Los tres países con más laureados en los premios Nobel son Estados Unidos, con 368, Reino Unido, con 132, y Alemania, con 107. Mucho más abajo en el ránking se encuentra España, situada en la posición 23, con 8 premiados, y México, que empata con Nueva Zelanda, con un total de 3 ganadores.

De todos ellos, sólo dos de los españoles que obtuvieron el Nobel eran científicos, mientras que en el caso de México hasta ahora sólo lo es uno de los galardonados. Sin embargo, a lo largo de la historia ha habido otros muchos que han rozado este prestigioso premio con los dedos; aunque, para su desgracia, finalmente no lo consiguieron.

España y el premio Nobel de Medicina

Basando la afirmación sólo en los resultados históricos de los Premios Nobel, se podría decir que España es tierra de médicos y escritores. Y es que, de los ocho galardonados con los que cuenta el país, seis obtuvieron el premio en la categoría de literatura y los dos restantes en medicina. Además, los que se quedaron en puertas de conseguirlo eran en su mayoría médicos. ¿Pero quiénes eran?

El primer español que ganó el premio Nobel de Medicina fue Santiago Ramón y Cajal. Nacido en la localidad navarra de Petilla de Aragón, este célebre médico español enfocó su carrera hacia la histología y la anatomía patológica. Desde muy niño había disfrutado dedicando su tiempo libre al dibujo, por lo que finalmente decidió utilizar esta pasión como herramienta para describir aquello que veía a través del microscopio. Tal es la importancia de este trabajo que algunos de sus dibujos sobre estructuras cerebrales, archivadas hoy en el Instituto Cajal, protagonizaron en 2017 un artículo del periódico británico The Guardian.

El legado de Cajal y sus discípulos ya forma parte de la memoria del mundo

Durante su carrera dedicó su investigación al campo de la neurología, llegando a descubrir cuáles son los mecanismos que gobiernan la morfología y las conexiones de las células nerviosas ubicadas en la materia gris del sistema nervioso cerebroespinal. Además, describió por primera vez el sistema nervioso como un conjunto de unidades independientes y definidas: las neuronas. En definitiva, sentó las bases de la neurología, tal y como la conocemos hoy en día. Afortunadamente, el anatomista suizo Rudolph Albert von Kölliker se encargó de difundir su trabajo por Europa, hasta que finalmente se convirtió en ganador del Nobel en 1906, junto al italiano Camillo Golgi.

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Uno de los múltiples autorretratos que Ramón y Cajal se realizó junto a todos sus aparatos científicos.

Fue necesario esperar hasta 1959 para que otro científico español ganara el premio Nobel. Esta vez el galardonado fue el asturiano Severo Ochoa, quien dedicó su carrera a la investigación de varios ámbitos de la bioquímica y la biología molecular. Concretamente, lo que le valió el premio Nobel fue su descubrimiento sobre el mecanismo de síntesis biológica del ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN). Recibió el galardón junto a su discípulo, el bioquímico Arthur Kornberg, con el que empezó a trabajar después de exiliarse a Estados Unidos a causa del estallido de la Guerra Civil española. De hecho, aunque se considera un científico español, en el momento de ganar el Nobel estaba nacionalizado como estadounidense.

Estos fueron los únicos científicos españoles que han ganado por el momento el premio Nobel. Sin embargo, en el camino se han ido quedando otros muchos.

Un claro ejemplo es el del médico catalán Jaume Ferran i Clea, que destacó por el descubrimiento de una vacuna contra el cólera y también otras dos contra el tifus y la tuberculosis. Aunque fue nominado al Nobel en seis ocasiones, entre 1911 y 1921, nunca llegó a obtenerlo.

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Pío del Río Hortega Crédito: Museo Archivo Histórico de la Sociedad Española de Neurología

Otro gran neurólogo que no corrió la suerte de Ramón y Cajal fue el médico vallisoletano Pío del Río Hortega. Destacó por el descubrimiento de las células de la microglía, esenciales para la defensa inmunitaria de las neuronas. Fue nominado al Nobel en 1929 y 1937, pero no lo consiguió en ninguna de las dos ocasiones.

Similar es la historia del médico catalán August Pi i Sunyer, quien destacó por su estudio de los mecanismos fisiológicos de la inmunidad cerebral y los reflejos. Fue nominado al premio Nobel hasta en cuatro ocasiones, en 1915, 1929, 1948 y 1948. Sin embargo, no llegó a lograrlo.

El catalán que rozó el Nobel (y apoyó la independencia)

Otro ejemplo de médico español que casi consigue el premio Nobel es el malagueño José Gómez Ocaña, que fue nominado en cinco ocasiones, entre 1901 y 1918, por sus investigaciones en torno a los centros ópticos de la corteza cerebral.

Finalmente, el microbiólogo alicantino Francis Mojica lleva en el candelero de los posibles galardonados desde 2016, por descubrir en los 90 en unas bacterias aisladas de las salinas de Santa Pola las secuencias CRISPR, que más tarde darían lugar a la revolucionaria técnica de edición genética CRISPR-Cas9. Los nombres de los candidatos al Nobel sólo pueden conocerse cincuenta años después de su nominación. Sin embargo, el nombre de Mojica sigue resonando entre los posibles candidatos, año tras año. Pronto sabremos si lo ha conseguido esta vez.

¿Por qué el Nobel de Medicina no ha premiado al español Francis Mojica?

México: de la capa de ozono a la cibernética

México cuenta con tres premios Nobel en su palmarés particular: uno de la paz, otro de literatura y uno de química. Este último corresponde al ingeniero químico Mario Molina, nacido en Ciudad de México en 1943. Entre sus investigaciones destaca el descubrimiento del papel de los gases clorofluorocarbonos (CFC) en el deterioro de la capa de ozono. Aunque en un principio esta teoría fue muy criticada, más tarde le valió ser galardonado con el Premio Nobel en 1995, junto a Paul J. Crutzen y Frank Sherwood Rowland.

Wikimedia/Mario Molina

No corrió la misma suerte el físico mexicano Manuel Sandoval Vallarta, quien destacó por sus atribuciones al área de la física teórica, especialmente referentes a los rayos cósmicos. Estas investigaciones le valieron la nominación al premio Nobel de física, sin éxito finalmente.

También destaca el caso del investigador, fisiólogo y médico Arturo Rosenblueth Stearns, considerado como uno de los padres de la cibernética. De familia humilde, pagó parte de sus estudios gracias al dinero que ganaba como pianista en las películas de cine mudo y en algunos restaurantes. Finalizados sus estudios en ciudad de México, consiguió una beca para obtener su doctorado en la Universidad de París. Más tarde comenzaría sus investigaciones, centradas especialmente en el área de la neurología y la cardiología. Pero sus grandes contribuciones a la ciencia empezaron con su estancia en la Universidad de Harvard, donde conoció al matemático Norbert Wiener. Durante la segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos encomendó a Wiener el desarrollo de un proyecto dirigido al ataque a los aviones enemigos. Para ello necesitaba conocer de antemano cómo reaccionarían los pilotos, por lo que recurrió a Rosenblueth, con la esperanza de que sus conocimientos de neurología pudieran ayudarle. Finalmente, junto al ingeniero Julian Bigelow, escribieron el ensayo "Comportamiento, Propósito y Teleología", considerado como el primer tratado de cibernética de la historia. Todo esto condujo a su nominación al Nobel, en 1952. Él tampoco pudo lograrlo.

¿Quién podría ganar los Premios Nobel 2018?

Entre el 1 y el 8 de octubre conoceremos los ganadores de los premios Nobel 2018. ¿Habrá algún español o mexicano entre ellos? Según las quinielas establecidas, Francis Mojica podría optar de nuevo al de química o medicina y el también español *Manuel Arellano al de economía. No parece figurar ningún mexicano, lamentablemente, en las predicciones.

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