tiangong 1

Fraunhofer

Se acabó la incertidumbre. La estación china Tiangong-1, fuera de control desde 2016, ha completado su último viaje desde el espacio. Tras permanecer en órbita durante siete años, dando vueltas alrededor de la Tierra a más de 20.000 kilómetros por hora, la estructura ha realizado la reentrada en la atmósfera, tal y como había sido previsto. La estación china se habría desintegrado mayoritariamente tras incendiarse a altísimas temperaturas, sin causar daños materiales ni personales.

Según han informado las autoridades, el reingreso de la estación espacial china ha sucedido el 2 de abril a las 00:15 h GMT. Se había calculado que la reentrada en la atmósfera de Tiangong-1 podría ocurrir entre las latitudes de 42,8° norte y 42,8° sur, una amplia región del planeta que cubre buena parte de América, la totalidad de Oceanía y África, el sur de Europa y los océanos Pacífico, Índico y Atlántico, aunque las mayores probabilidades de descenso estaban en la parte límite superior e inferior de la región donde Tiangong podría realizar la reentrada. Finalmente, la agencia espacial china ha señalado que la estación habría realizado el reingreso en una zona sobre el sur del océano Pacífico. La información ha sido confirmada por el Ejército de Estados Unidos en un comunicado del Joint Force Space Component Command (JFSCC).

La estructura, formada por dos cilindros centrales y dos paneles solares en sus laterales, contaba con un peso inicial de 8,5 toneladas, incluyendo el combustible que portaba en un principio, y unas dimensiones de algo más de diez metros. Tiangong-1 fue la primera estación que China logró poner en órbita, recibiendo incluso la visita de varios taikonautas —tal y como se conoce allí a los astronautas—. En 2013, las autoridades asiáticas pusieron en hibernación la estructura, perdiendo el control tres años más tarde, en 2016.

Desde entonces, diversas agencias espaciales de todo el mundo habían monitorizado la trayectoria de Tiangong, con el fin de supervisar su descenso a la Tierra, aunque el hecho de que otros objetos se estrellaran de forma descontrolada en el pasado sin causar problemas, como la estación Skylab, apuntaba que en esta ocasión el riesgo de que hubiera algún tipo de daño era mínimo. El pasado mes de enero, la estación se situaba a 280 kilómetros de la superficie terrestre; por aquel entonces, los científicos estimaron que se estrellaría contra la atmósfera entre marzo y abril de 2018. Sus previsiones han resultado finalmente correctas y Tiangong ha caído a la Tierra sin causar mayores problemas, poniendo fin a una histórica misión para el país asiático.

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