por detrás en rendimiento gráfico, y hasta que podamos comprobar una mejoría en el Kirin 980, la cosa se queda así.
EMUI y MIUI son dos capas pesadas en cuanto a modificación, pero MIUI se siente más ligera, en general. Sin embargo, frente a la versión de un Mi Mix 2s, se pierden en el Pocophone F1 los iconos de notificación de la parte superior, con lo cual el usuario no controla novedades. Esto se debe a que el notch del Poco es demasiado grande, mientras que en el Honor Play es tamaño medio. Si no importa el rendimiento, estética y funcionalmente, el Honor Play es mejor en esto.
Además, ya que hablamos de pantallas grandes, el aprovechamiento del espacio en la pantalla es esencial. En el caso del Pocophone, no hay manera oficial de cambiar la densidad (que se puede modificar en AOSP desde Android 7.0 Nougat), mientras que el Honor Play sí que deja. Si lo haces de forma no oficial en el Pocophone, por comandos ADB, toda la interfaz se descuadra y se pierde la integración con el notch.
En el apartado de autonomía volvemos a ver al Pocophone F1 por encima, algo que no sorprende, teniendo en cuenta que el Snapdragon 845 es bastante más eficiente que el Kirin 970 pese a estar ambos fabricados en 10 nanómetros. Ayuda, por supuesto, que cuente con 250 mAh que el Honor Play, quedando la cosa en 4000 mAh frente a 3750 mAh. Con el Pocophone ha sido muy fácil alcanzar 8 horas de pantalla, mientras que en las mismas condiciones, el Honor Play "sólo" alcanzaba 6 horas.
El audio por altavoces, aunque parejo, es algo más rico en el Pocophone F1, que además tiene sonido estéreo gracias a la separación de canales que le ofrece el empleo del auricular de llamadas (más débil que el altavoz principal, eso sí
Rendimiento gráfico
Tanto Poco como Honor venden sus terminales como smartphones para gamers. En ambos casos hablamos de dispositivos económicos, por lo que no podemos esperar pantallas 4K o 1440p, tasa de refresco de 120 Hz o especificaciones parecidas. El Pocophone F1 sí que cuenta con refrigeración líquida, algo que como veremos, se nota positivamente. El Honor no cuenta con ningún añadido respecto a, por ejemplo, su hermano mayor Huawei P20.
Para ser considerado un smartphone para gamers, lo primero que debe cumplir un dispositivo es contar con un pico alto de rendimiento gráfico. La realidad es que el Pocophone F1 lo cumple (aunque lejos de los mejores), pero el Honor Play está al nivel o por debajo de terminales del año pasado con Snapdragon 835, algo común en chips gráficos empleados por HiSilicon.
Otro aspecto importante de la comparativa es el rendimiento sostenido. Normalmente, un gamer no quiere jugar durante 5 minutos, sino dedicar largas sesiones. Ahí el Honor falla, pues aunque su rendimiento se mantiene, puede llegar a cerrar apps de benchmarks y juegos por sobrecalentamiento, algo que no debería llegar a hacer. En su lugar, debería bajar las frecuencias, hacer lo que conocemos como thermal throttling, que no es deseable pero sí obligatorio para mantenerse dentro del diseño térmico del chip. No hay limitación de potencia y sí cierres abruptos, que es por lo que no hemos podido pasar el benchmark de 3DMark más de cuatro veces, cuando literalmente el Honor Play ardía.
Por esto, y por lograr resultados altos a base de hacer trampas en benchmarks, no podemos considerar al Honor Play un terminal para gamers, y sí sólo uno donde se puede jugar bien o mucho mejor que en otros gama media de precio similar o inferior, como demuestra su compatibilidad con Fortnite o buen rendimiento en PUBG Mobile.
El Pocophone F1, al mismo precio, ofrece un gran rendimiento, pero no se acerca al que parece el gran vencedor de esta generación, el OnePlus 6, que logra un rendimiento sostenido relativamente alto sin refrigeración líquida. Eso sí, para lograrlo, se calienta bastante más que el Pocophone, que sólo se llega a sentir templado. Por 329€, el valor que entrega el Pocophone F1 en tareas gráficas y de alto rendimiento de CPU no tiene comparativa posible pero, si queremos algo mejor, el OnePlus 6 está por encima, aunque menos de lo que su precio expresa.
Cámaras
Con el apartado fotográfico acabamos esta comparativa. El Pocophone cuenta con un sensor principal de 12 megapíxeles y apertura f/1,9, y el Honor Play con un sensor de 16 megapíxeles con apertura f/2,2, por lo que en principio parte con ventaja el terminal de la submarca de Huawei. La inteligencia artificial produce resultados malos en ambos terminales, por lo que no se ha activado en ninguna prueba. El orden siempre será primero Pocophone F1 y luego Honor Play.
Siempre que la situación es exigente, el Pocophone está por delante del Honor Play. Es algo normal, fruto de contar con un sensor más grande, y una apertura más amplia. Pese a tener menos resolución el Pocophone suele ganar en detalle, algo que de noche es demasiado evidente. Esto deja de ser así cuando hay más luz; en ese caso el Honor Play saca pecho y procesa mejor el detalle, aunque a veces lo logra desde la adición de nitidez artificial, lo que deja un look muy procesado. El rango dinámico siempre es mejor en el Pocophone en automático (que es como hemos realizado todas las fotos), porque el terminal de Xiaomi activa el HDR y el Honor Play necesita que acudamos a un modo dedicado escondido.
De noche, el HDR del Pocophone está literalmente prohibido si quieres lograr una toma sin artefactos inexplicables. Otra crítica que se le puede hacer es en el retrato con la cámara trasera. El recorte es mejor que en el Honor Play, pero sin que se sepa por qué, Xiaomi no permite desactivar un agresivo modo belleza que aplica, por lo que si somos exquisitos con el detalle, podemos llegar a preferir los resultados del Honor.
En general, ambas cámaras son mejores de lo que se encuentra por sus precios en su gama, pero no son ninguna maravilla. En el caso del Pocophone, diré lo que dije cuando se comparó con el OnePlus: es exactamente la cámara que todo terminal de 329€ debería llevar.
Todas las fotos de la comparativa pueden verse en su tamaño original sin editar en este álbum.
Baja luz en interiores
Baja luz en exteriores
Rango dinámico y color de día
Retrato
Conclusiones
La conclusión es bastante clara si nos atenemos a lo que ambas compañías quieren vender, que es un móvil para gamers. En ese caso, no hay discusión. El Pocophone F1 te va a dar un rendimiento muy superior, no se va a calentar en exceso y no va a alertar de sobrecalentamiento y obligarnos a cerrar aplicaciones o juegos. GPU Turbo es compatible con tan pocos juegos (y no supera el rendimiento del Poco sin añadidos) que no debería ni tenerse en consideración como factor de compra del Honor. Además,la batería del Pocophone F1 durará bastante más cuando juguemos, pues el chip gráfico del Snapdragon 845 es mucho más eficiente.
Si nos importa la cámara, diremos algo parecido. El Pocophone F1 es mejor que el Honor Play en el apartado de imagen. Sin embargo, el Honor Play tiene un sistema más pensado para el notch, cuenta con NFC, reproduce Netflix en 1080p y su construcción y sensación en mano es mucho mejor. Esto último puede ser muy importante para gente que no quiera necesariamente un terminal para jugar, pero que sí quiera algo por encima de la media. A igualdad de precio, el Honor Play es mejor terminal para usuarios con manos pequeñas que el Pocophone F1.