Toyota Research Institute

Toyota se ha tomado muy en serio su apuesta por los vehículos autónomos. Después de anunciar que electrificará su flota antes de 2025, de lanzar su coche autónomo con visión 360º de hasta 200 metros de alcance y su nuevo concepto de vehículo llamado e-Pallette, el fabricante ha puesto el ojo en el desarrollo de la tecnología autónoma para seguir marcando la diferencia en el sector.

Junto con los proveedores Aisin Seiki y Denso, Toyota formará el Toyota Research Institute-Advanced Development, o TRI-AD, para desarrollar sistemas de software que puedan utilizarse en sus próximos vehículos sin conductor. Con la creación del instituto de investigación, las empresas automotrices planean invertir alrededor de 2.8 mil millones de dólares y contratar alrededor de 1.000 empleados.

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TRI-AD tendrá su sede en Tokio, Japón, y su objetivo es crear un "software de calidad de producción totalmente integrado para la conducción automática", según Toyota. El proyecto es en realidad una ramificación del Toyota Research Institute (TRI), fundado en 2015 para explorar la inteligencia artificial dentro del sector de los coches autónomos y la robótica. La tecnología desarrollada a raíz de as investigaciones del TRI llegaron a su punto más álgido con el lanzamiento de su nuevo coche autónomo con un sistema LiDAR que permite detectar objetos en un radio de hasta 200 metros y ofrece una visión de 360 grados.

Con la iniciativa TRI-AD, Toyota pretende vincular el software que ha desarrollado en su proyecto anterior para crear un vehículo autónomo y fabricado completamente por la empresa. "Desarrollar software de calidad de producción es un factor de éxito para el programa de conducción automatizada de Toyota", afirmó James Kuffner, CEO del proyecto de investigación, en un comunicado.

La misión de esta compañía es acelerar el desarrollo de software de una manera más efectiva y disruptiva, mediante el aumento de la capacidad del Grupo Toyota y la contratación de ingenieros de software de clase mundial.

Los esfuerzos de Toyota por crear su propia tecnología autónoma se unen a las iniciativas de otras compañías como General Motors, la cual lanzó el Chevy Bolt después de adquirir la startup Cruise Automation en 2016. Por otro lado, Ford se alió con una empresa de inteligencia artificial llamada Argo para crear su coche sin conductor.

Por su parte, las startups y empresas especializadas en la tecnología autónoma también han visto una gran oportunidad en aliarse con fabricantes de automóviles. Waymo, la filial de coches autónomos de Google, se asoció con Fiat-Chrysler para desarrollar sus vehículos. Por otro lado, Aurora Innovations se puso del lado de Volkswagen y Hyundai para proporcionar su software a estas compañías.

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